Y no es mera retórica, ni una idea fantasiosa anclada en una visión romantizada o folclorizada de las comunidades indígenas. Porque los indígenas no se han vuelto activistas, sino que nunca dejaron de serlo: ellos han sido los guardianes de la naturaleza desde tiempos inmemoriales, y ahora la protegen del despojo que proyectos como el de la mineríallevan a cabo en todo el territorio.
Los indígenas saben que aquello de la “minería responsable” es un mito. Y no es que ellos se resistan al avance: al contrario, quieren evolucionar como pueblos, y muchas comunidades lo han demostrado con hechos. Pero no quieren avanzar a costa de la naturaleza. Las mineras, en cambio, sí: no les importa acabar con todo con tal de extraer los metales preciosos que subyacen al territorio.
Por qué las mineras canadienses vienen a México?
Aunque la tierra y el agua son más valiosas que el oro, las mineras insisten. Actualmente más de 22 millones de hectáreas en el país han sido concesionadas, según cifras oficiales del quinto informe de gobierno. Es decir, más del 10% del territorio.
La mayoría de estas concesiones son hechas a mineras canadienses y a sus filiales mexicanas, que suman más de 250 y que, según el portal SinEmbargo, pagan menos del 1% del valor de su producción por el derecho a explotar el territorio, llevándose casi el 100% de las ganancias a su país.
El Servicio de Administración Tributaria retenía al 2017 más de 360 millones de dólares en materia de reembolsos de impuestos. Esto se debe a que las empresas mineras exportan su producción y gastan mucho en maquinarias y equipo, con lo cual no sólo se libran de pagar impuestos, sino que acumulan devoluciones.
El IVA se cobra cuando se agrega valor durante la producción de bienes o cuando éstos se venden. Como las mineras exportan todo, generan saldos a favor de IVA.
La desregulación en materia ambiental: un paraíso del saqueo.
Otra razón de peso son las facilidades que se le da a las mineras, en materia ambiental, de saquear los recursos naturales.
Mediante las Manifestaciones de Impacto Ambiental (MIA), las mineras elaboran estudios donde comprueban que su actividad no trae consigo amenazas significativas. Esto con el fin de cambiar el uso de suelo de áreas naturales y justificar su explotación. Pero dichos estudios suelen tener fallas importantes y cínicas omisiones. Así, las MIA’s se han convertido en un trámite que justifica el despojo, y no en una herramienta jurídica neutral que realmente evite el mal uso de los recursos naturales.
Por eso, la Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad creó un Grupo de Análisis de MIA’s, llamando a ciudadanos, académicos y científicos a analizar estos instrumentos.
Además, las mineras siempre pueden volver….
Gracias a la desregulación ambiental y a las leyes mineras imprecisas, las mineras puedes ingeniárselas para que se les vuelvan a concesionar los territorios pese al rechazo social y a que van a ocasionar catástrofes ambientales.
Según pudo constatar el portal SinEmbargo, la estrategia de las mineras consiste en retirar sus documentos cuando se les prohíbe la extracción, evitando así la consulta pública. Pasado un tiempo vuelven a presentar el permiso de explotación, después de haber implementado estrategias de tráfico de influencias, así como compra y venta de opiniones, entre otros recursos mercadotécnicos para “venderle” a los pueblos la mina como algo beneficioso. Corrupción es la palabra clave que les permite operar en nuestro territorio.
En lugares como Alto Lucero, Veracruz, la desregulación ambiental posibilita actuar con tal impunidad que ha permitido volver a la minera Caballo Blanco –después de que la Semarnat le quitó su permiso en 2017 a raíz de la presión social–, a pesar de estar violando una “ley de oro” de la minería a nivel mundial: ninguna minera a cielo abierto puede estar a menos de 5 kilómetros de una planta nuclear.
La mina que opera Caballo Blanco en esta zona costera está a sólo 3 kilómetros de la central nuclear Laguna Verde, lo que aumenta el riesgo de que se desate una catástrofe nuclear.
Otras razones por las que Canadá está invadiendo México a través de la minería:
Porque México, según cifras de El Financiero, es a nivel mundial:
- 1.º productor de plata
- 5.º en plomo
- 8.º en oro
- 10.º en cobre
Por eso, en 16 años –entre 2001 y 2017–, las mineras extrajeron una cantidad de oro equivalente al doble de lo que los españoles extrajeron en 300 años de Colonia, según el portal SinEmbargo.
