Mucho se ha escrito sobre Goldex, una empresa comercializadora de oro, que lideraba en Colombia John Hernández. Lo que pocos saben es que ese nombre esconde la fachada de la que podría ser la más grande operación de lavado de activos y minería ilegal, con tentáculos en Colombia y en el extranjero.
La cifra es incierta, pero con la ayuda de agencias internacionales se ha podido cuantificar un movimiento de dinero que supera los $2.3 billones de pesos colombianos.
Es que el negocio de la minería legal es una multinacional del delito, con fachadas en Colombia plenamente identificadas en los departamentos de Córdoba, Chocó, Antioquia, Huila y Santander, especialmente en Bucaramanga, y la zona franca de Chile. Detrás de esta empresa criminal están vinculados personajes que tienen relación con el paramilitarismo, las Farc y las bandas criminales.
Este pulpo ha logrado silenciar a las autoridades empeñadas en darle caza. Información sensible de las investigaciones ha sido filtrada lo que les ha facilitado fabricar falsas pruebas.
Según la Contraloría esa red podría estar detrás de la muerte en junio de 2014 de la auditora del grupo de vigilancia fiscal en Chocó, Consuelo de Jesús Echeverry Sánchez, quien investigaba la liquidación de regalías por explotación de oro al municipio de Alto Baudó, Chocó, por parte de 12 empresas que al parecer no existen. Se dijo que era un suicidio, luego un accidente casero y finalmente un robo. Por este caso Alias Blanquito o ‘Cabezas’ fue condenado a 19 años.
En la actualidad los entes de control investigan las cuentas de 22 municipios del pacífico, donde de la noche a la mañana la minería se convirtió en un renglón de la economía que deja ingresos importantes en regalías.
Dos de esos casos los representan los municipios del Chocó: Alto Baudó e Itsmina. En el caso de Alto Baudó sus regalías pasaron de $1.932 millones en 2012 a $5.847 millones entre 2013 y 2014.
Según la página de la Alcaldía, el municipio tiene una población de 5.800 habitantes, quienes se dedican a la agricultura y la explotación forestal. La minería no está contemplada como una actividad que produzcan rentas
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Una situación similar se presentaría en el municipio de Itsmina, donde las regalías en 2012 fueron de $3.690 millones de pesos y en 2013-2014 llegaron a $8.451 millones de pesos.
Exportaciones fachadas
Las exportaciones de oro estarían siendo usadas como fachada para repatriar los dólares que deja la venta de coca que sale por la Costa Atlántica entre Moñitos y Necoclí, donde fabrican las lanchas go-fast que llevan los cargamentos de droga a Panamá y Honduras y que regresan cargas de oro, en su mayoría de 10 quilates, al que le manipulan la pureza y que registran como producido en la región.
Entre los negocios que se investigan están una operación para lavar más de U$1.000 millones de dólares en un negocio que vincula a empresas fachada de Bucaramanga y ciudad de Panamá.
Según los investigadores, desde la capital de Santander se están realizando multimillonarios negocios que despiertan sospecha, no sólo por el monto sino por quienes los hacen. Se trataría de nuevos ricos que viven en condominios exclusivos como el de Ruitoque, rodeado por tres anillos de seguridad y que contarían con el apoyo de autoridades locales.
También se investigan falsas exportaciones de ganado en pie, especialmente de negocios al Libano, que coinciden con operaciones de tráfico de droga a través de Venezuela.
En los procesos se relacionan los nombres de supuestos empresarios que tienen vínculos con políticos locales, congresistas y exfuncionarios de la Dian, entre otros.
Goldex fue fundada en agosto de 2001 por Jhon Uber Hernández Santa y Gabriel Vásquez para el “comercio al por mayor de productos diversos”. Rápidamente se convirtió en el segundo exportador de oro, especialmente a EE.UU.
El 22 de diciembre de 2014 fue disuelta y está en proceso de liquidación. Para ese momento su capital de $500 millones de pesos. Había nacido con un capital de $40 millones.
Meses atrás Hernández Santa había sido llamado por la Fiscalía en una investigación por lavado de activos y otros posibles delitos como financiación del terrorismo y enriquecimiento ilícito.
Al parecer el 80% de los supuestos proveedores de oro de Goldex no existen. Supuestamente están domiciliadas en las comunas de Medellín o en pueblos de Chocó donde ha sido casi que imposible localizarlos. En su gran mayoría esas empresas fueron liquidadas.
Se cree que entre 2008 y 2012 Goldex habría lavados más de $2,7 billones de pesos y evadido más de $910.000 millones de renta minera. Se investiga si en 2012 el Estado dejó de percibir al menos $1.450 millones por regalías.