En febrero se fugó por una falla mecánica de uno de los 10 tanques de lixiviados en la falda del cerro El Limón, afirma. Los vecinos sufren enfermedades debido a la contaminación del aire y del agua mediante 10 escurrimientos, denuncian. Las instancias a las que acuden en busca de ayuda terminan cooptadas por la minera, la Semaren recibió 50 millones de pesos, aseguran.
La minera Media Luna, subsidiaria de la empresa canadiense Torex Gold que explota las minas Media Luna y Guajes-El limón cerca de Nuevo Balsas, municipio de Cocula, ocultó en febrero pasado, un mes antes de que fuera inaugurada, el derrame de aproximadamente 5 mil litros de cianuro combinado con agua en las faldas del cerro del que extrae oro y plata.
Uno de los ex trabajadores de la minera, informó que la empresa canadiense ocultó el accidente echando tierra sobre el área en donde se derramó el líquido, y advirtió que las consecuencias podrían ser graves.
Ayer decenas de vecinos denunciaron que desde enero adultos mayores y niños padecen de infecciones en la garganta y en los ojos, así como ronchas en la piel y enrojecimiento de las mejillas.
En una reunión con dirigentes de la Dirección Colectiva de Organizaciones Sociales, Civiles, Estudiantiles y Sindicales, los habitantes denunciaron que la minera ha convertido en pueblos enfermos y pobres a Nuevo Balsas, la Nueva Fundición y Nuevo Real de Limón, a nueve años de que inició los trabajos de exploración y a nueve meses de que comenzó a explotar la mina Los Guajes-El Limón, cerca de estas localidades.
La reunión fue en las instalaciones de la Unidad Deportiva de Nuevo Balsas a donde asistieron unos 200 vecinos en un ambiente hostil por la permanente vigilancia de policías estatales a bordo de dos patrullas que envió el gobierno del estado y se encargan de la seguridad de la minera. Los agentes en todo momento se mantuvieron cerca tomando fotografías de los dirigentes de las organizaciones, así como a los habitantes que participaron en la reunión.
Los inconformes con la minera tienen presente todavía que hace un mes recibieron amenazas en mensajes telefónicos de celular, en los que les advirtieron que dejen el movimiento, de lo contrario les va a pesar. Esa vez la denuncia la hicieron en conferencia de prensa en Chilpancingo. Entonces denunciaron que las amenazas provienen del crimen organizado con el visto bueno de la minera y del gobierno del estado, a los que responsabilizaron si se cumplen.
Bajo este ambiente de intimidación la mayoría de los asistentes se inhibieron y se reusaron a hacer las denuncias públicamente. Sin embargo, en corto y con la petición de que no se publicaran sus nombres informaron de las consecuencias de los trabajos de la minera, que igual que el gobierno del estado se ha negado a reconocer que provoca una grave contaminación en la zona.
Antes de la reunión, un ex trabajador de la empresa denunció que Media Luna ocultó en febrero pasado el derrame de aproximadamente 5 mil litros de cianuro combinado con agua en la falda del cerro conocido como El Limón.
Dijo que se calcula que el mortal líquido se expandió varios kilómetros a la redonda. Explicó que no se puede calcular con precisión el área afectada debido a que la empresa de inmediato cubrió la zona siniestrada con tierra, para lo cual utilizó maquinaria pesada conocida como buldócer.
Informó que el líquido se derramó al parecer por una falla mecánica de uno de los 10 tanques de lixiviados que utiliza la minera para el proceso de separación del oro de otros minerales. Informó que cada uno de los 10 tanques contiene 80 mil litros de cianuro combinado con agua, pero que sólo 5 mil litros alcanzaron a derramarse del segundo tanque.
Dijo que el incidente fue ocultado por la empresa debido a que el 28 de marzo sería la inauguración.
Explicó que antes, a mediados de diciembre, en el edificio de la planta procesadora se reventó una manguera y también hubo derrame del líquido, aunque fue menor y sólo al interior de las instalaciones.
Además de estos percances los habitantes de Nuevo Balsas, La Nueva Fundición y Nuevo Real de Limón, denunciaron que a 9 años de que la minera comenzó los trabajos de exploración (inició en el 2007) y a 9 meses de que comenzó a explotar oro y plata sufren las consecuencias de la contaminación, sobre todo los adultos mayores y los niños.
Sufren de enfermedades “raras” y los médicos no se dan abasto
En la reunión se presentaron vecinos con padecimientos de tos, infecciones en la garganta y en los ojos y asma, se les veían ronchas en la piel y enrojecimiento de las mejillas.
Todos aseguraron que es consecuencia de la contaminación del aire que provoca el polvo durante las detonaciones de cohetes por la minera. También por la contaminación del agua mediante 10 escurrimientos que bajan desde la punta del cerro donde la empresa explota a cielo abierto los minerales.
En el encuentro reiteraron que a pesar de que la minera y el gobierno del estado han asegurado que no existe contaminación, la mayoría de los habitantes sufre de estas enfermedades “raras”.
Algunos de ellos dijeron que llevan meses con tos y que en el centro de salud los médicos les dicen que son simples infecciones, y sólo les recetan pastillas.
