23 de Julio de 2010
Miembros de la Mesa Nacional Frente a la Minería, se concentraron frente a la Embajada de Canadá para pedir el cese de los favores en pro de las empresas mineras.
David Pérez
Redacción Diario Co Latino
La Mesa Nacional Frente a la Minería, con el apoyo de diferentes organizaciones internacionales, exigió a la Embajada de Canadá en El Salvador, abstenerse de favorecer a Pacific Rim y demás mineras, dado que solo causan contaminación medioambiental y daños a la salud de la población.
Dado que el gobierno de izquierda ha dicho que no permitirá ningún proyecto minero, las organizaciones piden gestionar el retiro de estas empresas de inmediato.
Los representantes sociales se concentraron frente a la sede diplomática en el país, para solicitarle al Congreso de Canadá, la pronta aprobación del proyecto de Ley C-300, que castiga a las mineras canadienses que violenten los derechos humanos en cualquier país del mundo.
Entre las peticiones también resalta la pronta suspensión de la negociación del Tratado de Libre Comercio de Canadá y el CA-4, ya que consideran que favorecería a las mineras y violentaría la soberanía de la Nación.
En Estados Unidos y Canadá hay una red de organizaciones que ejerce luchas anti mineras, en las que contemplan protestas en varios países de Latinoamérica.
Este 22 de julio ha sido declarado Día Internacional Contra la Minería a Cielo Abierto, por organizaciones de la sociedad civil canadiense y la comunidad salvadoreña en Canadá, que denuncian a las empresas mineras que contaminan el medioambiente, provocan enfermedades mortales, generan conflictos sociales, causan pérdidas económicas y corrompen a gobiernos de muchos países de América Latina y otras regiones del mundo.
Al final de la concentración, los ambientalistas no fueron recibidos por la embajadora canadiense, Claire A. Paulin, solamente entregaron la carta por medio de un guardia de seguridad.
Para los ambientalistas, esto significa muestras de indiferencia y poco interés por escuchar las demandas justas y necesarias: las minas contaminan los ríos, las cuencas y todo tipo de vida que habita en ellas, como las plantas que absorben el cianuro y otros metales pesados convirtiéndose en un peligro para los habitantes de dicho sitio, y la extracción de oro implica la destrucción de bosques y la capa verde del suelo.