Alfredo Valadez Rodríguez
La indemnización, por los 4 años que la minera canadiense ha explotado las tierras como renta.
Foto: Aspecto de los trabajos en la mina a cielo abierto Peñasquito, sobre la que ayer, el Tribunal Unitario Agrario de Zacatecas resolvió un recurso legal en favor de los ejidatarios, quienes deberán recibir indemnización de 130 millones de pesos por la explotación del yacimiento (Alfredo Valadez R.)
Tribunal agrario considera insuficientes los $5 millones que entregó a los campesinos de El Vergel
En Michoacán, trasnacional promete a comuneros nahuas entregarles 3.3 dólares por tonelada de hierro
Zacatecas, Zac., 8 de abril. El Tribunal Unitario Agrario (TUA) de Zacatecas ordenó a la compañía minera canadiense Gold Corp, que explota el complejo Peñasquito –la mina de oro a cielo abierto más grande de América Latina–, pagar 130 millones de pesos a los ejidatarios de El Vergel, municipio de Mazapil.
Al resolver un recurso legal que interpusieron los labriegos a finales de 2009, dicha instancia consideró insuficientes los 5 millones de pesos que la compañía ha pagado a los campesinos por renta de una superficie de más de mil hectáreas.
El número de expediente que contiene la resolución del TUA es el 13/3/2009, y estipula la indemnización de 130 millones de pesos como compensación por los cuatro años en que Gold Corp ha tenido y explotado los terrenos bajo la modalidad derenta.
Da lugar a nuevo contrato
La resolución anula el contrato que la minera había signado con los ejidatarios de El Vergel en 2007, y ordena a la compañía canadiense y a los campesinos un nuevo convenio, donde se estipule un mejor pago a los propietarios de la tierra de la que Gold Corp extrae oro, plata, zinc y cobre.
En los considerandos del resolutivo agrario, se aclara que la sentencia fue favorable a los ejidatarios, pues muchos de ellos demostraron que no fue válida la asamblea ejidal en la que se aprobó el contrato originalmente firmado con la empresa canadiense.
La afectación sobre la validez del contrato original incluyó múltiples irregularidades, como que abogados de la empresa –con apoyo de autoridades municipales del PRI–, presionaron a algunos campesinos a firmar en forma apresurada su autorización para el convenio con la minera, algo que desde el principio denunciaron muchos ejidatarios en medios locales y nacionales.
Otra irregularidad denunciada fue que a los miembros del ejido El Vergel, a pesar de tener los mismos derechos sobre la tenencia de la tierra, se les entregaron montos distintos como pago por la renta de sus parcelas.
Desde el inicio de los trabajos en 2007 de la mina de Peñasquito a tajo abierto, ha habido al menos cinco grandes protestas de los ejidatarios del lugar contra el consorcio canadiense, incluida la movilización de mayo de 2009, cuando los campesinos con sus familias bloquearon todos los accesos al socavón para exigir un pago justo por la renta de sus tierras.
Temas como la contaminación ambiental en la región del valle de Mazapil y el incumplimiento de la promesa de trabajo para los ejidatarios y sus familias en el complejo minero (que Gold Corp justificó indicando que los campesinos no tenían el perfil técnico requerido), provocaron otras manifestaciones.
Respaldados por organizaciones sociales de Zacatecas, como el Frente Popular de Lucha, los ejidatarios inconformes emprendieron la batalla legal para exigir una indemnización justa similar a la firmada en El Carrizalillo, estado de Guerrero, donde la misma empresa canadiense tiene la mina Los Filos, y pagó mejor a los campesinos de esa región.
Aunque la minera firmó un convenio con los labriegos para darles apoyos, la principal demanda era la firma de un nuevo contrato, lo cual se tuvo que ventilar en los tribunales para que fuera resuelto. Con el resolutivo del TUA, los ejidatarios de Mazapil podrían obtener una cantidad similar –con el nuevo contrato que firmen–, a la que lograron los campesinos en el Carrizalillo.
En Michoacán, los comuneros nahuas del municipio de Aquila llegaron a un acuerdo finalmente con los representantes de la transnacional Ternium, en el que la empresa se comprometió a pagar 3.3 dólares por tonelada de hierro que se extraiga de la mina Las Encinas, con lo que de esa forma concluye el paro de labores iniciado el pasado 30 de enero.
En la asamblea realizada la noche del jueves, los 469 indígenas aceptaron la propuesta del director de la empresa minera, Carlos Domínguez Ahedo, y sólo quedaron pendientes algunas prestaciones y convenios para obras de beneficio social. Desde la mañana del viernes, decenas de camiones de 40 toneladas reiniciaron el transporte del mineral al estado de Colima.
Con información de Ernesto Martínez, corresponsal