El caso más grave es el que contó don Juan Arteaga Medina, vecino de La Fundición. Dijo que desde enero pasado comenzó con una tos y se le ha ido la voz, además se le cayeron los párpados. El hombre de 76 años dijo que sólo con lentes oscuros puede tener media visibilidad. Asimismo, con muchos esfuerzos se hace escuchar por lo bajito de la voz.
Otro de los enfermos es Melitón Sotelo Vargas, quien también desde abril tiene una tos que no le han podido sanar los médicos del centro de salud.
Informó que carece de recursos para tratarse con un especialista, porque aunado a ello el mismo mes de abril le robaron el cheque de 79 mil pesos que le dio la minera Media Luna por la tierra de uso común. Denunció que ha solicitado la reposición del cheque pero que la minera lo manda con las autoridades ejidales del pueblo y éstas le han dicho que no le van a devolver el dinero por haber participado en los bloqueos a los accesos de la mina en abril y mayo pasado.
Debido a la proliferación de las enfermedades, los dos médicos que atienden el centro de salud no se dan abasto, y ha llegado el caso de que los pacientes se regresan sin ser atendidos, dijo uno de los dirigentes naturales del pueblo.
Contó que hace dos semanas acudió al centro de salud y le dijeron que no podía ser atendido, cuando insistió el médico de malhumor le reprochó que no sabía leer enseñándole el anuncio del horario de atención.
El paciente le contestó, “no vengo a que me regañe, vengo a que me cure y cuando le alzó la voz al médico éste accedió y se disculpó: “No es que no lo quiera atender, pero entienda que antes con un médico era suficiente pero hoy con dos no nos damos abasto”.
Denunciaron que las enfermedades son consecuencia de la contaminación del aire por el polvo que provoca la detonación de los cohetes, y la contaminación del agua a través de 10 escurrimientos que bajan a la presa del Caracol en donde pescan los pocos peces que no han emigrado por las explosiones.
“La mojarra ahora se descompone al día siguiente”
Paralelamente, la pesca que es a lo que se dedica el 70 por ciento de la población sigue disminuyendo.
Actualmente de 300 kilos diarios que pescaban antes de que comenzaran los trabajos de la minera, solamente obtienen de 15 a 20 kilos. Lo que disminuyó sus ganancias de 15 mil pesos a la semana a poco menos de mil, “y a veces ni para la gasolina”, dijo uno de los pescadores.
Una de las intermediarias que compra a los pescadores y entrega el producto en ciudades como Iguala o Cuernavaca, explicó que además de que disminuyó la pesca, la mojarra ahora se descompone al día siguiente o a los dos días, y cuando la conservan en hielo se pone blanca y aguada “y así los clientes ya no quieren comprar”. Aseguró que la mojarra está saliendo con manchas y hace desconfiar de su calidad a los clientes.
La diminución del producto y las pocas ganancias de los pescadores originó que desde abril pasado exijan a la minera una indemnización de 500 mil pesos anuales.
Los productores denunciaron que la minera no les ha pagado la reparación de sus motores que son dañados por las rocas que ruedan hacia el río durante las explosiones.
Uno de los pescadores dijo que sólo a algunos les dieron de 10 mil a 30 mil pesos por la reparación de un motor, y hay algunos que tienen tres.
Denunciaron que esa cantidad no alcanza a cubrir el costo total del motor que es de 80 a 90 mil pesos.
Durante la reunión los habitantes se dijeron desesperanzados porque no han prosperado sus demandas y por el contrario, todas las instancias con las que han entrado en contacto en busca de ayuda han terminado cooptados por la minera, “aquí nos dieron la espalda el comisario municipal y el comisariado ejidal, también el presidente municipal y el gobernador”.
El dirigente de los inconformes declaró que desconoce cuánto les dio la minera a las autoridades del pueblo y al presidente municipal, pero que saben que el gobierno del estado recibió mediante la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naurales (Semaren) 50 millones de pesos.
Dijo que hasta los abogados que les ayudaban a presentar una demanda en contra de la minera de pronto les dieron la espalda sin explicación de por medio, “suponemos que también les dieron su mochada para que ya no siguieran ayudándonos”.
El grupo de inconformes, que viene agrupándose al margen del comisario municipal y del Comité Ciudadano de Nuevo Balsas, que son los que encabezan las negociaciones con la minera y el gobierno del estado, reconocieron que con la Dirección Colectiva de Organizaciones Sociales, Civiles, Estudiantiles y Sindicales tienen la última esperanza.
“Queremos que nos desengañen si se va a poder o no, para seguir adelante, si no mejor le paramos y de una vez nos dejamos morir o que nos maten. La gente la mera verdad ya está impaciente. Ya ha perdido las esperanzas”, dijo el líder del grupo.
Luego de una reunión de casi 2 horas, los pobladores acordaron sumarse a la Dirección Colectiva y desde esta agrupación buscar una reunión con el gobernador Héctor Astudillo Flores para que atienda sus demandas.
Asistieron a la reunión, el dirigente de la Asamblea Popular de los Pueblos de Guerrero (APPG) Nicolás Chávez Adame, el dirigente de la sección 17 de los mineros de Taxco Roberto Hernández Mojica, Araceli Fierro Torres representante de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación Guerrero (CETEG), y un representante del Sindicato Único de Trabajadores del Colegio de Bachilleres.