Adital - 17 de febrero, 2009 -
Enviado por Luis Claps
Traducción: Daniel Barrantes - barrantes.daniel@gmail.com
BRASIL Los pescadores de la Bahía de Sepetiba, ubicada en el Estado de Río de Janeiro, viven una situación desoladora desde el 2006, cuando comenzó a instalarse el consorcio empresarial Compañía Siderúrgica del Atlántico (TKCSA), formado por la empresa alemana Thyssen Krupp y por la Vale, financiado con R$ 1.480 millones del BNDES. Los graves daños ambientales provocados por la obra amenazan ahora la vida de cerca de ocho mil familias de pescadores que viven en el lugar.
"La situación está cada vez peor. No tenemos capacitación ni medios económicas como para intentar trabajar en otro lugar o incluso para mudarnos", afirma el pescador artesanal Ivo Soares, que preside la Asociación de Acuicultores y Pescadores de Pedra de Guaratiba.
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