Otra vez, tras exactos 5 años después de la fi rma del Contrato de Riesgo Compartido con Jindal Steel and Power Ltd. (JSPL), el 18 de julio de 2007, acaba de cerrarse un capítulo más de los ya varios intentos de explotación del cerro, esta vez en manos de una empresa extranjera. Y lo que en realidad importa más que el nuevo fracaso es el tiempo nuevamente perdido para lograr el anhelo de constituir en el país la industria básica de la siderurgia.
La licitación y la negociación del contracto de riesgo compartido
El año 2006 por primera vez una licitación para la explotación del Mutún había llegado a su término. Ésta había comenzado 2005 (en el gobierno de Eduardo Rodríguez) y había sido un par de veces postergada, entre otras cosas, debido las críticas al pliego de condiciones original. Entre las empresas interesadas, inicialmente se encontraban Mittal Steel Co., Shandong Luneng Hengyuan Trading Group Co Ltd, EBX, Siderar-Techint y JSPL. Mientras se modifi caba el pliego de condiciones se retiraron Shandong Luneng Hengyuan y Siderar-Techint en tanto EBX, del millonario Eike Batista (quien ya instalaba en la zona hornos para producir arrabio), fue marginada del proceso por el gobierno.
De ese modo, el 25 de mayo del año 2006 sólo fueron presentadas dos propuestas, las correspondientes a Mittal Steel Co. y JSPL.1 Mittal Steel Co. no fue habilitada por no cumplir los requisitos técnicos quedando por tanto únicamente la propuesta de JSPL. Como aseguraron varios analistas en artículos sobre el tema, habiendo quedado una sola empresa lo más prudente hubiera sido declarar desierta la licitación. Sin embargo, esta continuó hasta su adjudicación a favor de JSPL, el 1 de Junio del mismo año, dándole además plazo para completar información de su propuesta.2 Más aún, el que fuera Ministro por entonces, Salvador Ric, en una entrevista hizo conocer posteriormente que JSPL no había califi cado y que fue una irresponsabilidad la adjudicación en tales circunstancias.3
Entre la adjudicación de la licitación el 1 de junio del 2006 y la fi rma del contrato de riesgo compartido, el 18 de Julio del 2007, medió un largo año de negociaciones y diversas presiones políticas de la región donde se halla el yacimiento. En este tiempo, dos fueron los principales temas de negociación: el precio del gas y el régimen impositivo.
El proceso de producción de acero en el proyecto requiere la provisión de gas natural para la producción de hierro esponja, que es un producto intermedio, y para la generación de electricidad para el complejo.
Aprovechando que en las circunstancias se entendía en la opinión pública que el conjunto del proceso de producción de acero era un proceso de industrialización del gas y apelando a las disposiciones del sector de hidrocarburos, JSPL pretendió con insistencia obtener una subvención mediante un precio reducido del gas natural, respecto a los precios de exportación, para el proyecto. A diciembre de 2006, el gobierno ya ofrecía un precio diferenciado para la producción de electricidad para la acería de US$ 2,50 por millón de btu en tanto para la reducción de hierro US$ 5,00 por millón de btu.4
Meses después, el 1 de marzo del 2007 el propio presidente Evo Morales y Vikrant Gujral, vicepresidente de JSPL, acuerdan fi nalmente el precio subvencionado del gas natural. La Jindal había logrado que éste se entregara a US$ 1,955 millón de btu para la producción de electricidad y US$3,91 por millón de btu para la reducción de hierro.5
Conseguida la subvención en el precio del gas, JSPL procuró entonces asegurar un régimen tributario “razonable” para el proyecto. El gobierno había anunciado desde el inicio de su administración el cambio del sistema tributario de minería heredado de la anterior década. De esta forma, la propia reforma a este régimen entró en la bolsa de negociación con JSPL.
Tras otros varios meses, el 15 de Julio del 2007, el Ministro de Minería anunciaba que la empresa había aceptado la nueva política tributaria del gobierno y que aceptaba la incorporación de un nuevo impuesto adicional al impuesto a las utilidades de las empresas.6
Como se ha manifestado en otra oportunidad7 la reforma tributaria en minería efectuada por el actual gobierno resultó esencialmente una prolongación del régimen tributario heredado del neoliberalismo.
