La superficie helada del país se ha reducido un 17% en seis años, solo quedan 37 kilómetros cuadrados
El final de la guerra con las FARC en Colombia no solo ha silenciado los fusiles, también puede ayudar a que no desaparezcan los glaciares de esta región tropical de los Andes. La fuerza aérea que durante décadas sobrevoló el territorio en busca de guerrilleros, narcotraficantes y paramilitares, ahora usa su tecnología para vigilar las superficies heladas del país. Este trabajo, en colaboración con el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), acaba de desvelar que en los últimos seis años Colombia ha perdido el 17% del área glaciar. Es decir, solo quedan 37 kilómetros cuadrados de hielo, según un estudio publicado por la entidad con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
«El aumento de la temperatura global en zonas ecuatoriales es mucho más intenso», explica Jorge Luis Ceballos, glaciólogo del Ideam, y uno de los responsables del informe. «Mientras que en el resto del mundo subirá dos grados, en estas regiones se estima que pueda ser el doble». El experto se refiere a Colombia, Venezuela, Ecuador, Bolivia y Perú, los países latinoamericanos que reúnen el 99% de los glaciares tropicales del planeta, y que se han unido para colaborar y estudiar la reducción de estos territorios. «En nuestro caso, no es solo culpa de los colombianos. La nubosidad está cambiando, hay menos precipitaciones y, por tanto, menos nieve, el alimento de estos ecosistemas».
El estudio analiza la situación de la sierra del Cocuy, los cuatro volcanes nevados del país, El Ruiz, Santa Isabel, Tolima y Huila, pero llama la atención principalmente sobre una de las joyas del turismo colombiano: la Sierra Nevada de Santa Marta. Esta montaña, pegada al mar Caribe, próxima al parque natural del Tayrona y a la ciudad costeña de Santa Marta, ha sufrido una de las mayores reducciones de su área helada en menos de una década: solo le quedan 6,7 kilómetros de nieve que ni siquiera forman un conjunto, sino que se reparten en 38 fragmentos. «Hace siglo y medio, la sierra tenía 83 kilómetros de extensión, se ha perdido a una velocidad del 5,5% anual. En total ha desaparecido el 92% de la nieve”, advierte Ómar Franco, director del Ideam.
Para controlar los efectos del cambio climático sobre una región que también está expuesta a la influencia del mar Caribe, el Ideam, además de mejorar su sistema de control e investigación con la ayuda del Ejército, se ha aliado con la comunidad indígena que vive en esta montaña. Los arhuacos consideran que su sierra es sagrada, por eso, el acceso a este territorio está vedado a turistas y expertos. «Tenemos imágenes de satélite, de turistas que van a la costa y toman fotografías desde el avión o desde el Tayrona los días despejados, pero necesitábamos información más detallada», dice Ceballos. Las tomas aéreas fueron la primera pista. Ahora, han llegado a un acuerdo para que los indígenas les vayan contando qué ven cada día: precipitaciones, sequías, y la influencia del hombre. Poner cifras a una realidad casi desconocida hasta hace poco tiempo. «Aunque es una zona protegido por tratarse de un resguardo natural, ellos denuncian que hay un grave problema con el agua y la amenaza de la minería ilegal», añade el glaciólogo.
Si la situación continúa, los expertos auguran que la nieve en la Sierra de Santa Marta desaparecerá en 30 años. «No queremos hacer amarillismo», dice Ceballos, «es la realidad». La tendencia concluye que cada año se pierde entre el 3% y el 5% del área helada en Colombia, según los cálculos de las 19 estaciones meteorológicas que miden cada media hora parámetros climáticos en el bosque alto andino, en los páramos y en los glaciares del país. «Ojalá nos equivoquemos y cambie la previsión», plantea el glaciólogo. «Mientras tanto, hay que poner estos ecosistemas en cuidados intensivos».
Fuente:http://elpais.com/elpais/2017/03/28/ciencia/1490712000_285374.html