Una ley estableció las condiciones para extraer los minerales de los objetos celestes; cada asteroide podría tener miles de millones de dólares en oro, platino, hierro y agua.
WASHINGTON.- Estados Unidos podría impulsar una nueva “fiebre del oro” con la aprobación de la ley para la exploración del espacio, aunque en esta ocasión centrada en los objetos celestes del cinturón de asteroides de nuestro sistema solar.
Como ocurrió a finales del siglo XIX, cuando los legisladores de Washington dieron base legal a la fiebre del oro que ya llevaba tiempo desatada en California, los burócratas de la capital estadounidense declararon la “barra libre” para animar la minería espacial.
El 25 de noviembre, el presidente estadounidense, Barack Obama, firmó la llamada “ley del espacio” para promover la exploración privada espacial, algo que ya comenzaron a realizar empresas como SpaceX y Orbital ATK con misiones de carga a la Estación Espacial Internacional y planes más allá de la órbita terrestre.
La ley incluye un último título que permitiría la apropiación de asteroides y otros “recursos espaciales” por parte de personas privadas y empresas, si consiguen la tecnología para desplazarse y explotar esos objetos ricos en minerales como el platino, el oro, hierro o agua.
El último título de la ley pide al gobierno no interponerse en la explotación minera espacial y deja claro que quien sea capaz de recuperar recursos de un asteroide tiene el derecho de “poseerlo, transportarlo, usarlo y venderlo”.
Además, Estados Unidos no se reserva derechos de soberanía, algo que prohíbe el Tratado Internacional del Espacio Exterior y que, en principio, no es impedimento para que aquel con la osadía suficiente ponga un asteroide a su nombre.
Empresas que desarrollaron proyectos de minería de asteroides, como Planetary Resources o Deep Space Industries, celebraron la aprobación de esta legislación que aclara el marco legal para un negocio que podría lanzar una fiebre del oro a nivel espacial.
“Dentro de muchos años se verá la aprobación de esta ley como el momento de la historia que supuso un avance en nuestro camino a convertirnos en una especie multiplanetaria”, indicó en un comunicado el copresidente de Planetary Resources, Eric Anderson.
Estas compañías creadas para un sueño están invirtiendo dinero y tiempo en el desarrollo de sondas capaces de aproximarse a un asteroide y explotar sus recursos, en algunos casos desplazándolos de sus órbitas.
Las posibilidades de la explotación de asteroides son innumerables y van desde la extracción de cantidades inagotables de metales preciosos a apoyar logísticamente los asentamientos humanos en la Luna o Marte con combustible, agua u otros materiales.
Cuerpos rocosos que orbitan la Tierra o se acumulan en el cinturón de asteroides entre Marte y Júpiter pueden ser fuente de riquezas casi inagotables, con el agua como principal atractivo para la vida más allá de la superficie terrestre.
Un solo asteroide de 500 metros cúbicos podría contener todo el platino obtenido de minas terrestres en toda la historia, o tener un precio de mercado de centenares de miles de millones de dólares.
Planetary Resources, con accionistas de Silicon Valley y asesorados por el cineasta y explorador James Cameron, ya comenzó a poner en marcha ambiciosos proyectos para visitar asteroides y estudiar su composición con el objetivo a largo plazo de realizar operaciones de minería y convertirse en “las gasolineras del espacio”.
“Es posible que podamos transportar agua y combustible a altitudes como en la que se encuentra la Estación Espacial Internacional a costo más bajo que lo que supone propulsarlos desde la superficie de la Tierra”, explicaba en una entrevista a la Fundación Smithsonian John Lewis, investigador y jefe científico de Deep Space Industries.
El agua es el petróleo de la futura vida espacial, ya que a través de procesos de hidrólisis podrá obtenerse hidrógeno y oxígeno que impulsaría cohetes fuera de la Tierra.