La nueva alícuota adicional al impuesto de las utilidades de las empresas fue realmente la única modificación a éste que apenas hizo subir los ingresos fiscales por minería.
Con el acuerdo sobre tributos habían concluido finalmente las negociaciones y tan sólo tres días después se firmó el Contrato de Riesgo Compartido.
El Congreso nacional ratificó finalmente los acuerdos. Aprobó la modificación al régimen tributario del código minero (a través de la Ley 3787) junto con otra que ratificaba nada menos que el sistema de devolución de impuestos por exportaciones (Ley 3788) y las leyes que aprobaron el Contrato de Riesgo Compartido y crearon la contraparte boliviana para el mismo, es decir, la Empresa Siderúrgica de Mutún (Leyes 3789 y 3790 respectivamente), todo entre el 23 y el 24 de noviembre de 2007.
Las disputas en el Contrato de Riesgo Compartido con Jindal
Tras el largo año de negociaciones, aún estaban por venir otros años de disputas entre el Estado y la JSPL. Por contrato, Jindal se comprometió a invertir la suma de US$ 2.100 millones en periodos que abarcan los primeros 8 años de vigencia del mismo (ver Cuadro 1). Aunque los plazos debían correr desde el momento en que el acuerdo fue protocolizado, esto es, desde el 24 de diciembre de 2007, éstos quedaron congelados, tal como lo establecía el propio contrato, hasta que fuese efectuada la entrega de las tierras (saneadas) que eran requeridas para el proyecto8 junto con al área del contrato.
La entrega del grueso de las tierras saneadas (5,537 hectáreas) se efectuó recién el 26 de abril de 20099, y en base a ésta la entrega del área del contrato, el 12 de mayo del mismo año10. Sin embargo de esto, las disputas continuaron por varios meses después alrededor de la entrega de las restantes tierras.
Recién, más de un año más tarde, JSPL y ESM suscriben, como mecanismo de solución, una adenda para modificar el área del contrato, misma que fue aprobada por Ley 32 el 6 de agosto de 2010. En todo esto habían transcurrido dos años sin que el proyecto siquiera iniciase.
Tras las disputas, un acuerdo en el Directorio del proyecto determinó como fecha en que el contrato entró recién en plena vigencia, y con ello sus plazos, el 1 de abril de 2010. Por tanto, el primer periodo de inversión (de dos años) se cumplió el 1 de abril del presente año (ver Cuadro 1). Antes del acuerdo, sin embargo, el 10 de abril de 2010, ya había sido ejecutada la boleta de garantía de Jindal que aseguraba la inversión por este primer periodo (misma que ascendía a US$ 600 millones).
Paradójicamente, en medio de controversias no acabadas por este hecho, dos años después, fue ejecutada otra boleta de garantía por los mismos dos primeros años de vigencia del contrato cumplidos a abril de 2012. Para este último caso, no se ha realizado a la fecha la auditoría correspondiente para verificar el cumplimiento de las inversiones, ya que Jindal no habría permitido la realización de la misma.11
Ya estos últimos dos años, la controversia central había girado en torno a la disponibilidad del gas natural para el proyecto.
La cuestión del gas
Desde que se lanzó la licitación internacional el 2005, la tecnología a usarse fue uno de los temas más álgidos de la discusión pública. En razón de que durante varios años la opinión pública había exigido que el gas natural sirva para la industrialización del país, en muchos espacios se comprendió que la transformación del hierro del Mutún debía hacerse mediante el uso de este recurso, más aún cuando existía la posibilidad de que se la realice utilizando carbón vegetal que iría a afectar el ecosistema de la región.
Durante el año que duró las negociaciones entre JSB y el Gobierno, desde la adjudicación de la licitación hasta la firma del contrato, públicamente se habló que el proyecto iba a requerir un volumen de entre 7 y 10 millones de metros cúbicos por día (MMmcd) cuando entre en pleno funcionamiento. De hecho, el por entonces Ministro Carlos Villegas, el propio día de la firma del contrato, aseguró que el proyecto en poco años demandaría 8,8 MMmcd.12
Para ese entonces, según la última certificación de reservas efectuada el 2005, según la cual éstas alcanzaban a 26,7 trillones de pies cúbicos (tcf), parecía no existir mayores preocupaciones sobre la disponibilidad del gas. Sin embargo, tras la última certificación de reservas del año 2010, que da la cifra de 9,7 tcf como reservas certificadas13, tales preocupaciones se hicieron patentes.
