Moisés Barriga
La minería informal es la principal fuente de contaminación de las más grandes cuencas hidrográficas de las vertientes del Titicaca.
Durante este año, entró a la agenda mediática, la instalación de mineros informales con maquinaria pesada en las riberas del río Inambari, empeorando la contaminación que sufre esta cuenca, sobre todo en las zonas de Mukumayo – Ayapata, Yanahuaya y Limbani.
El informe de constatación de la Defensoría del Pueblo de Puno, se resalta la presencia de 2 mil mineros informales que extraen oro en las riberas del Inambari, de igual manera existen maquinarias pesadas. La Dirección Regional de Energía y Minas (DREM) de Puno informó que algunos grupos de informales de Ananea y de la zona alta de Cuyo Cuyo se desplazaron a la selva al verse amenazados por las últimas resoluciones que prohíben actividades mineras en las cuencas de Ramis y Suches.
La actividad minera informal en la región de Puno ha tenido la participación de varias autoridades que se confirmó con la versión de Gerardo Smith Quispe, titular de la DREM, quien manifestó que en la selva de Puno, existen algunas autoridades municipales y titulares de concesiones mineras que promueven las actividades ilegales. »Tenemos conocimiento de que alquilan maquinarias o parte de sus concesiones, cobrando montos cuantiosos de dinero a los mineros sin un recibo, por lo que se hace difícil comprobar dichas acciones irregulares» señaló Smith Quispe.