El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) divulgó un nuevo informe con el título «Decoupling natural resource use and environmental impacts from economic growth» (Desvinculando el uso de los recursos naturales y sus impactos ambientales, del crecimiento económico) (1)
El informe muestra un dato alarmante en relación con el consumo de los recursos naturales del planeta. Si los países industrializados del hemisferio Norte siguen consumiendo como hasta ahora, y si los países llamados “emergentes”, en el hemisferio Sur, continúan la tendencia de aumento acelerado del consumo, se prevé que en 2050 el mundo consumirá alrededor de 140 mil millones de toneladas de minerales, combustibles fósiles y biomasa, lo que equivale a una cantidad tres veces mayor a la actual.
Con relación a los minerales, incluidos los minerales para construcción e industrias, se trata de un aumento del consumo de los actuales 25 mil millones de toneladas a 75 mil millones en 2050. Como agravante, algunos minerales ya comenzaron a escasear, como el cobre y el oro, y a exigir volúmenes cada vez mayores de combustibles fósiles y de agua limpia para su procesamiento, lo que aumenta aún más la insustentabilidad de este tipo de explotación.
Para que ello no ocurra el informe del PNUMA sostiene que es necesario desvincular el índice de consumo de los recursos naturales del índice de crecimiento económico, lo que ya ha ocurrido pero de forma muy insuficiente como para poder hablar de una «economía verde» y de baja emisión de carbono. Significa “hacer más con menos”, o sea, congelar el consumo de recursos naturales en los países del Norte y asegurar que el consumo en los países «emergentes» siga otro camino, más sustentable. Actualmente, los países industrializados del Norte consumen per cápita 4 y 5 veces más recursos naturales que los países pobres.
El escenario menos impactante propuesto por el informe, pero políticamente el más difícil para que se concrete, propone una reducción de dos tercios del nivel de consumo de los países industrializados del Norte, y un nivel mínimo de consumo en los demás países equivalente al consumo actual. Ello implicaría un consumo mundial, en 2050, de 50 mil millones de toneladas de recursos naturales, el mismo nivel de consumo del año 2000. Aún así, los autores señalan que este escenario es insuficiente, por ejemplo, en cuanto al combate al cambio climático. Afirman que «Estos escenarios desafían a nuestro pensamiento actual y a los presupuestos del desarrollo».
De acuerdo con el informe, si las inversiones realizadas en los países mantienen a la humanidad sujeta a un camino de crecimiento intensivo en que el uso de los recursos naturales continúe siendo igualmente intensivo o mejore apenas levemente, los riesgos de enfrentarnos a limitaciones ecológicas y de abastecimiento serán mayores. En este sentido, el PNUMA planea abordar, en próximos informes, las formas de hacer una utilización más eficiente de los recursos y la búsqueda de alternativas viables. De este informe queda claro que éste es el camino que es necesario seguir, porque la ilimitada explotación de minerales sencillamente no se sostiene.
(1) http://www.unep.org/resourcepanel/Publications/Decoupling/tabid/56048/Default.aspx
Boletín Nº; 167 del WRM, junio de 2011