De hecho, el pasado año 2011 la producción nacional de gas natural tuvo un promedio de 45,07 MMmcd, cifra superior a las registradas en los años precedentes. De este volumen, la mayor parte se exportó al Brasil en un promedio de 26,9 MMmcd, en tanto que fueron exportados 7,7 MMmcd a la Argentina y fueron comercializados 8,7 MMmcd en el mercado interno.14 Si se considera que los volúmenes contratados por el Brasil y por la Argentina alcanzan a 30,08 y 27,7 MMmcd respectivamente15, a lo que debe adicionarse el crecimiento del mercado interno y los volúmenes que se suponían debían ser destinados a la industrialización del gas, se tiene que la producción nacional de gas natural debe crecer en gran medida para cubrir estos requerimientos y adicionalmente los del Mutún que son de similar magnitud que todo el mercado interno. JSB, el pasado 24 de octubre de 2011, presentó su requerimiento de gas para el proyecto que alcanzaría a 4 MMmcd para el 2014 y 10 MMmcd para el 201716. Pese a esto, Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) ha hecho conocer su disposición de otorgar sólo 2,5 MMmcd para el 2014.17
Por otro lado, no sólo basta la disponibilidad del gas natural sino naturalmente las facilidades para su transporte. Actualmente, el gasoducto Bolivia – Brasil, que va desde cercanías de Santa Cruz de la Sierra hasta la Estación de Medición Mutún, tiene una capacidad de entrega en frontera de 32,85 MMmcd18 que corresponden prácticamente en su totalidad a los volúmenes contratados por el Brasil. Es por ello que el Plan de Inversiones 2009-2015 de YPFB preveía la construcción de una paralela a un costo de US$ 240 millones (costo asumido por el Estado) y que requería un plazo de ejecución de 3 años19.
De esta forma, si se considera que la producción de DRI comenzará a inicios del 2015, según el cómputo de plazos del contrato aceptado por las partes, se tiene que ya existía un retraso de varios meses en que debieron haber sido firmados el contrato e iniciadas las obras de construcción. Lo que quedó claro de esta disputa fue lo que el propio ex Viceministro de Hidrocarburos (2009), Jorge Téllez, había afirmado llanamente: que no existía suficiente gas para el Mutún y que además se requería construir un gasoducto20. Al final, el funcionamiento del conjunto del proyecto del Mutún depende en gran medida del gas.
La Empresa Siderúrgica del Mutún
A lo largo de estos años, una de las constantes han sido las continuas amenazas del Gobierno de explotar la otra mitad del yacimiento del Mutún que no está sujeta al contrato. Ya en septiembre de 2007, los Presidentes Evo Morales y Hugo Chávez de Venezuela firmaron un Acuerdo para crear una “Gran Nacional” para realizar esta tarea21, mismo que fue nuevamente ratificado por los propios Presidentes en abril de 201022. A más de los actos protocolares éstos acuerdos quedaron en nada hasta la fecha.
Sin embargo, aparte de esto, la principal amenaza fue lanzada en marzo de 2010, cuando el Gobierno oficializó su decisión de iniciar la explotación23 hablándose a la vez de hacerlo directamente por el Estado y mediante diversas empresas que estarían interesadas.
Lo que queda claro de esto es, sin embargo, que la empresa estatal, esto es, la Empresa Siderúrgica del Mutún (ESM), que sería la llamada a encarar la explotación de la otra mitad del Mutún, no ha tenido de ninguna forma la capacidad para efectuarlo.
