03 de Junio 2011
La majestuosa movilización del pasado 3 de junio contra el proyecto ecocida de la Colosa, fue posible tanto por las acciones y tareas gestadas desde el Comité Ambiental en Defensa de la Vida, como por el trabajo solidario de diversas organizaciones sociales, culturales y ambientales de Ibagué, Cajamarca y Anaime.
La convocatoria también fue fruto del compromiso de Usocoello y demás organizaciones del Espinal. Al igual, gracias a la participación solidaria de las comunidades de Marmato, los estudiantes de la Universidad de Caldas, Cauca, Sur de Bogotá y los ciudadanos de Armenía, Circasia, Chaparral, Rovira, Líbano, entre otros.
La marcha Carnaval en Defensa de la Vida y contra el proyecto ecocida de la Colosa, fue una fiesta ambiental en defensa de la vida. Más de 12.000 mil personas juntaron mentes y corazones en defensa del derecho a un ambiente sano para las presentes y futuras generaciones. Derechos vitales que surgen desde las entrañas de la madre tierra y que incluyen la posibilidad de gozar del bienestar que nos brinda la naturaleza, de tener agua pura que beber, alimento sano que consumir y paisajes que disfrutar.
La cita era a las 10 de la mañana en las inmediaciones de Cortolima, con el objetivo de evidenciar el respaldo social a la gestión y valentía que ha demostrado la directora de dicha Institución ambiental, en defensa de los intereses de los tolimenses por encima de la avaricia y codicia de las multinacionales mineras.
La marcha multitudinaria llamada por los caminantes “Si a la vida, no a la Colosa”, logró convocar a los comunes y silvestres en las calles de la capital tolimense. “Queremos agua, queremos vivir, Anglogold Ashanti fuera del pais” fue uno de los cánticos más difundidos a lo largo del carnaval ambiental encabezado por diversas organizaciones populares y respaldado por la ciudadanía en general. Al mismo tiempo resume la crisis ambiental que padecen los ciudadanos del mundo por cuenta de las multinacionales que exterminan cualquier posibilidad de vida sobre la faz de la tierra.
Jóvenes, niños, ancianos, estudiantes, profesores, académicos, funcionarios públicos, trabajadores, campesinos, indígenas, rockeros, todos marcharon en sintonía con los ritmos de la naturaleza y contra el poderío económico de la Anglogold Ashanti (AGA) y la osadía depredadora de los políticos y gobernantes de turno. Marcharon desde las periferias olvidadas, llevando las banderas del agua y la vida, vestidos de carnaval para simbolizar que la fiesta y el palpitar ciudadano están por encima de la mentalidad ecocida, bailando al ritmo de las comparsas populares o cantando los himnos de la resistencia urbana, agitando carteles pintados a mano alzada con mensajes alusivos a la vida, los marchantes gritaron a cielo abierto su desacuerdo social contra la explotación megaminera en La Colosa Tolima.
Tras la movilización del día 3 de junio convocada por los espíritus con sensibilidad social, se les demostró a los secundadores del barbarismo ecológico que la única posibilidad que les queda es irse del país. Muy a pesar de la baja cobertura de los medios de comunicación regional, la movilización ciudadana también demostró que desde distintas miradas, experiencias y posiciones alternativas es posible transitar de la apatía a la indignación generalizada, con el vital objetivo de sincronizar prácticas y discursos sostenibles que aporten en la construcción de una sociedad más solidaria y justiciera, en paz y en sintonía con los ritmos de la naturaleza.
Tolima – Colombia
Comité ambiental en defensa de la vida