El oro se desplomó hoy el 9,3% en Nueva York, su peor caída desde 1980, y cerró en los US$1.361,1 la onza después de que los decepcionantes datos sobre el crecimiento de China provocaran una bajada generalizada en la cotización de las materias primas.
Al cierre de la primera sesión de la semana en la Bolsa Mercantil de Nueva York, los contratos más negociados de oro, los de vencimiento en junio, restaron US$140,3 la onza (un caída no vista en tres décadas) para terminar a su nivel más bajo desde febrero de 2011.
Así, el metal precioso dio continuidad a las fuertes pérdidas de la semana pasada, cuando bajó cerca del 5%, de modo que acumula una caída superior al 20% desde que alcanzó el máximo histórico de US$1.888,7 en agosto de 2011.
El desplome se produjo en una jornada marcada por la desaceleración de China, la segunda mayor economía del mundo, que en el primer trimestre de 2013 creció el 7,7% interanual, dos décimas menos que en los últimos tres meses de 2012 y por debajo de lo que esperaban los analistas.
Más allá de esas cifras peores de lo previsto del gigante asiático, presionó también a la baja a la cotización del oro la posibilidad de que Chipre venda parte de sus reservas del metal para financiar parte del rescate europeo que se ha estado mencionando en los últimos días.
Por si fuera poco, la semana pasada los analistas del banco de inversiones Goldman Sachs revisaron a la baja sus previsiones sobre el precio medio que registrará este año el oro hasta los US$1.545 la onza, frente a los US$1.610 que habían calculado anteriormente.
«No parece que haya muchos compradores dispuestos a atrapar este cuchillo en caída y prevemos más volatilidad en el oro en el futuro cercano», dijo hoy a Market Watch el analista de Stutland Volatility Group, Luke Rahbari.
Desde el arranque de 2013, los mercados de valores neoyorquinos han registrado unas subidas superiores al 10%, con lo que sus principales indicadores han llegado a conquistar máximos históricos, por lo que los inversionistas se han alejado de valores considerados refugio como el oro.
Algunos han decidido así deshacerse de este activo por la percepción de que ya no es necesario como inversión estable frente a los vaivenes de la crisis, aunque el analista jefe de BullionVault, Adrian Ash, afirma que esta caída no «cambia el hecho de que el oro es un valor refugio».
A su juicio, la caída del metal «es un suceso natural», ya que «ha subido tanto, durante tanto tiempo, que una corrección es normal y natural», y recuerda que el oro ha subido durante 12 años seguidos contra el dólar.
Los contratos de oro también sufrieron fuertes pérdidas en el mercado de Londres, donde cayeron un 9,1% para quedar en los US$1.395, igualmente su precio más bajo en dos años.
La estampida de los inversionistas se extendió a todas las materias primas y afectó incluso con mayor fuerza a la plata, puesto que sus contratos con vencimiento en mayo se desplomaron hoy un 11% hasta quedar en los US$23,36 la onza, su nivel más bajo desde octubre de 2010.
En tanto el petróleo WTI para entrega en mayo perdía más del 2% y se cotizaba por debajo de la simbólica barrera de los US$90 por barril por primera vez desde diciembre pasado.