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La Riqueza, guardián del oro de los Ikojts de San Dionisio

proyect yolanda mexUn comunero huave recorre caminando más de 16 kilómetros, casi tres horas y media, del pueblo de San Dionisio del Mar hasta el cerro La Riqueza, lugar donde se localiza una abandonada mina de oro y plata, ubicada al norte de la comunidad mareña, dentro del polígono de los Bienes Comunales y cerca de los límites con Santiago Niltepec.

En vehículo el tiempo se reduce, aunque de todos modos se camina 10 kilómetros, de ida y vuelta. Se parte del Delfín, escultura de cemento ubicado en la entrada de la población para luego tomar el camino que lleva a Huamúchil, la agencia municipal de San Dionisio, 9 kilómetros de buena carretera hasta el punto El Crucero. La terracería comienza.

El camino terracero es conocido por los huaves como Cazadero, porque termina hasta la agencia Cazadero de Niltepec en la zona oriente del Istmo de Tehuantepec y la Carretera Panamericana. Tres kilómetros de grava y cementante, camino que los comuneros aseguran ya fue reportado al Gobierno Federal como terminado.

La carretera se rompe por las vías del tren y un letrero que especifica Kilómetro 32. La caminata comienza después de 20 minutos de arrancado el viaje. Los comuneros toman la vía, la misma que todos los días siguen los migrantes centroamericanos para llegar a Ciudad Ixtepec, por donde mueve todo su esqueleto metálico, La Bestia.

Del Kilómetro 32 a la parada La Riqueza hay 4 kilómetros de distancia, por las condiciones climáticas y lo accidentado del lugar el recorrido dura más de una hora. Durante el trayecto se observa un campo semidesértico de un color rojizo, sinónimo de una tierra mineralizada, los manchones verdes indican agua debajo de la superficie.

La vegetación principalmente es de arbustos espinosos y secos, cactus, palmas, árbol de morro y sembradíos de nanches, aunque algunos cerezos negros se asoman en ambos lados de la vía. A mitad del camino hay dos pequeños ojos de agua, en la falda de un cerro pelón.

En época de secas, los primeros meses del año, el agua verdosa está estancada en un charco, en donde se posan a tomar las aves. En época de lluvias se desborda convirtiéndose en un arroyo que se desliza camino abajo hasta los campos de sembradíos.

La Riqueza es la sombra de lo que alguna vez fue una estación con sillas de cemento y paredes de ladrillos. Hoy se ha convertido en refugio temporal de migrantes, pintarrajeado con mensajes del Sueño Americano. La siguiente parada después de La Riqueza es Reforma de Pineda. La vía concluye en Tapachula, Chiapas.

La Estación La Riqueza se construyó para atender la movilidad de los trabajadores que realizaban la explotación en los pozos de la mina en la época de la Revolución Mexicana. Aunque los pobladores no saben la fecha precisa cuando comenzó la explotación, algunos refieren la época Colonial. No hay registros de las afirmaciones.

CERRO ENCANTADO

En dirección oriente, a tres metros de la estación, un cercado de alambre frena el paso. En frente se eleva el cerro La Riqueza, una montaña colocada en medio de una planicie rodeada de otros cerros, con pocos arbustos, todo es rocoso. Los colores óxido, café y rojo acaparan el paisaje.

A unos tres metros de la falda del cerro están los restos de los cimientos de adobe de lo que pudo ser una casa o campamento. La primera mina está a una distancia de 100 metros de la caseta de estación ferroviaria, subiendo la primera pendiente.

Esta mina no es más que un pozo de tres metros cuadrado de abertura y está debajo de una gran higuera. La profundidad es de aproximadamente cuatro metros hasta el agua. A un costado del pozo está un respiradero de cinco metros de largo por dos de ancho.

La segunda mina está a 10 metros del primero, un poco más al sur bajando la segunda pendiente. Este pozo también tiene agua en el fondo y la abertura es de cuatro metros por tres de ancho, con una profundidad de siete metros.

Un poco más arriba del primer lomo del cerro está la tercera mina explotada con un boquete de tres metros cuadrados y una profundidad de tres metros. Estos dos últimos también tienen respiraderos, que no son más que laderas que se hundieron con el tiempo.

Jesús García Sosa, profesor y comunero de 50 años de San Dionisio del Mar, informó que estas tres minas son las primeras explotaciones de oro y plata en la zona.

“Mi papá me contaba que las minas funcionaban desde antes de la Revolución, pero cuando la lucha estalló los mineros se fueron, abandonaron el lugar y así quedó hasta hace cuatro años”, explica mientras busca las nuevas placas de barrenación.

También cuenta que el cerro está encantado, por eso cada una de las minas está cercada con alambre.

“Todo cerro tiene dueño y éste también. Cuentan que un par de campesinos vino a ver el lugar, cuando el perro de uno de ellos cayó en el primer pozo y se tuvo que meter a rescatarlo, pero mientras se trepaba por las paredes de la mina volteó y vio surgir del agua una gran serpiente que trató de atraparlo. Salió como pudo, pero desde entonces nadie se acerca a los pozos, le tienen miedo”.

