23 de Julio de 2012
Leticia Ánimas, Milenio
Tras deslindar a su administración de los trabajos de la exploración para encontrar oro que la canadiense BDW International Drilling realizó en la comunidad de San Miguel Tenango,
el edil de Zacatlán, Mario Alberto Cruz González, admitió que de concretarse la extracción a cielo abierto habría un grave daño ecológico sobre el Área Natural Protegida cuenca hidrológica del Río Necaxa.
La población –ubicada a 13.5 kilómetros de la cabecera municipal– se encuentra dentro de un “Área de Protección de Recursos Naturales Zona Protectora Forestal Vedada”, reconocida por el Congreso de la Unión el 9 de septiembre de 2002 que comprende 37 mil 557 hectáreas, en las que una propuesta de adición al artículo 46 de la Ley de Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente, aprobada por el Senado,“prohibió realizar obras y actividades de explotación minera a cielo abierto o de tajo abierto”.
Aunque el alcalde de extracción priista aseguró que no ha tenido contacto ni con funcionarios ni con empleados de la minera Plata Real, a la que le fue concesionada una extensión de tierras, indicó que sabe “por informaciones” de los sanmigueleños que desde el año pasado hay una empresa que ha barrenado algunos terrenos y que como autoridad local no ha intervenido “porque por ley no podemos impedir el libre tránsito a nadie, ni el paso a predios particulares si los propietarios les dan permiso”.
Sin embargo, añadió, que estos trabajos, que a la fecha están suspendidos porque se espera el resultado de los estudios geológicos sobre la calas, se hicieron “lejos de los ríos, de las cañadas y de los caminos federales o municipales”, por lo que descartó que al momento se haya producido algún tipo de afectación.
En contraste, el presidente auxiliar de San Miguel Tenango, Tomás Palma González, manifestó que en su comunidad están inconformes con las actividades mineras a las que calificó como “un desastre” porque han afectado los manantiales y dañado los caminos con su maquinaria pesada.
“Las aguas se han movido unos 300 metros de su cauce y cuando perforaron el agua salió contaminada, como chocolate, nunca la habíamos visto así. Con las máquinas que subieron dañaron los caminos y no vimos ningún beneficio para el pueblo”, añadió.
La comunidad –ubicada a mil 960 metros sobre el nivel del mar– está habitada por unas dos mil 200 personas, mayoritariamente indígenas y dedicadas a la elaboración de artesanías y tamales que venden en el mercado municipal, sólo el 50 por ciento de las viviendas cuenta con agua potable, mientras que un 40 por ciento tiene drenaje.
Palma González añadió que aunque hace apenas un año que gobierna a San Miguel, ningún trabajador de la minera lo buscó durante el tiempo que estuvieron ahí y ahora ha “escuchado rumores de que van a regresar”, tampoco le han dicho qué trabajos están haciendo, “lo ignoro todo”.
“Sólo vemos sobre los caminos la maquinaria que subieron y los destruyeron, le dieron trabajo a unas tres o cuatro personas que traían como guías y obreros, y ahora pido que si llega otra vez la compañía nos respete y que cuiden la naturaleza”, indicó.
El disfraz de Plata real
Aunque no se sabe la totalidad del área concesionada a la minera Plata Real, empresa de la que públicamente sólo se conoce un domicilio ubicado en la colonia del Valle en la ciudad de México, pobladores de Zacatlán especulan que se trata de un “disfraz” de la canadiense BDW Internacional Drilling of Mexico, una de las mineras de esa nacionalidad beneficiadas a partir de la reforma a la Ley de Minas, hecha en 1992, durante el gobierno de Carlos Salinas de Gortari.
De acuerdo con datos de la Dirección General de Minas de la Secretaría de Economía de octubre de 2011, durante el gobierno de Vicente Fox Quezada se concesionaron más de 30 millones de hectáreas para la explotación minera y más de 22 millones fueron dadas por Felipe Calderón Hinojosa a diversas empresas de las cuales 293 operan con capital extranjero y tienen un portafolios de 808 proyectos en total.
Usan diario 75 mil litros de agua para barrenar
Tardan 14 días para hacer un hueco de 800 mil metros
Entre 750 mil y un millón de litros de agua son necesarios para hacer cada una de las barrenaciones de 800 a mil metros de profundidad que utilizan las compañías mineras en la exploración de terrenos en busca de oro, “por eso que haya agua cerca es muy importante”, dio a conocer un ex trabajador de estas empresas en la sierra norte de Puebla.
Un hueco de estos, agrega, se hace en unos 10 ó 15 días, dependiendo de la dureza del terreno, de la profundidad. “Aquí por ejemplo, tardamos 14 días trabajado, teníamos cinco tanque de 5 mil litros de agua y las pipas los llenaban tres veces al día. Así que gastábamos 75 mil litros de agua diarios”.
Para darnos una idea, la cantidad de agua que usó la minera Plata Real en cada una de las barrenaciones que hizo en el cerro de San Miguel Tenango en el municipio de Zacatlán, podría servir para abastecer por tres años y medio a una familia de cinco personas a las que se abasteciera con 160 litros del líquido vital por día.
Pruebas positivas traerían devastación
Mientras “Jorge” nos pide no publicar su nombre y si se puede ni el del pueblo donde estamos, nos lleva cerro arriba para enseñarnos las placas de cemento que marcan las perforaciones hechas por la BDW International Drilling of Mexico para buscar el oro depositado en las entrañas de esta montaña.
Un sinuoso camino cubierto de nubes nos trajo a la comunidad que, barranca de por medio, puede verse desde El Mirador del recientemente designado Pueblo Mágico.
