Los altos precios de los metales preciosos han despertado el interés de compañías mineras australianas por invertir en México, uno de los países con mayor potencial minero del mundo.
Australia es un peso pesado en el sector de la minería, tanto por sus compañías mineras como por su nivel de extracción. Es el segundo productor de oro del mundo, superado sólo por China, y cuarto productor de plata, detrás de México, Perú y China.
Australia está negociando con México un ‘Acuerdo de Promoción y Protección Recíproca de Inversiones’, con el objetivo expreso de blindar sobre todo las inversiones en minería. “Las empresas australianas tienen interés en invertir en minería en México y están impulsando acuerdos”, señaló una fuente cercana a las negociaciones. Se espera que la demanda global de metales preciosos se incremente en los próximos años.
Jeffrey Christian, director de la consultoría CPM Group, con sede en Nueva York, pronostica que la producción mundial de oro -que ascendió a 115 millones de onzas en el 2010- se incrementará un 19.3% en los próximos cinco años.
“Muchos inversores están redescubriendo el oro como parte importante de sus carteras de inversión, al igual que algunos fondos institucionales y bancos centrales”, añadió.
Según ‘Deloitte Access Economics Investment Monitor’, el valor de los proyectos mineros definidos tanto los que se encuentran en construcción como los que se iniciarán en breve, ascendieron a 394 millones de dólares en la primera mitad del 2011.
En la cima de ese auge, se ubica la multinacional minera anglo australiana BHP Billiton -la compañía minera más grande del mundo- que lidera la producción mundial de plata con 46.6 millones de onzas, superando a la mexicana Fresnillo Plc, que produjo 38.6 millones de onzas en el 2010.
Con 40,000 trabajadores, BHP Billiton opera una amplia gama de operaciones mineras en 25 países, incluyendo hierro, diamantes, manganeso, carbón, cobre, níquel, petróleo y bauxita.
En agosto pasado, BHP Billiton informó que cerró su año fiscal con utilidades por 12,722 millones de dólares, lo que supone más del doble de las ganancias del ejercicio precedente.