Ésta fue creada durante el Gobierno de Carlos Mesa al inicio de la licitación como la contraparte para la firma del contrato de riesgo compartido y no para la explotación directa del yacimiento24, siguiendo en esto el modelo de los 90’ de empresa nacional únicamente suscriptora de contratos. Al efecto, aparte de las concesiones mineras del yacimiento su patrimonio inicial estaba constituido sólo por los concentrados de hierro que se encuentran en las inmediaciones del Mutún, correspondientes a las antiguas operaciones de COMIBOL, y que debían ser monetizadas al efecto.25 Subsecuentes modificaciones a la normativa mantuvieron en lo central este carácter de la empresa. Pero lo que es más importante, esta situación se mantuvo, en lo substancial, hasta el presente mediante la Ley 3790 de 24 de noviembre de 2007 (que reordena las disposiciones relativas a la ESM). Esto es más evidente si se consideran los presupuestos asignados a esta empresa para realizar el desarrollo de la otra mitad del Mutún. (Cuadro 2) En efecto, la ESM, en el mejor de los casos (año 2011), tuvo un presupuesto algo superior a los US$ 20 millones. En todos los demás años su presupuesto apenas fueron unos pocos millones de bolivianos. Es más, los años 2008 y 2009 su presupuesto corresponde a los ingresos por el pago de derecho de explotación que Jindal efectuó según la cláusula 21.2 del contrato (el cual debía cumplir los primeros 10 años) y que ascendía a US$ 1 millón por año.
Además de esto, salvo la presente gestión, el principal objeto de gasto en los presupuestos no fue maquinaria. Para este año, se tiene previsto una inversión de alrededor de sólo US$ 1 millón para este rubro básico de la empresa.
Por ello, si se tiene como referencia que el monto que estaba comprometido por contrato con Jindal ascendía a U$S 2.100 es claro que con semejantes recursos es impensable una similar explotación de la otra mitad del Mutún por parte del Estado boliviano.
A esto naturalmente se debe adicionar que si ESM quiere producir acero y no sólo concentrados de hierro también requerirá gas natural. Por esto ha quedado claro las afirmaciones de Ricardo Cardona, Presidente de la empresa, que ha anticipado la compra de los hornos que EBX tenía en la zona, resucitando el viejo proyecto. Al efecto, prevé la compra de carbón mineral para producir arrabio y demandar apenas 200 mil mcd para producir hierro esponja para producir después acero.26
Proyecto de exportación de empresas extranjeras o siderurgia nacional
La explotación del Mutún ha atravesado desde varias décadas muchísimos inconvenientes. Cualquier emprendimiento en este yacimiento tendrá necesariamente que resolver en primer lugar la provisión de gas natural juntamente la ampliación del transporte de gas para el proyecto. A esto, sin embargo, debe sumarse diversos temas aún pendientes: la construcción de la infraestructura necesaria para la exportación, esto es, la construcción de la carretera Puerto Suárez – Puerto Busch y el puerto requerido en esta localidad, entre otros.
El Gobierno ha declarado que insistirá en la explotación del Mutún mediante otra empresa extranjera y empieza a barajar las opciones.27
La infinidad de dificultades que debe atravesar este proyecto de exportación en manos de una empresa extranjera, tal vez debe llevar a repensarlo en su totalidad. Como han sugerido varios, en estos últimos años, tal vez sea mejor volcar la mirada a un proyecto siderúrgico manejado por el Estado boliviano y destinado tan sólo para cumplir con la demanda de aceros del mercado interno en base al yacimiento de Changolla en Cochabamba, que por situación geográfica no atravesaría la carrera de obstáculos que siempre tuvo el Mutún28
