Con el de Jonotla son cuatro los gobiernos municipales de la Sierra Nororiental de Puebla que acordaron negar permisos de cambio de uso de suelo para la explotación minera, de hidrocarburos en cualquiera de sus formas, y para la instalación de hidroeléctricas, además de rechazar entregar conexiones para el servicio de agua potable a empresas extractivistas.
Lo anterior fue dado a conocer por el presidente municipal Gilberto Martínez García durante la Décimo Segunda Asamblea en Defensa del Territorio realizada en San Antonio Rayón, municipio de Jonotla, y en la que, según cálculos de los organizadores participaron más de 5 mil personas “porque ni los tamales alcanzaron”, luego de que realizaran una ofrenda de agradecimiento a la madre tierra.
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La determinación del Cabildo de Jonotla de declararse “municipio libre” de los denominados proyectos de muerte, se suma a la de Zoquiapan, Cuetzalan del Progreso y Tuzamapan, por lo que ya son cuatro las demarcaciones que “oficialmente” manifiestan su rechazo al modelo de desarrollo que se basa en la devastación de los bienes naturales.
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El alcalde Martínez García indicó que la decisión fue tomada el pasado 25 de febrero durante una sesión de Cabildo extraordinaria, pública y abierta; pero –agregó-, que no será suficiente si los pobladores “venden, concesionan o rentan sus tierras a las empresas que se interesan en comprarlos a un monto alto, poniendo en riesgo la vida de todos”. Por lo que los llamó a rechazar estas ofertas.
También estuvieron los de San Juan Tahijtij en Zacapoaxtla quienes les dieron a conocer que en noviembre pasado, tuvieron que echar de la comunidad a los ingenieros de la ICA que quiere construir cuatro hidroeléctricas en el río Apulco y luego de esto lograron que el presidente municipal Guillermo Lobato se comprometiera por escrito a negar los permisos para cualquier proyecto de este tipo, en esta junta auxiliar.
A la amenaza a los pueblos y su territorio por los proyectos extractivos, hay que sumar las expresiones de violencia que se dan sobre todo en la zona baja de Puebla y en algunos municipios de Veracruz, con ella, se explicó, se pretende amedrentar a los pobladores para que abandonen sus tierras y dejen de luchar.
Pero todo está interconectado, se dijo: la zona alta está concesionada a la minería y las presas hidroeléctricas y en la zona baja se realizará la explotación de hidrocarburos.
El informe del edil y el resto de las participaciones fueron escuchadas por habitantes de 158 comunidades de 25 municipios del estado de Puebla: Cuetzalan del Progreso, Tuzamapan de Galeana, Zoquiapan, Jonotla, Huitzilan de Serdán, Zapotitlán de Méndez, Olintla, Hueytlalpan, Zongozotla, Hueytamalco, Ayotoxco, Tenampulco, Zacapoaxtla, Huehuetla, Ixtepec, Yaounahuac, Teziutlán, Tlatlauquitepec, Tetela de Ocampo, y del estado de Veracruz: Espinal, Jalatzingo,Tlapacoyan, Atzalan y de 22 ejidos de Papantla, hermanados por su resistencia contra los “proyectos de muerte”.
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