Así lo sostuvo el presidente Enrique Peña Nieto al inaugurar la Planta Fénix de Altos Hornos de México, con el objetivo de que las empresas automotrices y de otros sectores ya no tengan que importar el metal.
El presidente Enrique Peña Nieto inauguró la Planta Fénix para la producción de acero, de Altos Hornos de México, en el poblado de Monclova, en Coahuila, la cual producirá 1,2 millones de toneladas de acero al año.
El objetivo es que con esta nueva producción de acero, las empresas automotrices y otros sectores ya no tendrán que importar el acero, lo podrán comprar en México a precios más bajos.
«Aquí se fundirán por primera vez en México los aceros con las especificaciones que demandan sectores estratégicos del país, como el automotriz, el ferrocarrilero, y el energético y el de maquinaria pesada, los US$2.300 millones invertidos, permitirán incrementar la capacidad productiva de esta empresa en 1,2 millones de toneladas de acero anuales», explicó.
En el evento en el que participaron el presidente del consejo de administración de Altos Hornos de México, Alonso Ancira, así como el gobernador de Coahuila, Rubén Moreira; el jefe del Ejecutivo destacó que esta producción de acero atraerá inversiones del sector automotriz y aeroportuario por un total de US$11 mil millones.
El mandatario destacó que México deberá seguir incrementando su capacidad productiva así como los 44 tratados de libre comercio que ha firmado con diversos países.
«No tengamos temor ni miedo, lo hemos venido acreditando, antes se decía que con la apertura comercial que México estaba teniendo y que hoy tiene suscrita con 44 mercados, con doce convenios de apertura comercial con 44, que eso podía significar que esos países iban a venir a adueñarse de la industria nacional, lo que ha ocurrido es exactamente lo contrario, el desarrollo de capital humano que queremos. Esa es justamente la que nos va a permitir competir con el mundo entero», agregó.
Por su parte el secretario de economía, Ildefonso Guajardo destacó que en América del Norte, se está dando una reconfiguración de la producción de manufactura y a través de este tipo de inversiones, México tiene que incorporarse a este nuevo esquema.