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Mexico

Legalizar trabajos de exploración, la obsesión de Minera Espejeras

f03dea0d3690e2119b72a2f8c72cb2f7 int470La empresa inició actividades sólo con las licencias del gobierno federal, sin tomar en cuenta a las autoridades estatales y municipales, indicó Juan Carlos Flores Cano, director de Desarrollo Social Comunitario de Frisco

A destiempo, igual que como pretende legalizar sus trabajos de exploración de oro y plata en La Cañada, en el municipio de Tetela de Ocampo, a través de la aprobación de un Manifiesto de Impacto Ambiental (MIA), la Minera Espejeras intenta conseguir la “licencia social” de los pobladores que han rechazado su presencia en el municipio.

A pesar de que desde hace una década le concesionaron por 50 años más de 10 mil hectáreas de terreno en Tetela de Ocampo, la empresa ha comprado apenas 72 hectáreas de tierras, sobre todo de gente que se desarraigó de la comunidad, y apenas en junio de 2012 presentó su primer Manifiesto de Impacto Ambiental (MIA) para la exploración, aunque ya había hecho más de 80 barrenaciones en el sitio y ahora quiere conseguir la aprobación de Semarnat para realizar 23 más.

Amparada en la Ley de Minas expedida en 1992 por el gobierno de Carlos Salinas de Gortari, que considera a la minería como una actividad de “utilidad pública, preferente y libre de impuestos”, la empresa propiedad de Carlos Slim Helú inició sus actividades sólo con “las licencias del gobierno federal”, sin tomar en consideración a las autoridades del estado de Puebla y mucho menos a las municipales, justificó Juan Carlos Flores Cano, director de Desarrollo Social Comunitario de Frisco, corporativo al que pertenece la Minera Espejeras.

Sin embargo, el haber realizado las perforaciones sin contar con los permisos necesarios le valieron a la empresa que la Procuraduría Federal del Medio Ambiente (Profepa) la sancionara con el pago de 300 mil pesos por las irregularidades detectadas en la exploración y se clausurara temporalmente el proyecto, además de obligarla a tramitar los permisos ambientales necesarios.

El primer MIA que presentó la Minera Espejeras con la finalidad de “legalizar sus actividades” fue rechazado en agosto del año pasado por la Subsecretaría de Gestión para la Protección Ambiental de la Semarnat a través de la Dirección General de Impacto Ambiental, considerando que el documento “no se ajustó a lo dispuesto” en la legislación ambiental vigente, por lo que se constituyó en otro revés para los empresarios.

Sin embargo, el pasado 19 de diciembre presentó un nuevo MIA para la apertura de 23 huecos de donde obtendría muestras para determinar la existencia de metales preciosos en la zona.

Aunque el revés más importante lo ha recibido de la población, ya que al incrementarse las actividades de exploración, a finales diciembre de 2011, los tetelenses se pusieron en alerta y empezaron a buscar información y a organizarse para frenar la minería y con ello la devastación de sus recursos naturales.

El movimiento de resistencia se mantiene y ha involucrado a todos los sectores sociales, incluidas las autoridades municipales encabezadas por el alcalde Marco Antonio Uribe Peña y al diputado local Lauro Sánchez López, quien el pasado 7 de marzo presentó un punto de acuerdo para que el Congreso del estado solicite a las autoridades federales que cancele de manera definitiva la concesión otorgada a la empresa de Carlos Slim Helú.

Tras un año de obras, dan a conocer proyecto

Casi un año tuvo que transcurrir para que la Minera Espejeras, filial del Grupo Frisco, informara a los tetelenses sobre su proyecto en una reunión realizada durante la primera semana de marzo a convocatoria de la Semarnat. Pese a ello, a decir de algunos participantes en la reunión, la información fue confusa y escasa.

Durante la comparecencia, ejecutivos de la firma como Juan Carlos Flores Cano explicaron que se encuentran en la fase exploratoria en la que invertirán 10 millones de pesos, incluidos los salarios de sus trabajadores, que han realizado 42 barrenos, aunque la Profepa contabilizó más de 80 y que aún no están en posibilidades de decidir si pasarán a la fase de explotación del área concesionada, es decir si abrirán la mina.

