La primera Cumbre Social sobre el Proyecto de Ley Minera concluyó en la ciudad de La Paz con el reclamo de que no sea aprobada la normativa consensuada solamente entre el presidente Evo Morales y quienes se dedican a extraer minerales del territorio boliviano. Luego de una marcha por el centro paceño, que finalizó ante los policías que resguardan la entrada a la plaza Murillo, las y los indígenas, campesinos y citadinos de todo el país advirtieron con más y mayores movilizaciones si el Gobierno nacional continúa con su manía de complacer a toda transnacional que quiera llevarse del país los recursos naturales que, constitucionalmente, pertenecen a bolivianas y bolivianos.
Esta Cumbre, que contó con la participación de más de 500 personas, conformó una Comisión dedicada a coordinar los esfuerzos de todo el país por conservar un medio ambiente que permita a todo ser vivo seguir viviendo, también a las generaciones venideras.
“El proyecto de ley Minera atenta contra la vida y profundizará los problemas ambientales, no responde a los intereses nacionales ni ha contemplado la participación de las organizaciones sociales, pueblos indígenas y naciones originarias; por ello exigimos se suspenda su tratamiento y aprobación en la Asamblea Legislativa Plurinacional en tanto se apruebe la Ley Marco de Aguas, presentada en 2011, y la Ley Marco de Consulta Libre, Previa e Informada”, evidencia el documento final de la Cumbre, que cuenta con 90 firmas, representantes de ayllus y organizaciones sociales de todo el país, que debatieron durante dos días el proyecto de ley gubernamental cuya aprobación es inminente en el Parlamento, ya que el oficialismo todavía dispone allí de dos tercios de asambleístas hábiles para levantar la mano si es voluntad del Órgano Ejecutivo.
La concurrencia repudió –y repudia- este proyecto de ley fundamentalmente porque permite a quienes extraen minerales contaminar todos los ríos y hacer desaparecer las aguas subterráneas, en aras de un supuesto progreso que solamente llega a los bolsillos de jefes políticos y empresarios. Por este motivo, la propuesta de ley de Minería esgrimida por Morales fue calificada de “neoliberal” en la Cumbre.
“Proponemos la convocatoria a un referéndum para definir cómo se tiene que hacer el nuevo proyecto de Ley que tome en cuenta los intereses de todos los bolivianos”, dice otro punto de la Resolución.
Ángela Noza es de la comunidad Santísima Trinidad, del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS). “Nos hemos enterado de que la ley Minera nos afecta a nosotros también, no solo a los hermanos de Tierras Altas. Como bolivianos debemos poner freno al Gobierno nacional, sí o sí tiene que escucharnos porque no es Gobierno de un solo sector. El Gobierno debe tener compasión, no debe beneficiar solo a las empresas transnacionales que atentan contra la vida humana. Porque nadie puede vivir sin tierra, nadie puede vivir sin agua. Ahora vamos a socializar con nuestras bases en las comunidades”, indicó la dirigenta de la Confederación Nacional de Mujeres Indígenas de Bolivia (CNAMIB).
“¡Que muera esta ley Minera maldita!”
Al mediodía del viernes, luego de leídas las conclusiones, las y los participantes improvisaron pancartas con las principales ideas surgidas de los debates intensos que tuvieron lugar en la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA). Y salieron de marcha por El Prado, para curiosidad de las y los transeúntes paceños, que se detenían a leer las consignas, mirar, escuchar y recién enterarse de que está por aprobarse una ley de Minería que, así como está, afecta a los ayllus que están al lado del socavón tanto como a quienes viven en un edificio de cualquier urbe.
Algunos comunarios marchaban portando cartulinas repletas de fotos de sus ayllus, que reflejan las graves afectaciones que causa a minería la gran escala en la producción agropecuaria. Animales muertos porque bebieron de aguas y comieron pastos contaminados con químicos venenosos y metales pesados, campos de cultivo donde ya nada crece, porque los suelos quedaron infértiles por la actividad extractiva.
“La aprobación de la ley Minera nos lleva a la muerte”, “Chuquisaca presente en defensa del Pilcomayo”, “Rechazamos la ley Minera que criminaliza la protesta”, “No a la ley Minera entreguista y vendepatria”, “¡Que viva el agua! ¡Que viva la vida!”, “Universidad San Francisco Xavier presente por la defensa de nuestros recursos naturales ¡Fuera las transnacionales!”, “Productores de Pazña exigen a Sinchi Wayra, mina Bolívar, la reposición de aguas de riego del río Antequera”, “Exigimos participar en la elaboración de la ley Minera”, decían algunos de los carteles levantados en la marcha, junto con wiphalas y banderas de algunas organizaciones, como el Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu (CONAMAQ).