Desde lo alto del cerro La Riqueza se puede observar toda la planicie y el territorio comunal de San Dionisio del Mar, los límites con Niltepec, Chicapa de Castro, agencia de Juchitán, San Francisco del Mar al oriente, al poniente con Álvaro Obregón y al sur con el Mar Muerto.

También desde lo alto se puede ver el trazado de una vieja pista clandestina, de las muchas que utilizan los cárteles de la droga en la zona huave, además, de por lo menos siete manchas grises, que son los rastros de los residuos minerales y químicos que la empresa Linear Gold Corporation utilizó para explorar el lugar.

PROYECTO “YOLANDA”

La empresa Linear Gold Corp , de acuerdo al documento oficial de la Secretaría de Economía “Panorama Minero del Estado de Oaxaca” elaborado en la administración de Felipe Calderón Hinojosa en agosto del 2011, posee la concesión en fase de exploración del Proyecto Minero “Yolanda” con trabajos de exploración regional y barrenación para localizar oro y plata.

Y efectivamente en la falda del cerro La Riqueza se localizan cuatro de los cinco barrenos que la empresa realizó hace cuatro años. Cada una está sellada con placas de cemento que tienen anotaciones.

“Hace cuatro años contrataron a unos comuneros para realizar los trabajos y uno de ellos contó que durante tres días la empresa sólo sacó agua, mucha agua de las perforaciones hasta llegar al fondo. Eso nos indicó que debajo de este cerro y de toda la planicie hay agua, esto es nuestra salvación, de aquí podemos tomar el agua que requerimos, pero necesitamos realizar estudios a esta agua para saber si la podemos tomar”, indicó García Sosa.

San Dionisio del Mar es uno de los tantos municipios de la región del Istmo de Tehuantepec que no tiene agua potable, se abastecen de agua de la agencia Huamúchil y Chicapa de Castro, por lo que la información de que en la zona minera existe agua les da esperanza de suministrarse del líquido en el futuro.

Las características del proyecto “Yolanda” son escasas en el espacio público, ya que la información es limitada y confusa en el directorio de la Coordinación Nacional de Minería “Proyectos mineros operados por compañías de capital extranjero 2013”, en donde no parece ni el nombre de la empresa ni el proyecto, aunque en el mapa que elaboró la misma coordinación en conjunto con la Dirección General de Desarrollo Minero en la administración actual sí parece.

En el 2006 la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) registró bajo el expediente 20OA2006ED090 el “informe preventivo” más no de impacto ambiental de la empresa Linear Gold México S.A de C.V sobre los trabajos realizados en el proyecto “Yolanda”, la cual está como clasificado.

En la página del Servicio Geológico Mexicano del 2015, en el listado de “Proyectos mineros con capital extranjero en etapa de exploración” ya no aparece la empresa Linear Gold Corp, pero sí la empresa Brigus Gold, nuevo nombre de la anterior, aunque tampoco aparece el proyecto “Yolanda”.

Brigus Gold es una compañía canadiense de exploración y desarrollo aurífero, dedicada a la exploración de depósitos de oro y metales base en Canadá, México y República Dominicana. A mediados de 2010, Brigus Gold se creó mediante la fusión de Apollo Gold y Linear Gold. Brigus Gold tiene su sede en Halifax, Canadá.

El ingeniero industrial Felipe Castellanos López, comunero de San Dionisio del Mar, lamentó que tanto el gobierno federal y estatal como la propia empresa no estén informando a la comunidad sobre la reactivación de la minera La Riqueza bajo el nombre de “Yolanda”, proyecto que lleva ese nombre por la Estación Yolanda, una vieja estación ferroviaria que está entre Juchitán y San Dionisio del Mar, antes de la Estación La Riqueza, por lo que suponen que la extensión a explotar abarca hasta ese punto.

Juanito Muriel Castellanos, integrante de la Asamblea del Pueblo de San Dionisio del Mar, explicó que tienen conocimiento de que la empresa minera de Canadá tiene el permiso para explotar la vieja mina del pueblo, pero no poseen la información necesaria para saber el tipo de explotación, las dimensiones, el número de personas que van a trabajar, los daños al ambiente y demás datos, por lo que la Asamblea se opone a este tipo de proyectos sin consulta previa e informada.

LOS EFECTOS

Para extraer oro se aplica un mínimo de 2 litros de agua por cada gramo de cianuro, aunque las condiciones de extracción en cada proyecto minero varía, también existen mineras que gastan 250 mil litros de agua cada hora.

De acuerdo a las denuncias internacionales contra Linear Gold, supuestamente esta empresa usó 2 mil 190 toneladas de cianuro, que terminaron vertidas en las cuencas de ríos.

De acuerdo a la organización Procesos Integrales para la Autogestión de los Pueblos (PIAP), entre otras afectaciones está la deforestación, la contaminación de las tierras por las filtraciones de los químicos, daño a la ganadería y la pesca, así como la llegada del crimen organizado.