19 de enero 2012
Ernesto Villalobos
La pretensión de reiniciar las labores de explotación de la Mina Bellavista, en Miramar de Puntarenas, fue detenida una vez más.
Esta vez la Secretaría Técnica Nacional Ambiental (Setena) rechazó el estudio de evaluación ambiental, presentado por la empresa Metales Procesados MRW, subsidiaria de la canadiense B2Gold Corp, para reactivar la extracción de oro en el sitio.
Aunque no descarta replantear su solicitud para procurar que se le asigne la viabilidad ambiental que le permita extraer el oro que yace bajo tierra, la firma canadiense lamentó que las autoridades desestimen la inversión de unos $8 millones, que a la fecha ha concretado en obras de recuperación.
La obtención de oro en Bellavista estaba suspendida desde julio de 2007, cuando un alud produjo daños en la zona de extracción, afectando los terrenos ubicados al pie de las pilas de lavado con cianuro.
Entonces, una serie de derrumbes y deslaves de terreno en la propiedad que explotaba la multinacional minera, propició la caída de millones de metros cúbicos de material que había sido amontonado en la cumbre de la montaña en la cual se trabajaba, lo cual provocó la suspensión de la concesión.
En 2011, un equipo de LA REPUBLICA constató e hizo públicos los trabajos que se llevaban a cabo en la mina, 1,5 kilómetros al este del centro de Miramar.
El nuevo planteamiento que pretendía ejecutar la minera, incluía el traslado del punto de separación de los metales que mantienen el interés de Metales Procesados y B2Gold, hasta casi 8 kilómetros de la mina.
“Lo que ocurrió hace cinco años fue anticipado por expertos internacionales que visitaron el país y ahora querían incluso transportar los materiales que ya han sido tratados con cianuro a unos kilómetros de la mina”, señaló Sonia Torres, vecina de Miramar.
Esto es un nuevo triunfo para quienes preferimos un desarrollo lento, pero limpio, a la desesperación de hacer pedazos el ambiente, a cambio de dinero que terminará acabándose, finalizó la lugareña.
El fallo del ente contralor ambiental hizo eco inmediato en los involucrados en el proceso.
“Lo que siempre nos ha interesado es que cualquier proyecto que plantee desarrollo en el cantón, también garantice las condiciones de seguridad ambiental, y de operación”, afirmó Alvaro Jiménez, alcalde de Montes de Oro.
Bajo el esquema viejo no iba a extenderse un permiso más a esa empresa minera, sostuvo el jerarca municipal.
“Esto es una muerte anunciada”, aseveró por su parte René Castro, ministro de Ambiente, Energía y Telecomunicaciones.
No podemos afirmar que no vaya a haber nuevos intentos de reactivar la mina, pero vamos a ser rigurosos en sustentar la decisión de este gobierno, de no permitir la extracción de oro a cielo abierto, sobre todo bajo un modelo que ya probó tener muchas deficiencias, finalizó Castro.
Sobre el particular, se intentó conocer la posición de Metales Procesados, pero ni Donald Brown, su vocero, ni sus relacionistas públicos, estuvieron disponibles antes de la hora de cierre de esta edición.