El daño irreparable
La forma de vida de las comunidades depende de su ambiente: de que el equilibrio del ecosistema no sea perturbado –más de lo que de por si lo es por toda actividad humana.
Por eso, la minera transforma de manera radical –y nociva– la vida de estas comunidades. No es una cuestión de terquedad: realmente es una cuestión de percepción. La percepción de la vida para las comunidades indígenas es muy distinta que la de las comunidades urbanas. El tiempo pasa de otra forma, el vínculo con la naturaleza es otro. Los recursos no son capitalizados, sino simplemente usados intentando cometer el menor daño posible.
Pero más allá de su cosmovisión, los indígenas se resisten a la minería por razones muy concretas:
Como lo han alertado organizaciones no gubernamentales como Greenpeace y GeoComunes, la minería a cielo abierto implica hacer enormes socavones en la tierra de los cerros y entre estos, donde suele haber una gran biodiversidad. Se trata muchas veces de bosques y selvas que están poblados por especies en peligro de extinción. Otras veces, como en el caso de La Paila, Veracruz, son corredores de aves migratorias, donde éstas pueden –o podían– descansar antes de continuar su viaje. Además se contaminan los ecosistemas con las más tóxicas sustancias: la extracción de oro requiere el uso de más de 20 químicos, entre ellos el cianuro.
Así, la minería se traduce en:
- Extinción de especies animales y vegetales
- Irrupción de los ciclos naturales
- Contaminación de ecosistemas
- Deforestación de bosques y selvas
- Extracción masiva de agua
-
¿Y por qué nos enojamos aún más?
Según pudo constatar el seminario Proceso, analizando un estudio sobre la minería en México que fue elaborado en 2012:
- Un minero canadiense gana en una hora lo que un mexicano en un día:
En Canadá un minero gana 208 dólares por una jornada. En México un minero gana 26 dólares por una jornada.
- Mucha de la información sobre concesiones mineras ha permanecido oculto desde hace más de dos décadas.
- Las empresas mineras, como lo han constatado investigaciones como la del periodista J.J. Lemus, están aliadas con el crimen organizado. Las células de éste protegen las periferias de las minas contra las protestas sociales.
- La extracción minera afecta especialmente a comunidades indígenas: más de 40 pueblos indígenas resisten esta ocupación, entre ellos:
Chatinos
Coras
Mixtecos
Rarámuris
Tepehuanes
ZapotecosDonde quiera que operan, las mineras generan conflictos sociales como:
- Enfrentamientos armados
- Desplazamientos forzados
- Acoso y asesinato a activistas (el más reciente el de un líder wixárica).
- Problemas de salud generalizados
- Escasez de agua
Según informes de la Cepal y la ONU, México es de los países con más conflictos mineros en América Latina: actualmente son más de 100 conflictos.
Y como también dio a conocer la Cepal, México es el único país donde las concesiones son de 50 años: en otros países del continente, las concesiones no exceden los 25 años.
Ante esto no podemos permanecer indiferentes
- Se debe impulsar una reforma a las leyes que regulan, en materia económica y ambiental, la minería.Así mismo, debe pugnarse porque se elaboren consultas libres e informadas antes de dar ninguna concesión: éstas deben darse incluso antes de las evaluaciones de impacto ambiental y de cualquier otro tramite que no involucre a la sociedad.
Debemos saber que a los indígenas los amparan derechos internacionales, como los contenidos en el convenio 169 de la OIT respecto a los pueblos y tribus indígenas.
Así mismo, los ciudadanos contamos con derechos en la Constitución referentes al derecho a un ambiente sano, a la alimentación y al agua, que también debemos velar y hacer válidos ante la invasión de las mineras canadienses en nuestro territorio. Para esto también podemos seguir distintas iniciativas, como la de La Red Mexicana de Afectados por la Minería (REMA).
También, como planteó el Tribunal Permanente de los Pueblos en 2014, todos los Estados deben elaborar normas para las empresas trasnacionales que estén vinculadas por el derecho internacional. Según la especialista Ana María Suárez Franco, de la Food First Information and Action Nertwork:
Desde hace 40 años la sociedad civil está pidiendo a Naciones Unidas que se cree un tratado vinculante y obligatorio que regule las actividades de las compañías transnacionales en relación con los derechos humanos.
Que el ejemplo de los indígenas haga más que inspirarnos: seamos verdaderos activistas contra el despojo.
Fuente:http://www.remamx.org/2018/10/no-a-la-mina-si-a-la-vida-por-que-deberia-enfurecernos-que-las-mineras-canadienses-invadan-territorio-mexicano/