Ante la firma de 10 decretos que modifican el estatus de veda que existía para 295 cuencas hidrológicas de las 757 que se tienen en el país, donde de acuerdo a la información existente al respecto, en este 40 por ciento de las cuencas escurre el 55% de las aguas superficiales del país, lo que posibilita la emisión de concesiones a la Comisión Nacional del Agua y a los gobiernos estatales para el uso del líquido para sectores como la minería, cerveceras, petroleras y embotelladoras, así como algunos más.
Ante esto el investigador catedrático de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad Juárez del Estado de Durango, Miguel Garza, precisó que esto ocasionaría problemas serios a mediano plazo dado que se comprometería este recurso natural no renovable y que es patrimonio del país, ya que al abrirlo a estas posibilidades se estaría poniendo en riesgo el surtimiento para las comunidades cercanas y tendría efectos adversos para la biodiversidad de estas regiones, para la flora y fauna, “ante esto quienes estudiamos todas estas variables alertamos de que México está en graves problemas por este acto del Poder Ejecutivo Federal que utilizó la figura del Decreto Presidencial para hacerlo sin pasar por el Congreso de la Unión”.
En este sentido, alertó que el criterio que se utilizó para la emisión de estos decretos fue el volverlos zonas protegidas, algo que destaca no era necesario, ya que con la veda solo se posibilitaba su uso para derechos agrarios de pueblos originarios, no extensivo para agricultura o ganadería a gran escala, “esto solo abre paso a que la Conagua y los gobernadores puedan emitir concesiones a las grandes empresa nacionales y trasnacionales para la explotación de estas zonas antaño protegidas con la finalidad de su conservación”.
Como especialistas en temas de biodiversidad y conservación, aseguró que las acciones productivas a las que se abre estas regiones acuíferas pueden ir desde la minería y su utilización para el fracking, que es la liberación del gas natural atrapado en las capas del subsuelo, las cuales utilizan grandes cantidades del líquido en sus procesos dejándola sin uso para el ser humano, así como su embotellamiento para venta, en las cerveceras para la fabricación de bebidas con contenido alcohólico y a las empresas petroleras que necesitan del agua para poder perforar.
Las afectaciones citó, irían de un rápido consumo de los caudales de los ríos, lagunas y humedales, ya que el ritmo de uso sería más acelerado que su recarga por las precipitaciones pluviales, a un desgaste moderado, pero con ello se ponen en claro riesgo un importante porcentaje del agua superficial de la República Mexicana, “de acuerdo a las estimaciones se habla de un 55 por ciento del total, que estas 295 cuencas representan algunos de los cuerpos de agua más grandes del país”.
A la vez, alertó sobre la necesidad de que se reconsidere por parte de los organismos de la sociedad civil y de las instituciones esta determinación y de ser necesario se interpongan herramientas legales para imposibilitarlas, “México tienen un fuerte desgaste en materia de recursos naturales no renovables, y con esto se abre la puerta a que las afectaciones sean aún mayores”.
Fuente:https://www.noticiasdelsoldelalaguna.com.mx/local/mexico-en-graves-problemas-por-levantar-veda-a-cuencas