En el territorio sagrado conocido como Wirikuta se avecina una grave sequía ya que cada vez hay menos precipitación en la región y mayor demanda por la agroindustria y por proyectos mineros que afectarían de manera irreversible alrededor de 40 fuentes de agua entre manantiales y pozos que actualmente abastecen a miles de campesinos y pequeños ganaderos.
En el foro El agua en el desierto, catorce hacia el 2013, realizado el 28 de agosto pasado en Real de Catorce, representantes del pueblo wixárika, de pueblos campesinos de la región desértica de San Luis Potosí y de comunidades actualmente afectadas por mineras, así como un grupo de científicos, discutieron la urgencia proteger la región de Wirikuta ante el futuro desolador que se prevé para sus habitantes, así como para los wixaritari, por lo que exigen se cancelen las concesiones mineras en más de 140 mil hectáreas en Wirikuta.
Este sitio sagrado para el pueblo Wirárika se ubica en la eco región desierto chihuahuense, que cubre el 0.3% de su superficie y alberga más de la mitad de sus especies de aves, mamíferos y flora, además de ser el sitio con mayor diversidad de cactáceas endémicas del mundo.
Desde hace miles de años, el pueblo wixárika realiza su peregrinación hacia Wirikuta con la finalidad de que siga existiendo la vida para toda la humanidad. En el desierto de Catorce también es donde nace el peyote, base de la historia y la cosmovisión wixárika, donde además se encuentran los pueblos campesinos que guardan prácticas seminómadas de caza, pesca y recolección, como lo hacían sus antepasados huachichiles, lo que permite un uso diversificado y sustentable de los recursos de la región.
Actualmente enormes extensiones del desierto están concesionadas a mineras nacionales y de capital canadiense, estadounidense, español y chino, para que extraigan plata, oro, plomo, antimonio y zinc. Por otro lado la agroindustria se ha expandido a costa de destruir la cobertura vegetal y el suelo de miles de hectáreas, donde en su lugar instalan invernaderos en los que se utilizan agrotóxicos, sobreexplotan aguas fósiles del subsuelo y modifican el clima para evitar la lluvia sobre sus cultivos. Es así que actualmente hay una sobreexplotación de los acuíferos de hasta 16 millones de metros cúbicos de agua anualmente que nunca se recuperará.
Por ello, los participantes en el foro, entre los que hay académicos de la Universidad de Guadalajara, también demandan la generación y ejecución inmediata de un plan hidrológico oficial para Wirikuta, en el que intervengan científicos y académicos especializados en el tema, que se garantice el derecho al agua y el saneamiento con suficiencia en cantidad y calidad para las poblaciones campesinas del Altiplano Potosino y no para las industrias, y que se conserven las fuentes de agua que tienen un uso sagrado para el pueblo wixárika.
Asimismo plantean que se analicen las bases técnicas que dan origen al proyecto minero de la Presa de la Maroma, que pone en riesgo la integridad de los habitantes de las localidades San Bartolo y Chilares, ubicadas aguas debajo de la cortina.
Los pueblos también urgen a que se detenga de manera inmediata el depósito de residuos tóxicos que se pretende hacer en el predio Ojo de Venado, en el municipio de Santo Domingo, San Luis Potosí; se diseñen programas encaminados a proteger la flora y fauna de Wirikuta, particularmente de los nidos activos de Águila Real y poblaciones del peyote como especies bases de la cultura mexicana; se revise la legalidad de las agroindustrias que mantienen a jornaleros en explotación laboral; y se agilice la inscripción de la “Ruta Huichol por los Sitios Sagrados a Wirikuta” en la Convención sobre la Protección del Patriomnio Mundial, Cultural y Natural de la UNESCO.