La «Marcha por el Agua, la Vida y la Dignidad de los Pueblos», convocada por organizaciones sociales, indígenas, campesinas, ecologistas, mujeres y hombres del campo y ciudades de Ecuador, ante la implementación de un modelo de desarrollo inconsulto, basado en el extractivismo de la naturaleza, plantea entre sus principales demandas, la defensa del agua tanto como derecho humano cuanto como derecho de la naturaleza.
El agua es un derecho humano garantizado por la Constitución (Art. 12) y los Tratados Internacionales de Derechos Humanos1, por tanto, el Estado ecuatoriano está obligado a garantizar y respetar este derecho, en consecuencia deberá tomar medidas para permitir su ejercicio y deberá abstenerse de realizar acciones que lo afecten o limiten.
El texto constitucional establece que el derecho humano al agua no se refiere únicamente al ejercicio del acceso para el consumo humano o doméstico, sino que está relacionado con la salud, los usos culturales, la soberanía alimentaria para garantizar el derecho a la alimentación; y los derechos de la naturaleza, según el mandato contenido en los artículos 66, 71 y 318 de la Constitución.
El Ecuador se ha reconocido como un Estado Plurinacional e Intercultural, su construcción y consolidación dependen de la preservación de las fuentes de agua y la garantía al ejercicio de este derecho, considerando además, que el uso y manejo tradicional del agua provienen de conocimientos transmitidos ancestralmente, y en este acervo se asienta la identidad plurinacional e interculturalidad del país.
El agua no es una mercancía, es un derecho, y no puede estar expuesto a los intereses y poderes que se mueven en torno a ella. Por ello, no se puede priorizar bajo ningún concepto el destino del agua para actividades productivas como la minería si no se ha garantizado previamente el derecho al agua y su contenido, ni siquiera bajo el argumento de garantizar el interés nacional o el cumplimiento del Plan Nacional de desarrollo.
El Proyecto Mirador, en Zamora Chinchipe, acaparará 140 litros de agua (dulce) por segundo para su funcionamiento, los mismos que serán tomados de dos ríos que actualmente abastecen a comunidades locales. De igual manera consumirá la energía eléctrica equivalente a una ciudad de 140 mil habitantes.
La marcha plurinacional que inició el 8 de marzo, Día Internacional de las Mujeres, abre un espacio de defensa y reinvidicaciones de todas y cada una de las personas que habitamos en el territorio ecuatoriano. Nos convoca a abrirnos a planteamientos de defensa del agua, de los espacios vitales y la territorialidad desde el bien común, la soberanía de los pueblos y desde el respeto a la naturaleza, en ejercicio de nuestros legítimos derechos a la organización, participación y resistencia.
Por tal motivo expresamos nuestra solidaridad a los marchantes y llamamos a la colectividad a reflexionar en torno al derecho al agua, los derechos de la naturaleza y a la vida digna de esta generación y de las que vendrán
Firman:
Comisión Ecuménica de Derechos Humanos (CEDHU)
Fundación Regional de Asesoría en Derechos Humanos (INREDH)
Colectivo PRODH
FIAN Ecuador
Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos-Guayaquil (CDH)
Servicio Paz y Justicia de Ecuador (SERPAJ-E)
Centro de Derechos Económicos y Sociales (CDES)
Centro de Documentación en Derechos Humanos «Segundo Montes Mozo S. J.»
Organización Tierra y Vida
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