Efectivamente, la minería es la segunda causa más importante de la desaparición de superficie de cultivo de alimentos (solamente superada por sequías severas). La situación es grave, pues esta actividad causa la pérdida de unos 7 millones de hectáreas al año en el mundo, según agencias de la ONU. Asimismo, los estudiosos consideran que la minería genera al año en México, algo así como 69 por ciento de emisiones tóxicas reportadas del sector industrial, excluyendo a Pemex y CFE.
Aún cuando en México se desconoce oficialmente el número de hectáreas agrícolas perdidas al año por la industria minera, no quiere decir que no exista el problema. Simplemente se trata de ocultar la información.
Sin embargo, el poder destructivo y de transformación de la minería a cielo abierto es tan grande que prácticamente afecta todo aquello que se encuentre a su alcance en 170 kilómetros a la redonda.
De acuerdo con estudiosos de la UNAM, una mina como Cerro de San Pedro (SLP), por cada gramo de oro que se extrae se producen por lo menos, 4 millones de gramos de desechos sólidos con diversos grados de toxicidad y 2 millones de gramos de agua altamente tóxica. Estas cifras habrá que multiplicarlas por 2 millones 834 mil 952.31 gramos del metal áureo que produce al año esa mina a cielo abierto.
La Compañía de Fresnillo en el Saucillo, Zacatecas, reporta emisiones tóxicas anuales de 36 millones de kilogramos; en tanto que la Compañía Minera Nuevo Monte, en Zimapán, Hidalgo, utiliza 6.7 millones de kilogramos de arsénico.
Claro que en el país existen minas de menor importancia que la citada, pero también existen otras que la superan con mucho. Además, el número de minas en manos de empresas extranjeras dicadas a la explotación de metales preciosos ascienden, al menos, a 500 y unas 200 que están en poder de menos; Carlos Slim es uno de ellos.
Asimismo, los estudiosos consideran que la minería genera al año en México, algo así como 69 por ciento de emisiones tóxicas reportadas del sector industrial, excluyendo a Pemex y CFE.
Tampoco hay que olvidar los miles y miles de millones de toneladas de jales mineros que dejan abandonados, mismos que contaminan suelo, agua y aire. Además, de los polvos o material particulado que daña gravemente a los humanos.
La devastación que causa la minería es impresionante y su impacto inmediato, medio y largo plazo en lo medioambiental, salud, social y económico es demoledor.
La minería, así como otros factores, influeyen en la degradación del suelo, cuyo daño anual asciende a 74 mil 564 millones de pesos; la contaminación por residuos sólidos, en lo que la minería participa activamente, tiene un costo de 51 mil 569 millones de pesos.
En lo que se refiere a la contaminación del agua, que es multifactorial, la minería también tiene que ver mucho en ello, ese perjuicio representa un costo de 64 mil 632 millones de pesos.
Por lo que hace al agotamiento de recursos forestales y agua subterránea, la minería genera costos que ascienden a 14 mil 174 millones de pesos y 29 mil 478 millones de pesos, respectivamente.
Desde luego que la industria minera también participa en forma importante en la contaminación, del aire que se respira. Esa polución representa un costo de 532 mil 679 millones de pesos anuales.
Aunque algunas otras fuentes indican que los daños causados directamente por la minería alcanzaría 219 mil 138.2 millones de pesos por año.
Después de la anterior exposición, lo peor de todo es que las mineras solamente pagan por la concesión de cada hectárea, de 5.08 a 111.27 pesos por año, mientras que sus ganancias superan los 15 mil millones de dólares anuales, datos de estudios elaborados para la Cámara de Diputados.
Asimismo, se establece que el gobierno mexicano concesionó, hasta el 2010, a las empresas nacionales y trasnacionales, 56 millones de hectáreas. Eso representa algo así como una cuarta parte del país.
Sin embargo, se sabe que para el 2012, la superficie concesionada alcanzaba los 60 millones de hectáreas.
Otras investigaciones señalan que de acuerdo con las estadísticas de la Secretaría de Economía, se establece que de 1993 a 2012 se dieron 43,675 concesiones que representan 95 millones 765 mil 800 hectáreas. Eso quiere decir que casi medio país fue entregado a las mineras.
Pago de derechos sobre concesiones mineras en México
Concesiones y asignaciones mineras Cuota por hectárea (pesos)
I. Durante el primer y segundo año de vigencia 5.08
II. Durante el tercero y cuarto año de vigencia 7.60
III. Durante el quinto y sexto año de vigencia 15.72
IV. Durante el séptimo y octavo año de vigencia 31.62
V. Durante el noveno y décimo año de vigencia 63.22
VI. A partir del décimo primer año de vigencia 111.27
EXTRACCIÓN DE ORO EN MÉXICO
Entre los años 1521-1830 191,825 kilogramos
Entre los años 2000-2010 419,097 kilogramos
EXTRACCIÓN DE PLATA EN MÉXICO
Entre los años 1521-1830 56’144,000 kilogramos
Entre los años 2000-2010 33’465,000 kilogramos