En las últimas semanas en varios medios de comunicación se ha informado de los avances logrados en el espacio de la Mesa de Diálogo de Challhuahuacho, en la zona de influencia del proyecto minero Las Bambas, en la región Apurímac.
Cabe recordar que a inicios de año, en varios momentos se expresó el descontento de las comunidades altas del distrito de Challhuahuacho, por incumplimientos de acuerdos suscritos con el anterior dueño de la mina (Xstrata). Esta situación provocó un paro de 72 horas a inicios de febrero.
A partir de un pliego de reclamos de 30 puntos planteados por la población, el 28 de febrero se creó la Mesa de Desarrollo de Challhuahuacho promovida por el gobierno nacional, gobierno local, comunidades campesinas y organizaciones locales. Se conformaron cuatro sub-mesas de trabajo: las de infraestructura social y productiva, minería y ambiente, desarrollo agropecuario y de trabajo, y responsabilidad social. Las tres primeras sub-mesas ya concluyeron sus trabajos con resultados diversos, principalmente proyectos de infraestructura y productivos a nivel local.
Otro aspecto que preocupa a los pobladores de la provincia es la modificación del Estudio de Impacto Ambiental que se ha realizado al proyecto Las Bambas, que entre otros aspectos, cancela la construcción del mineroducto hasta la provincia de Espinar y plantea la construcción de una planta de procesamiento en la parte alta del río Challhuahuacho. Lo cierto es que estas modificaciones se han dado sin que se generen mecanismos adecuados de información a las comunidades y alcaldes, ni espacios de participación ciudadana en la provincia.
Frente a este hecho, las autoridades locales, la población y sus dirigentes, han venido demandando a la empresa minera y a las autoridades responsables, información y mayor transparencia. El pasado 11 de abril en una reunión con dirigentes y funcionarios del Ministerio del Ambiente y el Ministerio de Energía y Minas, se acordó que los responsables de ambas carteras visiten la provincia para explicar estas modificaciones y sobre todo cómo se va a garantizar la protección de las fuentes de agua y los derechos de las comunidades.
Sin mayor consulta y coordinación, funcionarios de ambos ministerios quisieron forzar una reunión el pasado 4 de junio, lo que provocó el rechazo de la población, mientras se sigue demandando la presencia de los ministros del Ambiente y Energía y Minas.
Desde el Observatorio de Conflictos Mineros queremos alertar que si no se atiende adecuadamente esta demanda puede generarse un nuevo conflicto en la zona. Además, no hay que olvidar que el proyecto Las Bambas viene terminando la etapa de construcción y esta situación ha traído consigo una drástica reducción del número de empleos: algunas versiones señalan que los puestos de trabajo se reducirían de 18,000 a 3,000, lo que viene afectando la economía de la zona: menos empleos locales y menor dinámica comercial.