Los activistas de la organización Defensa y Conservación Ecológica de Íntag (Decoin) recibieron un espaldarazo de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
El Programa de esta entidad para el Desarrollo entregó el premio Ecuatorial 2017 a 15 organizaciones en África, Asia y América que trabajan en soluciones locales para la gente, la naturaleza y la capacidad de recuperación o de adaptación de las comunidades.
Entre los que recibieron el galardón está Decoin, que desde hace 20 años brinda apoyo a las comunas del valle de Íntag, cantón Cotacachi, provincia de Imbabura, que luchan contra la expansión minera.
Ese esfuerzo les ha permitido conservar más de 12 000 hectáreas de biodiversidad andina y proponer alternativas de subsistencia en 38 comunidades campesinas, explica Carlos Zorrilla, uno de los miembros de Decoin.
La producción de café orgánico y el turismo comunitario están entre las opciones, que han tendido raíces en este valle de clima subtropical. Entre los ganadores se encuentran iniciativas novedosas como una propuesta de solución del conflicto de Malí, África, para proteger al elefante que está en peligro.
La Decoin emprendió una lucha en 1995 cuando ingresaron a la localidad las primeras empresas mineras, interesadas en extraer metales. En Íntag se desarrolla el proyecto Llurimagua, que analiza la posible presencia de cobre y molibdeno. El Estado también ha entregado otras concesiones, según José Cueva, director de Planificación del Municipio de Cotacachi.
Cada grupo ganador del premio Ecuatorial 2017 recibirá USD 10 000 y será invitado a participar en una serie de diálogos nacionales y mundiales sobre cuestiones de política y eventos especiales durante la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York, Estados Unidos, en septiembre de 2017.
La cita culminará en una ceremonia de entrega de premios al comienzo de la celebración de la Semana del Clima y de la Semana de los Objetivos Mundiales. Además los grupos ganadores se unen a una prestigiosa red de 208 organizaciones comunitarias de 70 países que han recibido el afamado premio desde 2002. Los anteriores receptores del reconocimiento incluyen zonas comunitarias protegidas, cooperativas agrícolas, iniciativas de protección de las especies silvestres, comités locales de agua, bosques administrados por la comunidad y las zonas marinas, así como los bancos de semillas administrados localmente.