Por Eduardo Arias – Corporación Sembrar
La región del Sur de Bolívar puede ubicarse geográficamente entre el río
Magdalena y el río Cauca, surcado por la Serranía de San Lucas. Allí
encontramos los municipios de El Peñón, Regidor, Río Viejo, Arenal, Morales,
Simití, San Pablo, Cantagallo, Santa Rosa del Sur, Montecristo. Quienes han
construido este territorio; sus pobladores, hacen parte de lo que Orlando
Fals Borda denominó la “raza cósmica costeña”, forjada a partir de la
resistencia, donde la fraternidad, la solidaridad, el trabajo arduo y el
amor por el río grande de la Magdalena, sus ciénagas, sus quebradas, y la
serranía, se manifiestan en la dignidad con la cual desde siempre han
defendido la labor campesina y agro minera. El oro, la serranía y el río,
son algunos de los elementos que han marcado la historia del territorio.
*
Primeros avatares del despojo*
En un principio la región fue habitada por los indígenas Malibues, Guamocoes
y Zenues (cultura Zenufaná). Los primeros de cultura anfibia, por el
dominio de los ríos y de la agricultura sobre las márgenes del río
Magdalena, los segundos ubicados entre el rio Nechi, el rio Cauca y la
Serranía de San Lucas, con amplia tradición orfebre. Pero el domino sobre el
territorio de Malibues, Guamocoes y Zenues marcó los intereses de los
primeros despojadores; las hordas españolas desde un principio acabaron con
estas culturas indígenas empleándolas como “bogas” a unos y mineros a otros.
Una vez dominados los Malibues, y utilizando el Río Magdalena como el eje de
tránsito hacia el interior del país desde la Ciudad de Mompox, el constante
tránsito por el río exigía la ardua labor de los indígenas que en canoas y
champanes transportaban pesadas cargas bajo el inclemente sol del Magdalena