El armatoste que sostiene el techado de una cancha pública ataja de nuestra vista las viejas y hermosas construcciones del antiguo centro del rico poblado, cuyos habitantes jugaron un importante papel en la lucha por la independencia de México iniciada por el cura Miguel Hidalgo en 1810.
Aquí el patriota Francisco José Osorno, un labrador de la hacienda de Atlamajac, entró sin resistencia y lo convirtió en su centro de operaciones, además estableció una maestranza, una fundición de cañones y una casa de moneda.
La memoria de esas glorias, ahora puede traer la devastación al pueblo, de resultar positivas las pruebas que la minera canandiense-mexicana Plata Real a través de la BDW hicieron hace varios meses en busca de oro y plata.
Reservas y confesiones
Alcalde niega haber concedido permiso de uso de suelo
Con reservas para dar información sobre las actividades minero metalúrgicas que se desarrollan en Zacatlán, ubicado en la sierra noroccidental de la entidad, al grado de que el comunicador social Omar Arroyo Olvera quiso desviar la atención de este medio hacia su vecino Tetela de Ocampo, asegurando no tener noticas de algún proyecto de este tipo, las autoridades aceptaron que se han hecho excavaciones de entre 800 y mil metros de profundidad en busca del metal precioso y con la finalidad de establecer un proyecto de explotación a cielo abierto.
“Por conocimiento histórico –agregó el alcalde Cruz González– sabemos que la zona es prolífica en minerales valiosos como el oro y la plata, pero no sabemos exactamente la magnitud de lo que pueda haber”.
El presidente municipal negó que su administración haya emitido algún permiso de uso de suelo o licencia de funcionamiento y adelantó que no emitirá ninguna autorización si no se garantiza el equilibrio ecológico de las comunidades. Por ello, dijo, la responsabilidad principal de los trabajos realizados a la fecha, recae en las autoridades ambientales tanto a nivel estatal como federal.
“Sabemos perfectamente los mecanismos que se usan en la minería a cielo abierto, conocemos los riesgos de una explotación de este tipo sabemos los riesgos de deterioro de nuestro ecosistema, de los mantos freáticos y de las cuencas de los ríos que forman parte dela Cuenca Hidrológica de Necaxa. Sabemos los peligros que hay, de no existir las medidas que garanticen el bienestar de la población”, añadió.
Cruz González explicó que aunque no ha recibido comunicación oficial de ninguna autoridad sobre las actividades de la minera, sabe que de ponerse en marcha el sistema de lixiviados para la obtención del oro se usarán químicos como el cianuro, cuyos residuos por escurrimiento podrían ir a dar las cuencas de manera natural contaminándolas.
Por ello conminó a la Profepa, Semarnat y la Ssaot a que vigilen lo que se está haciendo en el municipio que gobierna. “Las empresas pueden hacer lo que la ley les permita, pero las instancias gubernamentales deben estar vigilantes y nosotros no daremos permisos para ninguna actividad riesgosa”.
El munícipe urgió a las instancias ambientales a que informen de los proyectos mineros sobre “la premisa de que socialmente se está generando un pánico popular, particularmente por lo que se escucha sobre Tetela” y casi se encomendó a la Providencia para que “las calas que han hecho no den los gramajes que los empresarios esperan y ojalá desistan de sus interés en la Sierra para no generar un caos ecológico en la región”.
Sin beneficio para Zacatlán; trabajo para extranjeros
Con horarios de hasta 12 horas, ayudaron a mover piedras de las perforaciones
Mientras salimos del centro, Jorge nos habla de su trabajo en jornadas de 12 horas que iniciaban a las 7 de la mañana y terminaban a las 7 de la noche: “a nosotros nos tocaba sacar de los grandes hoyos que hacían las pesadas máquinas, para entregársela en cajas a los geólogos. Ellos se encargan de ver si hay mineral. Las perforaciones se hacen con máquinas de distintos tamaños HQ, PQ, NQ, a 800 o mil metros de profundidad y unos 30 centímetros de diámetro”.
En la perforación, añade, se usan varios químicos, como la bentonita, que siempre les dijeron que no son tóxicas y sí biodegradables. Sin embargo, las Fichas Internacionales de Seguridad Química establecen que la exposición prolongada a este material y su inhalación provoca severos daños a los pulmones, como la fibrosis.
Abierto el profundo hueco se extraen las muestras, se le pone un código en la tapa de cada barreno, nunca les explicaron qué significan las letras “SPR”, las piedras se ponen en una caja, conforme al metraje en el que se obtuvieron para que ellos sepan dónde van a encontrar el mineral.
La minera Plata Real contrató a la BDW y en ésta sólo había cuatro empleados, un supervisor de nacionalidad peruana y tres personas más; sin embargo en este pueblo de 2 mil 200 habitantes, apenas 20 obtuvieron trabajo, sobre todo en labores pesadas como la carga de piedras y el traslado de los barrenos que se usaron en la perforación.
“Aquí vinieron antes los canadienses y después mandaron a los geólogos y la maquinaria para las exploraciones. No afectaron mucho. Donde es mucho lo dañado es en Chihuahua, cerca de San José del Sitio en Valle de Zaragoza. Ahí es mina grande abrieron un huecote, usan mucha dinamita”, explica.
Jorge niega que haya habido afectaciones, que cuidaron el río, que sólo entraron en una propiedad privada en que les dieron permiso, para hacer una planada para que cupiera la máquina. “No quieren contaminar ni tirar árboles, eran muy estrictos”, dice mientras con ansia pregunta si sabemos si la minera va a regresar, tiene varios meses desempleado y la BDW le pagaba “400 pesos al día, más bonos”.
Los geólogos y los trabajadores de la perforadora canadiense, estuvieron en San Miguel Tenango cuatro meses, cuenta, pero no han regresado “porque nos decían que aún no les han soltado la concesión, pero ya hay rumores de que sí van a regresar”.