1 El Deber. Edición del 26 de Mayo, 2006.
2 El Diario. Edición del 2 de Junio, 2006.
3 Morales, Rolando. 2006. El Proyecto del Mutún, ¿un sueno inconcluso? Fundación Milenio, pp.23.
4 El Deber. Edición del 29 de Diciembre, 2006.
5 La Razón. Edición del 2 de Marzo, 2007.
6 El Deber, Edición del 16 de Julio, 2007.
7 Díaz, Vladimir. 2012. La Vigencia de la legislación neoliberal en la minería. Petropress, 28.
8 De todos modos, las autoridades han reconocido que existe una pequeña fracción que queda pendiente su entrega.
9 El Deber. Edición del 27 de Abril, 2009.
10 El Diario. Edición del 3 de mayo, 2009.
11 Según sus voceros por observaciones a la empresa auditora.
12 Opinión, edición del 19 de julio de 2007.
13 Rodríguez, Gustavo, ¿Estánmatando a la gallina de los huevos de oro?, En: Revista Petropress Nº 23, enero 2011.
14 YacimientosPetrolíferos Bolivianos (YPFB), Anuario- Estadístico Gestión 2011.
15 Yacimientos Petrolíferos Bolivianos (YPFB), Plan de Inversiones 2009-2015.
16 La Razón, edición de 25 de octubre de 2011; La Razón, edición de 14 de febrero de 2012.
17 Cambio, edición del 18 de abril de 2012.
18 Gas TransBoliviano SA, Memoria Anual 2010.
19 Yacimientos Petrolíferos Bolivianos (YPFB), Plan de Inversiones 2009-2015, pág. 139.
20 El Diario, edición de 13 de mayo de 2009.
21 La Prensa, edición de 10 de septiembre de 2007.
22 La Prensa, edición de 1 de mayo de 2010.
23 Los Tiempos, edición de 12 de marzo de 2010; El Deber, edición de 22 de marzo de 2010.
24 Decreto Supremo 28150 de 17 de mayo de 2005.
25 Decreto Supremo 28150 de 17 de mayo de 2005.
26 Entrevista a Ricardo Cardona, Energy Press Nº 605, julio de 2012.
27 Cambio, edición de 18 de julio de 2012.
28 El propio Ricardo Cardona, actual Presidente de ESM lo sugirió. Véase su artículo Infraestructura y logística para la siderurgia integral en Mutún y Changolla.
Cuadro 1: ¿Responsabilidad empresarial?
“Durante este año hemos priorizado el aumento de la provisión de servicios médicos para los necesitados y educación de alta calidad para los niños y jóvenes… hemos asegurado la estabilización de las poblaciones, la provisión de agua potable, la implementación de programas deporti vos para jóvenes y la inversión en infraestructura y desarrollo.”
Naveen Jindal, Informe Anual, JSPL, 2010-11, refi riéndose a las acciones de la empresa en India En la primera entrevista hecha por No Mentirás al presidente de JSPL (en la propia India), Naveen Jindal hablaba de los beneficios que traerá la empresa a Bolivia, enfatizando la responsabilidad empresarial que ti ene JSPL como valor central en sus operaciones. Naveen Jindal rogó al pueblo boliviano apoyarle en estos momentos difíciles, expresando su deseo de ayudarnos y de ofrecernos una oportunidad de trabajar con una empresa responsable y confiable. El 25 de enero de 2012, hubo enfrentamientos entre la guardia privada de la JSPL y aproximadamente 4.000 manifestantes al frente de su planta de acero en Angul, India. Los manifestantes protestaban contra el desalojo del que fueron objeto para ubicar las operaciones de la empresa en esta zona. Al final, casi 200 personas fueron heridas tras los actos de agresión violenta por la guardia de seguridad privada, que, según un informe de derechos humanos, golpearon a los manifestantes con palos y piedrasI. Este no es el primer caso de denuncias de violencia y represión en contra de JSPL y sus operaciones en India. El 2008, tras la denuncia contra Jindal Power (subsidiaria de la JSPL) por la falta de las licencias requeridas para la construcción de la planta eléctrica de carbón en RaigarhII, varios comunarios fueron seguidos y golpeados por la policía y fueron hospitalizados por una semanaIII.
