EDITORIAL
(BOLETÍN AMP N°248, FEBRERO 2020)
Imagen: Aeronoticias
Sin discusión, la capacidad del presidente Vizcarra para nombrar a sus ministros no es una de sus fortalezas y tampoco ha sido un factor que haya apuntalado su envidiada popularidad desde que asumió el gobierno. Los continuos cambios en sus gabinetes y la cantidad de ministros y ministras que han tenido que pasar, sin pena ni gloria, han ido generando una imagen de incapacidad para gobernar, nombrar y gestionar diversos portafolios claves.
Los últimos cambios del gabinete, van en el mismo estilo, lo que ya parece ser una suerte de sello o marca registrada de Vizcarra. Salidas que no se pueden explicar (como la de la Ministra de Educación) y nombramientos que desde el día cero, llegan con una enorme mochila pesada, como es el caso de la ministra de Energía y Minas, Susana Vilca Achata, parece ser más de lo mismo.
Susana Vilca, no es una desconocida para la política peruana. Fue elegida congresista de la República el año 2006, representando a la región Puno por Unión por el Perú, que llevó como candidato presidencial a Ollanta Humala, en su primer intento por llegar a la presidencia. Para entonces, ya era coordinadora regional del Partido Nacionalista en Puno.
En su paso por el Congreso, ocupó la vice presidencia de la Comisión de Energía y Minas entre agosto de 2010 y julio de 2011 y fue Coordinadora del Grupo Parlamentario Puno, entre agosto de 2009 y julio de 2010. Desde entonces, se expandió la versión de la vinculación de la electa congresista con la minería informal y abiertamente ilegal de esa región e incluso se decía que habrían financiado su campaña. De profesión, Ingeniera de Minas, se graduó con la tesis “Estudio Técnico Económico para la Explotación del Oro Aluvial”. Además, en este período apoyó desde el Congreso las leyes de creación de la Universidad Nacional de Juliaca y de la Universidad de la Selva Central.
Durante el gobierno de Humala, como militante y persona de confianza del Partido Nacionalista, se desempeñó en varios cargos importantes: fue Vice Ministra de Energía y Minas, entre agosto de 2011 y enero de 2012. Su salida se dio en medio de una denuncia periodística sobre un conflicto de interés, ya que se descubrió que tenía 17 concesiones mineras (unas en trámite y otras vigentes) en varias regiones del país.
Del vice ministerio y pese a las denuncias, pasó a desempeñarse, nada menos que como Presidenta del Instituto Geológico Minero y Metalúrgico (Ingemmet), hasta el mes de septiembre de 2016. Como se sabe, el Ingemmet es el organismo que otorga concesiones mineras en el Perú.
De lo que se conoce, en los últimos años ha venido desempeñando varios cargos vinculados a la docencia universitaria, además de consultora y fiscalizadora de medio ambiente, perito minero, etc. En su hoja de vida, también se señala que ha trabajado para varios consorcios y empresas mineras.
El presidente del Consejo de Ministros, Vicente Zevallos, ha señalado que antes de nombrar a los nuevos ministros, “se ha revisado los antecedentes de cada uno de los designados” y también ha reconocido que en el caso de Vilca, sabían que había estado “comprometida aparentemente con minería informal” y que no había declarado las concesiones.
La explicación final que ha dado Zevallos es que “todos tienen derecho a rehabilitarse”. Curiosa justificación. ¿Una cartera, en un sector clave para el país, es el espacio oportuno para buscar rehabilitarse? Nuevamente, el gobierno muestra serias limitaciones para conformar un equipo de ministros sólido o, quizás, cada vez encuentran menos voluntarios y voluntarias para ocupar, por tan poco tiempo, tal responsabilidad. Ser ministros “fusibles” nunca ha sido atractivo para profesionales serios.
Habrá que estar atentos al desempeño de la flamante ministra y cómo asume la compleja cartera del sector Energía y Minas. Para comenzar, tendrá que sentar posición sobre la propuesta de nueva Ley General de Minería que anunció el presidente Vizcarra el pasado 28 de julio y el trabajo que ha realizado la comisión encargada que acaba de entregar su propuesta.
EDITORIAL – LA NUEVA MINISTRA – (BOLETÍN AMP N°248, FEBRERO 2020)