Paralizada. Así está la construcción de la Fase V de Minera Escondida, proyecto de US$ 4.500 millones que permitirá a la mayor mina de cobre del mundo aumentar de 1 a 1,3 millones de toneladas su producción al 2015.
La compañía, controlada por BHP Billiton, fue afectada el fin de semana por las movilizaciones que realizaron un grupo de trabajadores contratistas del proyecto, que piden mejoras salariales y mayores beneficios.
Según fuentes del proyecto, hubo actos de vandalismo bastante extremos dentro de las operaciones, que incluyeron bloqueos de caminos y también personas y ambulancias apedreadas.
Por estos hechos, la minera decidió suspender la expansión de la Fase V hasta que el Consorcio BSK -conformado por las empresas Sigdo Koppers y Bechtel Chile- solucione el conflicto con los trabajadores.
Así lo confirmó el presidente del Sindicato Interempresa de Montaje Industrial y Obras Civiles (Sinami), Robert Saldía, quien señaló que el gerente de Recursos Humanos de BHP Billiton, Marcelo Montenegro, comunicó el pasado sábado a los trabajadores externos sobre la decisión de paralizar las obras durante uno o dos meses. Asimismo, indicó que las manifestaciones no fueron violentas.
Sin embargo, las fuentes ligadas al proyecto indicaron que no hay un plazo fijo para la suspensión, y que en la medida que se den las condiciones retomarán la construcción.
Mediante una comunicación interna, el acting president de BHP, Pedro Damjanic, anunció que la empresa está evaluando las acciones judiciales pertinentes “respecto de los hechos que atentaron o hayan podido atentar contra la seguridad de las personas o instalaciones”. Asimismo, precisó que “salvo las áreas de proyectos, las operaciones de nuestras faenas en Escondida están operando con total normalidad”.
Antecedentes
Según comentó Saldía, los problemas se iniciaron en septiembre del año pasado, con el comienzo de las negociaciones entre los trabajadores contratistas y el Consorcio BSK. En dichas tratativas, los trabajadores buscaban que sus sueldos se equipararan a los del sector, y también querían conseguir vuelos aéreos para los que necesitaban movilizarse de Santiago al sur. Sin embargo, asegura que todas esas demandas fueron rechazadas, lo que provocó que sólo parte de los empleados firmara un acuerdo a inicios de diciembre. Ahora, el problema se generó porque no todos estuvieron de acuerdo con dicha negociación. Saldía explicó que en ningún momento se detuvo la producción de Escondida y que hubo preocupación por mantener los niveles de seguridad.
Según las fuentes del proyecto, están a la espera de que se den las conversaciones entre los trabajadores y la empresa contratista. Según el Sinami, ayer no hubo contactos y esperan pedir la intervención del gobierno.