Para la producción de oro y plata en Tetela, la empresa propiedad de Slim ha contemplado la apertura de una mina a cielo abierto, dio a conocer el periodista Sergio Mastretta, en un reportaje publicado en un periódico digital en octubre de 2012.

El periodista narró la información proporcionada a un propietario de la zona de Espejeras, por un ejecutivo de la Frisco, quien explicó el proceso que seguirían para la obtención de oro y que contempla el “descapotado” del cerro, su voladura con dinamita para obtener rocas que serán molidas y luego sometidas a un proceso de lixiviación en tanques espaciadores, donde verterán cianuro, pero primero deberían construir plantas, presas de jale, toda la infraestructura que les permitiera “acabar toda esa montañota que está arriba” y les advirtió del necesario uso de cientos de miles de litros de agua.

La mina requiere 190 litros por segundo de agua para sus trabajos, el líquido se podrá reprocesar pero se reducirá a 40 litros por segundo. Sólo 12 de los 190 litros por segundo que necesita la mina se podrán tomar de las descargas municipales, el resto de la demanda será obtenida de pozos de extracción solicitando una concesión a la Comisión Nacional del Agua.

En tanto que para obtener un gramo de oro, deberán triturar una tonelada de rocas y la maquinaria que instalarán tiene una capacidad para triturar hasta 8 toneladas al día.

Mientras que en la reunión del pasado 7 de marzo, los empleados de Carlos Slim se refirieron a los daños ambientales que causarán durante la exploración y aseguraron que hasta el momento no han encontrado ningún manto acuífero en la zona. “Sólo hemos perforado a 250 metros bajo tierra, no hemos encontrado agua. Nos hacen falta muchísimos estudios más”, admitió el biólogo Jesús Enrique Pablo Dorantes, quien aseguró que con las 23 barrenaciones que quieren hacer, únicamente afectarán tres mil 600 metros de terreno.

Por su parte, Flores Cano justificó que hayan realizado “42 barrenaciones” sin presentar un MIA, diciendo que Frisco no detectó que se produciría “ningún impacto relevante, pero la Semarnat sí conocía lo que se hacía en propiedades privada”.

Y aunque ofreció que de ahora en más trabajarán “bajo el imperio de la ley” admitió que no tienen “una varita mágica” para garantizar que no habrá mayores afectaciones y dijo que de abrirse la mina se crearán 630 empleos y que pueden atender algunos focos rojos del municipio como las carencias en la clínica de salud, dar capacitaciones para el trabajo.

“En este momento para la empresa hay cero ganancias, perderá si los niveles de oro son bajos. En esta etapa no hay cianuro. Queremos fortalecer la licencia social con información y transparencia”, ofreció Flores Cano, casi un año después de que a la gente de Tetela le empezara a nacer la conciencia de rechazo a las actividades mineras.

Evitar un ecocidio, el objetivo de habitantes

Para proteger el bosque de niebla del cerro El Alto en Espejeras, los manantiales que alimentan la cuenca del río Zempoala y abastecen a la cabecera municipal y sus comunidades, así como preservar los lazos que unen el tejido social de esta comunidad, en mayo de 2012 un grupo de tetelenses constituyó la asociación Tetela Hacia el Futuro, que ha cohesionado la oposición a la minera.

La presencia de los empleados de las mineras, por lo menos desde 1985, siempre mantuvo un bajo perfil y sus actividades se realizaban de manera “encubierta”, pero a mediados del 2012 su relación con los pobladores empezó a tensarse.

“Desde 1985 llegaron a comprar propiedades, a tratar de convencer a muchos de que vendieran sus terrenos en la zona de Espejeras y La Cañada y últimamente han adoptado una postura más agresiva: a quien se niega a vender lo amenazan con que se atenga a las consecuencias: ‘A ver qué haces cuando se te caigan las piedras de allá arriba’”, explicó don Germán Romero, presidente del organismo.

