19 de Junio de 2012
La minera Vale dio ayer la cara en Río Colorado respecto de su proyecto de explotación de sales de potasio y el transporte ferroviario del mineral desde el sur de Mendoza hasta Bahía Blanca.
Se indicó que la posibilidad del cambio de traza ferroviaria no es competencia de la firma; y que no hubo ningún estudio de impacto ambiental porque la ley no lo estipula necesario.
Finalmente ayer se llevó a cabo la esperada reunión entre vecinos de esta población y directivos de la empresa minera Vale Do Río Doce –que lleva adelante el proyecto de extracción de cloruro de potasio–, quienes dejaron bien en claro que en esta localidad no se realizó un estudio de impacto ambiental porque –explicaron– ninguna legislación vigente plantea la necesidad de hacer uno, y afirmaron que el promedio de trenes que pasen por la ciudad será de 1,3 diarios una vez que el emprendimiento se encuentre en funcionamiento.
Asimismo, destacaron que la decisión sobre el posible cambio de traza –que demandan los habitantes de Río Colorado para que las formaciones ferroviarias no pasen por el interior del pueblo– no se encuentra en manos de la firma, ya que el Estado es el dueño de las vías y Ferrosur es el concesionario del servicio.
En este marco, en el recinto del Concejo Deliberante y ante un centenar de personas, Damián Calos (Medio Ambiente), Gustavo Crescini y Gustavo Di Franco (gerentes del área de Operaciones), Alejo Jolías (Soluciones Logísticas) y Sergio Alcalá (Asuntos Corporativos y Comunicacionales), respondieron durante unas dos horas los requerimientos de los vecinos.
Luego de una presentación multimedia de lo que será el proyecto Potasio Río Colorado y los cuestionamientos iniciales por parte del público –incluso había jóvenes que se oponían mediante pancartas a la actividad minera–, los representantes de Vale explicaron que «no hay estudio de impacto ambiental porque no nos fue requerido por ninguna legislación vigente».
«Esto es así simplemente porque no estamos incorporando ninguna actividad nueva, sino que estamos utilizando un tramo de vías existente que sirvieron para desarrollar las localidades hasta que en algún momento cayó el transporte ferroviario», expresó Crescini, quien también negó que se haya utilizado un informe ambiental hecho en la localidad de Cinco Saltos.
«Tampoco presentamos en Río Colorado ninguna documentación, aunque si es necesario haremos lo que haga falta», agregó.
En cuanto al número de formaciones ferroviarias que pasarán en forma diaria por la localidad, afirmaron que ese número aparece en una declaración de interés nacional.
«En caso que quisiéramos incrementar esa cantidad, primero deberíamos hablar con la provincia de Mendoza, que es quien dio el permiso de explotación. Después, todo es cuestión de ponernos de acuerdo con personal de Defensa Civil y los bomberos para poder brindar seguridad a la comunidad que deberá acostumbrarse al paso del tren», señaló Crescini, despertando algunos gritos de desaprobación ante esa posibilidad.
No faltó en el recinto algún cruce entre dirigentes políticos opositores entre sí con cargos en el gobierno de Río Colorado, concretamente entre la concejal Ana Cristina Fernández y el secretario de Gobierno comunal, Marcelo Casalla. Además, se hizo notar la falta de funcionarios municipales y rionegrinos del área de Medio Ambiente.
Inclusión
En un futuro encuentro, se indicó, se tratará de incluir otros actores con quienes se pueda hablar de un posible cambio de la traza del ferrocarril que transportará el producto desde el sur de Malargüe (Mendoza) a Bahía Blanca ya que, como se indicó en la reunión, la decisión no está en la esfera de la minera tal decisión.