La empresa Duke Energy informó que comenzará a entregar agua embotellada a los residentes que habiten cerca de las minas de carbón de la compañía en Carolina del Norte, a quienes las autoridades han recomendado no consumir agua de sus pozos.
Hasta ahora, más de 150 pozos residenciales cerca de los vertederos de Duke no han superado los estándares estatales de calidad del agua subterránea. Eso representa más del 93% de los pozos en los que se han realizado pruebas, y aún faltan varios más por ser muestreados. Muchos de los resultados muestran niveles preocupantes de metales pesados tóxicos, como vanadio, plomo y cromo hexavalente, todos ellos encontrados en las cenizas de carbón.
La compañía eléctrica más grande de Estados Unidos sólo ha entregado agua embotellada a un puñado de habitantes, pero la portavoz de Duke, Erin Culbert, dijo el martes que la operación se expandirá a lo largo del estado para incluir a todos los residentes que recibieron una carta por parte del gobierno en la que se les informó que su agua está contaminada.
La decisión viene antes de que Duke se declare el jueves culpable de nueve crímenes ambientales, como parte de un acuerdo negociado con la fiscalía federal en el que deberá pagar 102 millones de dólares en multas y compensaciones.
Durante años, Duke rechazó rotundamente haber cometido alguna infracción. Pero en diciembre, la compañía admitió en documentos regulatorios que había identificado unas 200 fugas y filtraciones en sus 32 vertederos de cenizas de carbón en el estado, que se combinan para emitir más de 11 millones de litros (3 millones de galones) de agua contaminada al día.
Pese a ello, la compañía señala que no es responsable de la contaminación encontrada en los pozos residuales que rodean sus plantas energéticas impulsadas por carbón.
Culbert dijo que es posible que la contaminación sea el resultado de un proceso natural que ya está presente en los suelos y piedras de la zona, y no por los fosos de carbón de la compañía.
«Basados en los resultados de los exámenes estatales que hemos revisado hasta ahora, no tenemos indicio alguno de que las operaciones de las plantas de Duke Energy tengan influencia alguna en las aguas de pozos de los vecinos», dijo Culbert antes de agregar que se necesitaban de más estudios.