“Cuando nos dimos cuenta que estaban con barrenos con los que han horadado hasta 800 metros de profundidad en distintos puntos del cerro y empezaron a abrir brechas, a hacer cambio de uso de suelo, sin contar con los permisos, nuestra preocupación creció, porque empezaron a ser una amenaza que puede acabar con la población”.

Encontraron que en todo el planeta existe la mega minería que genera problemas ecológicos y sociales y en América Latina los problemas son mayores porque las leyes son muy tolerantes con los errores y accidentes que ponen en peligro la vida y la salud de los trabajadores y el bienestar de las comunidades cercanas, agregaron.

El primer paso dado por Tetela Hacia el Futuro fue presentar denuncias populares ante la Profepa, Semarnat, la Comisión Nacional del Agua y la ahora desaparecida Secretaría de Sustentabilidad y Ordenamiento Territorial del gobierno poblano.

Solicitaron audiencias con el gobernador del estado Rafael Moreno Valle, o titulares de las secretarías General de Gobierno, Turismo, Secotrade, Sedesol, DIF estatal, SSAOT y Congreso local.

En Semarnat, añadieron, les informaron que la empresa no necesitaba solicitar permisos para realizar la exploración, pero la Profepa, tras realizar una inspección, encontró irregularidades e inició un procedimiento contra la minera.

Para julio de 2012, organizaron un Foro Informativo en Tetela de Ocampo, donde el edil Marco Antonio Uribe Peña rechazó la operación de la mina a cielo abierto y lixiviación con cianuro y anunció que negaría los permisos de cambio de uso de suelo.

Han sido diversas las ocasiones en que los tetelenses se han pronunciado contra la minería.

El 15 de septiembre, durante el desfile patrio y el 28 de septiembre ante el titular de la Secotrade quien trató de persuadir a algunas personas para que aceptaran a la empresa.

Han realizado marchas, videos, foros y tras enterarse de que la Minera Espejeras presentó un nuevo MIA para la exploración del cerro de La Cañada, solicitaron la realización de una consulta pública y una reunión pública de información, que se realizó el 7 de marzo, cuyo proceso aún no concluye.

En la sesión varios jóvenes originarios del municipio, todos ellos estudiantes de Biología en las universidades Autónoma de Puebla y Nacional Autónoma de México, hablaron de inconsistencias: no se identifican las posibles afectaciones los manantiales; hay errores en la identificación de especies de fauna y flora que serán dañadas o desplazadas y se minimizan la disminución de la cobertura boscosa, las afectaciones al suelo, se carece de información y no cuentan con “licencia social”.

Expusieron los posibles daños que presentaría la exploración en el Cerro Espejeras como arrastre de nutrientes, erosión hídrica y pérdida de suelo fértil, pérdida de interacciones en diferentes niveles tróficos, posible eutrofización de los cuerpos de agua, fragmentación en el ambiente, perturbación a la flora y fauna por el efecto borde, cambios permanentes en el clima regional, aumento en la temperatura, reducción en la cantidad de lluvia, todo esto con consecuencias adversas, resultando incluso, en catástrofes socioeconómicas.

La MIA, agregaron, “no considera daños sociales, como si los seres humanos no fuéramos parte del medio ambiente, pero esto a la empresa Frisco parece no importarle, porque más que la aceptación por parte de Semarnat, es indispensable la licencia social, que otorga la población con la que tendrá que convivir y a la que perturban con la contaminación”.

Por ello, pidieron se reconsideren las concesiones mineras otorgadas y se promulgue una Nueva Ley Minera que privilegie la conservación del medio ambiente, el tejido social y garantice los derechos fundamentales que otorga a los mexicanos el Artículo 4 de la Constitución.

Además de pedir al gobierno del estado de Puebla dé prioridad a la Declaratoria de Área Natural Protegida para evitar un ecocidio en la región, proceso que tenía un avance de 95 por ciento.