Uno de los temas que muestra un conflicto como el de Tía María es el grave problema de credibilidad de las autoridades, instituciones y de los propios instrumentos que permiten, por ejemplo, la aprobación de los proyectos en los ministerios.
Lamentablemente, en medio de esta situación se continúan tomando decisiones que no ayudan a construir confianza. Es conocido que uno de los sectores en los que la puerta giratoria (pasar de lo público a lo privado y viceversa) ha sido muy activa es precisamente el de Energía y Minas. La lista de funcionarios que han pasado de empresas mineras al Ministerio de Energía y Minas es larga y todo indica que se sigue incrementando.
El caso más reciente es el nombramiento del ingeniero Elvis Javier Medina Peralta como Director General de Asuntos Ambientales Mineros el pasado 10 de marzo (ver resolución).
El señor Medina Peralta se ha desempeñado como Superintendente de Medio Ambiente en las empresas BHP Billiton y Xstrata entre mayo de 2005 y abril de 2013. Antes fue Supervisor Senior de Tintaya en el período mayo 98 y abril 2005.
Si bien a nadie se le puede prohibir un adecuado desarrollo profesional en el sector público y privado, antecedentes y casos como el de Doe Run, Yanacocha, o los ocurridos en el sector hidrocarburos, entre varios otros, muestran comportamientos poco éticos y claros conflictos de interés.
Hay antecedentes en otros países donde estos temas están muy bien regulados y supervisados. En el Perú necesitamos trabajar y reglamentar estos aspectos para cubrir vacíos y así evitar que se sigan reproduciendo comportamientos cuestionados. No se podrán superar los graves problemas de credibilidad que tiene el Estado peruano, mientras se sigan tomando decisiones que no toman en cuenta los antecedentes y precisamente ahondan el clima de desconfianza.
Finalmente, es justo separar la paja del trigo y reconocer a los funcionarios honestos que laboran en los ministerios y que ven con indignación este tipo de comportamientos.