El 2009, después de más expropiaciones, ocurrieron protestas de campesinos pobres y enfrentamientos que, como resultado, produjo 3 muertos.IV En India, las empresas privadas tanto como las públicas ti enen el respaldo legal para la expropiación de ti erras para la producción industrial y JSPL es una de las empresas involucradas en desalojos de ti erras para sus acciones. En los últi mos 5 años de operaciones en Orissa está esti mado que casi 15.000 personas han sido desalojadas por las operaciones de JSPL, la mayoría de ellas campesinos y pastores pobres.V Parece que en la entrevista de No Menti rás han olvidado algunos adjeti vos para describir lo que representa la “responsabilidad empresarial” de JSPL para la gente india: habría que añadir violencia, represión y desalojos. I. Samu, K. 2012. Police/Custodial Torture 2012. Human Rights Documentation: Indian Social Institute. II. Indian Human Rights Report Quarterly. Asian Centre for Human Rights, Enero-Junio 2011. III. Bahree, M. 2010. The forever war: Inside India’s maoist confl ict. The World Policy Institute. IV. Shiva, V. 2012. The Indian Oligarchs. V. Samantara, P. 2012. Statements against brutal attack at Jindal’s Angul Plant. NAPM. Disponible en internet: http://sanhati.com/articles/4563/
Cuadro 2: CERRO MUTÚN
Se localiza en la provincia Germán Busch del departamento de Santa Cruz, está constituido en colinas cuya altura varía entre los 200 y 800 metros. Tiene una superficie aproximada de 75 kilómetros cuadrados de área mineralizada. Sus reservas ascienden a 40.205 millones de toneladas de mineral de hierro en forma de hematitita (fe2o3) principalmente, magnetita (fe3o4), muy poca siderita (co3fe) y mineral de manganeso (mno2).
Cuadro 3: Jindal Group y las Operaciones de Jindal Steel and Power Ltd.
Jindal Steel Bolivia (JSB) es filial de JSPL, una empresa india que es subsidiaria del conglomerado O.P. Jindal Group perteneciente a la familia oligarca Jindal. El grupo tiene un valor estimado de 16 mil millones de dólaresI y sus cuatro filiales principales tienen operaciones en toda la cadena de producción, refinación y distribución de acero, y en áreas de expansión estratégica como comunicaciones, inversiones y financiamiento, tecnología de exploración de minerales y piedras preciosas.II
JSPL tiene 4 subsidiarias oficialesIII y 37 empresas sub-subsidiarias. JSB y Gas to Liquid International (GTLI), esta última que trabaja en exploraciones y explotación de petróleo, son las dos subsidiarias de JSPL en Bolivia. Las operaciones de JSPL se encuentran en 4 continentes y en más que 10 países y trabajan en toda la cadena de producción de acero, desde la explotación de materias primas como carbón y hierro hasta la producción de acero y fabricación de maquinaria e infraestructura. Es importante aclarar que salvo una operación en Omán y sus planes en Bolivia, las plantas de refinación y producción de acero se encuentran en India y, como resultado, el 87% de sus ingresos brutos del 2011 provienen de sus operaciones en ese país.IV Las operaciones mineras de JSPL sirven para asegurar una cantidad de materias primas para la producción de acero, proyectos de construcción e infraestructura en India de JSPL y Jindal Group. Según su Informe Anual de 2011, JSPL está “apuntando a la adquisición de minas de carbón y hierro en Australia, Indonesia, América de Sur y África para asegurar la provisión de materias primas.”V De las 30 operaciones que tiene JSPL, 19 son operaciones mineras, de las cuales 10 explotan hierro o carbón. Aunque tiene operaciones en comunicaciones y exploraciones fuera de la cadena de producción de acero, JSPL es una empresa todavía concentrada en este rubro. En 2011, 74% de sus ingresos totales venían del sector de acero y hierro y sus proyectos de expansión anticipados están en la cadena de dicho sector.
Todavía la producción de acero de JSPL no representa una gran parte de la producción total en India, tan sólo un 2,9% en 2010VI. Sin embargo, sus planes para expandir su producción de acero en estos próximos años anticipan un aumento de su capacidad producción (de acero acabado y semi-acabado) hasta alcanzar 27,5MT (en India), que, según el Ministerio de Acero de aquel país, representará el 25% de la producción nacional prevista para 2020 (110MT), como máximoVII. Con un incremento de la producción en esta escala, JSPL requerirá un suministro de materias primas y combustibles, específicamente hierro y carbón, para obtener esa capacidad anticipada.
____________________________
I. Sitio Web, Jindal Steel and Power Ltd. http://www.jindalsteelpower.com/
II. Informe Anual, Jindal Steel and Power Ltd 2010-2011.
III. Jindal Minerals & Metals Africa Limited, Jindal Power Limited, Jindal Steel & Power (Mauritius) Limited, Jindal Steel Bolivia SA (Informe Annual 2010-11)
IV. Ibid.
V. Ibid.
VI. Ministerio de Acero, India y Informe Anual JSPL 2010- 2011
VII. Ibid.