07 de Agosto 2012
Antamina, una de los mayores productores de cobre y zinc del mundo, enfrenta la oposición de una comunidad peruana mientras el Gobierno asegura que investigará un derrame de concentrados de cobre
hace dos semanas que afectó a más de 200 personas.
El ministro de Energía y Minas, Jorge Merino, dijo que dos organismos reguladores investigarán las causas del derrame en un mineroducto de Antamina en la región norteña de Ancash el 25 de julio, en momentos en que el Gobierno enfrenta conflictos sociales por temores ambientales.
«Si es que ha habido un problema de abrasión, de desgaste, de mal manipuleo de válvulas, todo esto se va a determinar con una serie de análisis de laboratorio que ya están en curso», dijo el lunes Merino a periodistas.
«Se ha mandando hacer análisis de suelos, de pastos, del agua para ver si ha habido impacto. En función de eso se va a determinar la responsabilidad y sanciones a la empresa, es un debido proceso, no podemos sancionar sin investigar», agregó.
La oficina de fiscalización del ministerio del Ambiente (OEFA) y la agencia supervisora de minería Osinerming, estarán a cargo de la investigación.
Antamina, que opera su mina a 4.300 metros sobre el nivel del mar, es controlada por las firmas BHP Billiton Ltd, Xstrata, Teck Cominco Ltd y Mitsubishi Corp.
La firma, que ha invertido más de 3.000 millones de dólares para expandir su mina, produjo el año pasado 333.700 toneladas de cobre, equivalentes al 28 por ciento de la producción local.
Además produjo 235.400 toneladas de zinc, equivalente al 2,5 por ciento de la producción total de Perú. El país es el segundo productor mundial de cobre y tercero de zinc.
«Lo que ahora queda al Estado es definir las responsabilidades de la empresa (…) No es un tema solamente de limpiar y chao», dijo el director de calidad ambiental, Juan Narciso.
DEMANDA LOCAL
El Gobierno regional de Ancash dijo el domingo que presentaría una demanda por daños de al menos 2,0 millones de soles (unos 769.000 dólares).
Pobladores de la localidad de Cajacay han presentado dolores de cabeza, náuseas, ojos irritados y vómitos.
El gerente de Medio Ambiente de Antamina, Antonio Mendoza, dijo que una rotura del codo de una válvula provocó una fuga de concentrados de cobre que fue contenido en mayor medida por una «poza de contingencia».
«La estación funcionó de forma similar y permitió contener 42 toneladas de concentrados. Han sido 3 toneladas las que fueron esparcidos alrededor de la estación de control», dijo Mendoza en entrevista con Reuters.
«Estábamos transportando concentrando de cobre. Lo que ha sucedido es que eso es alcalino y puede ocasionar irritación de la piel, de las mucosas. Han habido personas que sintieron dolores de cabeza, náuseas, vómitos», agregó.
Sin embargo, el jefe de la comunidad de Cajacay, Hilario Morán, afirmó que la sustancia afectó a unas 200 personas que tuvieron que detener el avance del derrame al río Fortaleza – una importante fuente de agua de varias comunidades. Incluso los campesinos acudieron a un llamado inicial de Antamina y recogieron sin protección parte de los tóxicos derramados.
«Actualmente me encuentro muy preocupado por la salud de todos mis comuneros», dijo Morán.
Según documentos de la empresa difundidos por el diario local La República, el concentrado derramado era «muy tóxico» e incluye incluyen arsénico, sulfuro de hierro y sílice cristalina.
Antamina ha afirmado que unas 210 personas ha recibido tratamiento médico, incluyendo 42 que han sido hospitalizadas. Todos han sido dados de alta, afirmó en un comunicado.
Las agencias supervisoras han tomado muestra de sangre y pruebas de orina de los pobladores afectados y los resultados serán dados a conocer el viernes.
¿NORMAS MAS DURAS?
El Ministerio del Ambiente, por su parte, evalúa fijar reglas más estrictas a los ductos de minerales como el de Antamina, de 12 años de antigüedad, considerados como la mejor vía para trasladar los metales desde la zona andina rica en minerales hasta la costa del Pacífico.
«Tendremos que evaluar nuevas exigencias respeto a este tipo de ducto», dijo el director de calidad ambiental Narciso.
El derrame no afectó las operación dado que la empresa puso a funcionar rápidamente una línea auxiliar. No han hallado señales de contaminación en el río, agregó.
Humala busca un marco de «nueva minería» que pueda coexistir con el ambiente y beneficiar a las poblaciones rurales pobres. De hecho, el mandatario propuso recientemente que el derecho al agua figure en la Constitución.
Pero ha sido puesto a prueba por los casi 250 conflictos sociales, la mayoría en torno a la extracción de la riqueza natural de Perú, que amenazan inversiones por más de 50.000 millones de dólares para los próximos años.
Nueve de esas disputas involucran a Antamina, de acuerdo con el reporte de la estatal Defensoría del Pueblo.
Antamina dijo el fin de semana en su cuenta de Twitter que había completado el 98 por ciento de las labores de limpieza.
Sin embargo, Erick Mautino, del gobierno regional de Ancash, dijo que la compañía desestimó la magnitud del derrame.
«No somos en ningún punto antimineros pero las empresas tienen que ser responsables», dijo.