El pasado 22 de julio, en la Cd. de Juchitán Zaragoza, fue asesinado Crispín López, integrante de la Asamblea Comunitaria de la comunidad de Álvaro Obregón, pueblo que desde el 2012, se mantiene en resistencia contra el proyecto eólico Mareña Renovables. Este mismo mes también fue asesinado Abraham Hernández Gonzáles, del Comité por la Defensa de los Derechos Indígenas (CODEDI), organización emprendedora de procesos de autogestión en alrededor de 50 comunidades, quienes han denunciado el daño causado por los talamontes. Los integrantes de CODEDI Alejandro Antonio Díaz Cruz de 42 años, Ignacio Basilio Ventura Martínez de 17 años y Luis Ángel Martínez de 18 años también fueron asesinados el 12 de febrero de este año.
De acuerdo a la visión de la clase gobernante y de la iniciativa privada nacional y extranjera, el estado de Oaxaca forma parte de una región estratégica para la implantación de proyectos relacionados al modelo extractivo, por lo tanto, no es casual que la región del Istmo de Tehuantepec, por su posición geopolítica y la gran diversidad de sus bienes naturales, sea una zona con elementos fundamentales para aquellos que pretenden imponer “formas” para la inversión bajo el establecimiento de Zonas Económicas Especiales (ZEE), siendo éstas una especie de territorios desincorporados del estado mexicano, que serán administradas tanto por el sector empresarial, como por los poderosos capitales internacionales y nacionales, con el propósito de imponer diferentes proyectos extractivos de carácter privado, apoyados por gobernantes que utilizan un discurso basado en el interés y la utilidad pública.
Son varias las compañeras y compañeros del Istmo que han sido víctimas de la imposición de proyectos extractivos, muchos de ellos proyectos de poderosas trasnacionales entre los que destacan; la industria petrolera, los parques eólicos, hay también proyectos hidroeléctricos, además de la entrega de poco más de 300 concesiones mineras de empresas privadas nacionales y extranjeras, que buscan principalmente el hierro y los metales preciosos.
El pueblo oaxaqueño es un detonador nacional de procesos de resistencia contra megaproyectos, al mismo tiempo que es generador de propuestas autogestivas basadas en sus procesos identitarios y culturales, que por supuesto los grandes inversionistas desdeñan y es por ello que, las comunidades, se ven obligadas a luchar por la defensa de su tierra y territorio, en donde los efectos no se hacen esperar con amenazas, intimidación, coacción, división comunitaria, represión, criminalización de la protesta social, daños a la salud y al ambiente, incluyendo los cobardes y lamentables asesinatos de las y los compañeros que no se han dejado deslumbrar por las falsas promesas de los capitales privados, que actúan en contubernio con los tres niveles de gobierno.
Las y los integrantes de la REMA expresamos nuestra profunda preocupación por las políticas extractivistas que han sido impuestas en nuestro país, porque no importando si son de capitales privados nacionales o extranjeros, atentan contra la vida misma, por lo tanto, creemos que mientras este tipo de proyectos prevalezcan, continuará agudizándose la contaminación, los daños a la salud, el despojo y el desplazamiento forzado, entre otras consecuencias que son, sin duda alguna, la peor expresión del modelo extractivo.
Enviamos un abrazo solidario y fraterno a familiares y amigos de Crispín y Abraham, a la vez que nos unimos a la exigencia de justicia y castigo a los culpables materiales e intelectuales, quienes perpetraron el cobarde asesinato de ambos compañeros.
¡FUERA PROYECTOS EXTRACTIVOS DE NUESTROS TERRITORIOS!
¡ALTO A LOS ASESINATOS DE LAS Y LOS DEFENSORES DEL AGUA, LAS MONTAÑAS Y LOS RÍOS!
RED MEXICANA DE AFECTADOS POR LA MINERÍA
REMA
Fuente:http://www.remamx.org/2018/07/comunicado-la-red-mexicana-de-afectados-por-la-mineria-nos-solidarizamos-con-las-organizaciones-y-familiares-de-los-companeros-asesinados-esta-semana-en-el-estado-de-oaxaca/