El sistema eléctrico nacional no requiere de mayor cantidad de energía, por ello, los proyectos hidroeléctricos que pretenden desarrollar en varios municipios de la Sierra Norte poblana son innecesarios y sólo servirán para aumentar las ganancias de las empresas privadas, señalaron miembros del Comité Nacional de Estudios de la Energía Eléctrica.
Los especialistas indicaron que tanto el margen de operatividad como el de producción de energía eléctrica en México están sobrados, por lo que las nuevas generadoras de energía no responden a una demanda de servicio para la población. “Al contrario sólo son una amenaza de despojo, de devastación de todas las formas de vida en la región”, precisaron.
Tras recordar que en la Sierra Norte poblana existen diez proyectos para la construcción de hidroeléctricas en las aguas de los ríos Apulco, Zempoala, Ateno y Ajajalpan, denominados: Puebla 1; San Antonio; Atexcaco; Xochimalpa; Gaya y Pilotos 1; Boca, Diego, Conde y Ana, indicaron que basta conocer el nombre de las concesionarias para darse cuenta de que producirán energía para las mineras Grupo México; el Grupo Ferrominero o Minera Autlán; Pilotos; Deselec-Comexhidro, vinculada a Wal-Mart; para una subsidiria de ICA y la Generadora Hidroeléctrica San Antonio
Lo que se está planteando, dijeron es la concentración de las ganancias de las empresas privadas pues además de abastecer a las minas que explotarán y en algún caso a Wal-Mart, bajando sus costos, la reforma energética les permite vender el excedente de electricidad a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y hasta cobrar “los bonos verdes” previstos en el mecanismo de “desarrollo limpio”.
Las empresas, dijeron los miembros del Comité, “harán un triple negocio: explotaran la minería, tendrán su propia fuente de energía eléctrica y le venderán a CFE lo que les sobre, a costa de todas las formas de vida de la región y del agua. Por ello, junto con industria extractiva, constituyen la más grave amenaza en la historia de la región”.
Sin embargo, dijeron la construcción de hidroeléctricas también “se venden” con el discurso de la producción y el uso de “energías renovables y el cambio climático”, pero “una cosa es que una hidroeléctrica no envíe emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera y otro es que no causen daños, como el que se produce por el represamiento de los ríos y además, la interacción del agua con las maquinarias generan emisiones de mercurio”.
MINAS, HIDROS, FRACKING
Además de los permisos para la instalación de hidroeléctricas, en esta región, según datos del centro de investigación y análisis FUNDAR, se han otorgado 440 concesiones mineras y, aunque algunas han sido canceladas, representan el 66 por ciento del territorio. También se han entregado diversas áreas para la explotación petrolera, donde se usa la fractura hidráulica o fracking.
“Los proyectos extractivos ambicionan invadir la totalidad de la fisiografía serrana. En las zonas altas se han concesionado más de 160 mil hectáreas a la minería. En las zonas de mediana altura, se ha detectado la intensión de establecer más de 10 proyectos hidroeléctricos. Las zonas bajas han sido focalizadas para la extracción de hidrocarburos, a donde ya se ubican más de 230 puntos de fracturación hidráulica, fenómeno que irá avanzando conforme evolucionen las rondas de licitación”, dieron a conocer.
Además de que consideraron que los proyectos se impulsan y se imponen mediante la violación sistemática de los derechos humanos, que se evidencia en atentados contra la libre asociación, la libertad de expresión, a la libre autodeterminación de los pueblos indígenas, al uso preferente de los recursos naturales. Además del derecho humano al agua, entre otros.
Fuente: http://regeneracion.mx/las-nuevas-hidroelectricas/