La Paz, 3 Ago (Erbol).- Tras la conclusión de la I Cumbre Nacional sobre la consulta a los pueblos indígenas para la ejecución de proyectos extractivos en sus territorios, que organizó el Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasusyu (CONAMAQ), nueve suyus de los 16 afiliados a esta organización indígena, denunciaron que viven en medio de una fuerte contaminación ambiental a causa de la actividad minera que se da en sus regiones y el gobierno hace oídos sordos a sus demandas.
Las comunidades de Jach’a Carangas, Jatun Killakas Asanajaqis y Suras del departamento de Oruro; Jach’a Suyu Pakajaqi, Nación Qollas y Larecaja –suyu en reconstitución de su tierras ancestrales– de La Paz; del Consejo de Ayllus Originarios de Potosí (CAOP); Qhara Qhara Suyu de Chuquisaca y Ayllus de Cochabamba, son afectadas por la contaminación minera desde hace varias generaciones.
Identificaron a las empresas Inty Raymi, Sinchi Wayra, San Cristóbal, Amayapampa, Tierra Limitada, Cooperativas de Llallagua, Sinchi Wayra Porco, Los Ingenios de Potosí, Pulacayo, Mayqocota, Aresur del Andacaba, Santa María y Caracota Emusa, entre otras cooperativas, como las principales responsables de la contaminación en la que sobreviven.
Aseguraron que estos casos fueron denunciados a los ministerios de Medio Ambiente y Agua y de Minería y Metalurgia, sin resultados. “Nos hemos cansado de pedir que se haga algo, que paren las actividades mineras y no se hace nada. Mientras el gobierno reacciona, nuestros ganados, la tierra y nosotros mismos estamos muriendo”, sostuvo el Mallku del Consejo de Jach’a Carangas, Alfredo Benito.
Muchas de las regiones afectadas viven de la producción agrícola, ganadera y de la pesca; sin embargo, las minas de la zona, que en muchos casos no cuentan con plantas de tratamiento y los químicos son botados a los ríos y superficie, provocan la erosión de la tierra, la muerte de los peses y del ganado, que en algunos casos nacen deformes.
Aseguraron que lagos como el Poopo, Uru Uru y el río Desaguadero, no son aptos para el consumo humano ni tampoco para el ganado.
Antonio Machaca, ex autoridad máxima del CONAMAQ, y oriundo del suyu Suras, contó que desde que tiene uso de razón, empresas mineras como Inty Raymi y Sinchi Wayra trabajan sin contemplación a sus semejantes, causando “estragos” en su habita.
“Sólo queremos que nos entiendan que así no se puede vivir. Estamos cansados, estamos preocupados y desesperanzados de que el gobierno nos escuche. Nuestros hijos crecen en ese ambiente y qué será de sus hijos”, se preguntó Machaca, con un nudo en la garganta.
Frente a este panorama, el CONAMAQ resolvió declarar en estado de emergencia a los 16 suyus que cobija, en tanto el gobierno del presidente Evo Morales no escuche sus demandas. Además pidió que se aplique la consulta, para el cual se elaborará un proyecto de ley de carácter vinculante. No se descarta iniciar movilizaciones si sus pedios no son atendidos.
“Nos debemos a las bases. Estas son demandas justas que el gobierno debe escuchar o caso contrario nos movilizaremos”, advirtió el Jiliri Apu Mallku de la organización indígena, Sergio Hinojosa.
El primer suyu que iniciará sus medidas de presión, el próximo lunes 9 de agosto, será el Jach’a Suyu Pakajaqi de La Paz, ya que la comunidad Caquingora determinó cortar el agua a la Planta de Corocoro, porque no fue consultada para la ejecución de ese proyecto hidrometalúrgico.