22 de Junio de 2012
Otra vez Santa Cruz se transformó en cuna de grandes negocios para las multinacionales mineras.
Como sucedió con Cerro Negro, ahora Extorre Gold Mines que exploró en Cerro Moro, sobre el macizo del Deseado, vendió a Yamana (canadienses y peruanos) un yacimiento que contiene una «alta ley» y fácil de obtener, según los cálculos geológicos.
21/06/2012. En el 2010 el gobierno de la provincia se enteró por los diarios de la compra de la mina de oro de Andean Resources a GoldCorp del proyecto Cerro Negro (a 70 kms de Perito Moreno). Ninguno, incluyendo la oposición, sabían del negocio fenomenal que cerraron las multinacionales que pactaron un precio de 3.400 millones de dólares, en solo un pase de mano. El propio Gobernador Peralta dijo que se desayunó por los medios, del cierre del impresionante negocio. La provincia no vio un peso de aquella operación, pero como contrapartida pone a disposición de Gold Corp sus recursos naturales, permite que no dejen nada en Santa Cruz y cuando cierren dejen la escoria minera, los pits y las tierras contaminadas.
Ahora la historia vuelve a repetirse. Una nueva sorpresa cayó sobre el gobierno provincial y sobre la oposición que tiene mucho que a veces está omnubilada por las luchas personales y las denuncias políticas y deja de lado la difusión de estas verdades: los negocios impresionantes que genera la minería y de la cual el habitante medio no toca un peso ni siquiera recibe un mínimo bienestar.
La empresa Yamana (Canadiense) acaba de comprar el proyecto minero de oro y plata Cerro Moro, a 70 Kms de Puerto Deseado, a la operadora Extorre Gold Mines, por la módica suma de 403 millones de dólares.
Esta tarde el gobernador Daniel Peralta fue abordado al respecto y señaló «me informaron que el paquete accionario de este emprendimiento minero fue vendido a YAMANA, una firma con capitales canadienses y peruanos, y estamos esperando a que vengan a explicarnos que clase de operación se hizo, y a partir de ello indicarle a los nuevos dueños cuáles son las reglas de juego que esperamos para el desarrollo en la provincia de Santa Cruz».
En ese sentido, finalizó diciendo que «no solamente para la provincia en su totalidad sino también para la zona de Puerto Deseado que estuvo muy molesta con las actitudes que habían tenido los dueños anteriores respecto al compre local y la visión de desarrollo de la localidad. Así que los vamos a recibir y luego nos comunicaremos con las autoridades de deseadenses para ver de que manera podemos llevar a esa comuna lo que le estamos pidiendo a todas las operadoras mineras: responsabilidad social empresaria en serio y que en Santa Cruz hagan lo que tenga que hacer no sólo en la utilización de nuestros recursos naturales sino también en el progreso de las localidades donde está ubicada la operación».
De esta manera, las palabras del gobernador no sonaron ciertamente esperanzadoras de que Santa Cruz pueda verse beneficiada con este otro negocio minero. Solo se remitió a una expresión de deseo y a una ratificación de que las mineras pueden hacer lo que quieran y que todo compromiso social y empresario (tal cual se lo solicitan) es absolutamente aleatorio.