Héctor Estepa
Piscinas de una mina de litio, en la salina de Atacama, en Chile IVAN ALVARADO | reuters
El país tiene identificadas 1,7 millones de toneladas, pero todavía no ha empezado a producir un mineral determinante para el futuro de la industria y de la tecnología
12/06/2022
El llamado «oro blanco» se ha convertido en uno de los principales asuntos de debate en México. El país norteamericano ha decidido nacionalizar la explotación del litio, un mineral en el que las actuales autoridades han puesto una gran parte de la esperanza de desarrollo a medio plazo. «Es estratégico y significa el futuro de la industria y de la tecnología», dijo en abril el presidente, Andrés Manuel López Obrador, cuando el Senado dio luz verde a reconocer el litio como patrimonio de la nación, y prohibió, al mismo tiempo, otorgar concesiones, permisos, autorizaciones o contratos privados para poder explotarlo.
La aprobación de la norma se produjo apenas dos días después de que el poder legislativo rechazase la reforma constitucional que iba a modificar la ley de energía, cuyo objetivo era que el sector público volviese a ser dominante en la generación y venta de electricidad. Fue un duro revés para López Obrador, que contraatacó presentando la nacionalización del litio, aprobada de forma exprés, en apenas dos días.
Por ahora, eso sí, no se ha nacionalizado nada. México todavía no produce litio. El país norteamericano tiene 1,7 millones de toneladas identificadas, pero aún no pueden considerarse reservas ni se ha extraído nada.
Es, además, una cantidad pequeña, comparada con las 21 millones de toneladas identificadas en Bolivia y las 19 de Argentina, los líderes mundiales en potencial de producción de un material básico para la fabricación de teléfonos móviles o coches eléctricos, y cuyo valor aumentó un 400 % en el año 2021. La guerra de Ucrania ha propiciado que continúe la tendencia, ante la necesidad de los países de dejar de depender del gas y el petróleo ruso y apostar por las energías renovables. El valor del litio se ha incrementado un 157 % en lo que llevamos del 2022.
México es apenas el décimo país con las mayores reservas identificadas y la futura empresa pública que gestione el mineral se enfrentará, además, a un importante reto técnico. «El litio mexicano está en arcilla, cuando la mayoría del mineral se extrae por la parte de la salina, como en los casos de Chile y Australia. Nadie ha desarrollado todavía comercialmente en el mundo la tecnología necesaria para operar el mineral mexicano y, por ende, las expectativas de desarrollarlas únicamente a través del Estado parecen desmedidas», explica Gonzalo Monroy, director general de GMEC y especialista en el sector energético mexicano y estadounidense. «México toma una medida defensiva, para que nadie más lo pueda desarrollar. No contiene un plan de inversiones, de desarrollo, o de integración a las cadenas globales de suministro. Tenemos esos importantes recursos potenciales, que no son reservas, pero ninguna estrategia seria para desarrollarlos», añade este analista.
La mayor esperanza del país norteamericano está en un campo situado en Sonora, que podría ser uno de los mayores yacimientos del mundo, aunque en arcilla. Está en manos de la empresa china Gangfeng. López Obrador ya se ha mostrado partidario de acabar con esta concesión, a pesar de que fue aprobada mucho antes de la reciente decisión del legislativo, argumentando que el contrato se firmó entonces para buscar minerales como oro, plata y cobre, y que el litio es ahora estratégico.
López Obrador quiere diseñar una estrategia común con los países latinoamericanos ricos en este mineral. Argentina y Chile tienen modelos que combinan lo público y lo privado y están aumentando su producción. Bolivia apostó en el año 2008 por un modelo puramente estatal, pero no terminó de arrancar, sufriendo numerosos retrasos, y el nuevo equipo gubernamental encabezado por el presidente Luis Arce negocia ya alianzas estratégicas con entidades privadas para relanzar la producción del preciado mineral.
https://www.lavozdegalicia.es/noticia/mercados/2022/06/12/estrategia-nacionalizar-litio/0003_202206SM12P8991.htm