La marcha se había propuesto llegar hasta la Asamblea Legislativa, en la plaza Murillo. Pero un cordón policial lo impidió a una cuadra del destino. Luego de una hora de idas, venidas y contactos por handy, los uniformados permitieron a dos personas llevar el documento final hasta el edificio. Pero allí nadie quiso recibirlos, amparados en los sagrados horarios de los burócratas de turno, que habrían salido a almorzar.
“Hoy estamos en lucha, desde este momento estamos en movilización nacional. Tenemos que trabajar para concientizar realmente a la población. Estamos siendo atropellados por este Gobierno neoliberal que no nos da un cambio. Queremos bienestar para nuestros hijos”, dijo allí Lourdes Alberto, de la Coordinadora Nacional de Afectados por la Minería y a favor de la Protección del Medio Ambiente de Bolivia (CONAMPROMA).
En toda América latina
“La problemática minera no es solo de Bolivia. En toda América latina estamos siendo saqueados indiscriminadamente. Por eso vamos a contactarnos con otros países de la región y también de Europa, para que sepan ellos a qué costa sacan nuestra riqueza, a qué costa llevan nuestros minerales como materia prima para hacer sus computadoras, sus celulares, todo eso. Hay gente en Europa y otros países que no sabe a qué costa se están llevando nuestros recursos. Y si lo supieran estarían dispuestos a apoyarnos, porque para todos la vida es agua. Apelo a la sensibilidad de los políticos, porque ser presidente es momentáneo, tener un color político es momentáneo; pero el agua no tiene color político, el agua no debe ser frenada ni privatizada”, dijo María Luisa Rafael, que integra la Comisión en defensa de los recursos naturales y la vida creada en la Cumbre.
María Luisa es comunaria de Querarani, en el municipio Poopó, de Oruro. Comentó que desde hace seis años no puede sembrar en sus tierras por el accionar de las mineras alrededor. “Nos vamos a quejar ante los organismos correspondientes, dejamos memoriales, tenemos reuniones pero nadie nos da una solución. Nos mandan de Herodes a Pilatos. Con esta ley Minera estamos ahora más preocupados, porque según su texto el Ministerio de Minería se va a encargar de otorgar las licencias ambientales. Este proyecto de ley Minera no debe seguir, nosotros lo rechazamos rotundamente. No se puede permitir que destruyan al medio ambiente quienes tienen intereses políticos, económicos, intereses partidarios. Es un atentado contra todos los bolivianos”, opinó la señora.
Entre las organizaciones participantes estuvieron regionales de la Confederación de los Pueblos Indígenas de Bolivia (CIDOB) como la Central de los Pueblos Étnicos Mojeños de Beni (CPEM-B), la Organización Indígena Chiquitana (OICH), la Central Indígena de la Región Amazónica de Bolivia (CIRABO); decenas de ayllus, markas y suyus del CONAMAQ, asociaciones de regantes de toda Bolivia, la Federación Nacional de Trabajadoras Asalariadas del Hogar (FENATRAHOB), las federaciones departamentales de Juntas Vecinales de Chuquisaca (FEDJUVE-CH) y de Oruro (FEDJUVE-Oruro), el Centro de Estudiantes de la Universidad San Francisco Xavier, la Red Nacional de Mujeres en Defensa de la Madre Tierra, la Asamblea Permanente de Derechos Humanos, la regional Tarija de la Confederación Nacional de Mujeres Campesinas Indígenas Originarias de Bolivia “Bartolina Sisa” (CNMCIOB-BS), la Organización de Mujeres Indígenas del Norte Amazónico de Bolivia (OMINAB) y Territorios en Resistencia, entre otras.
Luto
Juan Rojas Cardozo, presidente de los Regantes de San Jerónimo de Chaqui; y Virginia Chambi Mamani, presidenta de las Vivanderas de Chaqui, del suyu Qhara Qhara, fallecieron en un accidente carretero cuando viajaban hacia La Paz para participar de esta Cumbre. “Los hermanos venían a debatir las estrategias a seguir para poner fin al proyecto de ley de Minería y Metalurgia, que afecta la vida de nuestros pueblos. En ese sentido, su muerte ha sido en plena lucha por la defensa del agua, que es vida, y por la defensa de nuestros territorios” informaron desde el CONAMAQ.