Los investigadores de la Universidad de Sonora no quitan el dedo del renglón, y reiteran que el agua del Río Sonora y por ende la que consumen los hermosillenses tiene un alto contenido de metales pesados, por lo que es un auténtico riesgo a la salud.
Ante el silencio cómplice de las autoridades de Salud, Semarnat, Profepa y del Grupo México por la falta de una real remediación de los desechos tóxicos mineros en el Río Sonora que general una grave contaminación, los investigadores Reina Castro Longoria y Antonio Romo Paz, alertan que los efectos dañinos de los metales pesados podrían afectar hasta en una tercera generación de sonorenses.
El agua que consumen 25 mil pobladores de siete municipios aledaños al Río Sonora al igual que los habitantes de Hermosillo con líquido proveniente de la contaminada presa de El Molinito, tiene arsénico en un 170 mil 800 por ciento del valor máximo permitido por la Norma Oficial Mexicana.
No son versiones alarmistas o catastrofistas de los investigadores de la Unison, sino sus informaciones están basadas en un informe elaborado por el Instituto de Geología de la UNAM, que según ellos fue dado a conocer por la Semarnat.
Señalan que además del arsénico, el resto de los metales pesados analizados como el hierro, zinc, aluminio, cobre, manganeso, cadmio, cromo, tienen concentraciones superiores al menos en un 1020 por ciento a lo establecido en la legislación.
El cóctel de metales pesados es mortal para los usuarios de las envenenadas aguas del Río Sonora, razón por la cual la Conagua, Semarnat, Profepa y la Secretaría de Salud tienen la obligación de informar de manera convincente y con pruebas contundentes de que no hay riesgos para la salud de los sonorenses por el consumo del agua del Río Sonora.
De encontrar el más mínimo riesgo a la salud por el consumo de agua de mala calidad, las autoridades deben de suspender de manera emergente el suministro del agua mediante pozos a los siete municipios ribereños y cancelar el abasto de la Presa El Molinto a los hermosillenses.
Para fortuna de los hermosillenses, se podría hacer frente a la problemática con el suministro de agua limpia de Los Bagotes de la Costa de Hermosillo y otros pozos de la ciudad, pero sobre todo con el trasvase de agua de la Presa de El Novillo a través del acueducto Independencia.
Como vemos, no todo está perdido en Salamanca, pero por lo pronto las familias hermosillenses deben de suspender el consumo de agua del grifo para evitar una pandemia.
SE ENCIENDEN LOS FOCOS ROJOS EN EL NORTE DE SONORA
Los enfrentamientos armados entre narcos y policías, aunado a los hallazgos de ejecutados en el norte de Sonora, prenden los “focos rojos” en materia de seguridad al nuevo gobierno estatal.
En la región de El Sásabe, las autoridades policiacas encontraron siete personas sin vida sobre un arroyo en un predio ubicado en la línea fronteriza con Estados Unidos de Norteamérica.
Las personas encontradas sin vida presentaban a simple vista heridas producidas por proyectiles de arma de fuego, y de acuerdo al Médico Legista tenían alrededor de cinco días de haber fallecido.
El secretario de Seguridad Pública Adolfo García Morales, y el procurador Rodolfo Montes de Oca Mena, tendrán que estrechar la coordinación con las autoridades federales para que no se les salga de las manos la seguridad de los sonorenses.
DESFALCO DE FINANZAS DE HERMOSILLO OBLIGA A CONTRATAR CREDITO
Al igual que otros municipios, Hermosillo también quedó desfalcado en sus finanzas, razón por la cual el alcalde Manuel Ignacio Acosta, solicitó al Congreso del Estado la autorización para contratar deuda hasta por 100 millones de pesos a fin de salir adelante con las deudas de corto plazo y enfrentar los gastos de aguinaldos y otras prestaciones de los trabajadores municipales.
El ex alcalde naranjero panista Alejandro López Caballero, disparó la deuda púbica de la capital sonorense hasta alcanzar los 2 mil millones de pesos, siendo lo más graves que ese endeudamiento no se reflejó en el desarrollo de la ciudad, porque la dejó colapsada en pavimentación, infraestructura urbana y sobre todo en las finanzas.
La deuda solicitada por el Maloro de 100 millones de pesos solo será un paliativo porque la deuda de corto plazo heredada por López Caballero es de 500 millones de pesos.
Para lograr mayor confianza de los hermosillenses, el alcalde Maloro Acosta designó a un grupo de ciudadanos para vigilar cada área de su administración, pues desde el arranque de su administración delineó un modelo de gobierno transparente, eficiente, cercano a la gente, de resultados, eficaz, pero sobre todo que rinda cuentas de manera permanente a la ciudadanía. Eso hace la gran diferencia con el anterior gobierno panista, el cual despilfarró los recursos públicos, hipotecó a los hermosillenses y pasó con más pena que gloria. (g_navarro_ruiz@hotmail.com)