José Cueva
Intag 21 de febrero de 2010
No han pasado dos años de aquella otra lamentable intervención de nuestro señor presidente en una de sus cadenas sabatinas, precisamente el 23 de junio de 2008 cuando refiriéndose a la importancia que revestía en ese entonces la minera en su proyecto político, decía en palabras textuales: “…tenemos más reservas de cobre que Chile, tendríamos las más grandes reservas de cobre del mundo, sería un crimen no explotar esa riqueza…..”.
En su momento, los infantiles ecologistas alertaron de este error. Citando al U.S. Geological Service, la fuente más completa y confiable sobre la información de recursos geológicos del planeta, se indica que ni siquiera se enlista a Ecuador entre las reservas importantes de cobre. Se advirtió con conocimiento de causa que las empresas mineras venían inflando las cifras hasta 4 y más veces de lo que realmente habían encontrado. ¿Con que objetivo? Pues simple y cínicamente especular con “sus” concesiones, valorar mejor sus acciones y crear entre los funcionarios y la opinión pública un “ambiente favorable” para sus proyectos. En palabras del Ing. Jorge Mantilla consultor de la minera canadiense Ascendant Copper en un informe sobre el escenario nacional en 2007, el objetivo de las mineras debía ser “…interactuar con las autoridades de turno..” y “… manejar la percepción de las clases urbanas nacionales e internacionales…”
Y lo lograron. Incluso el propio presidente Correa se convirtió en el principal promotor de esta estrategia. La asambleísta Irina Cabezas, en su momento encargada de viabilizar la aprobación de la ley de minería, en menos de una semana desde que recibió el proyecto de ley, hizo suyo el discurso de las multinacionales y lo repetía al pie de la letra incluyendo la falacia de las gigantescas reservas (valdría preguntarse cual fue la metodología de tan eficiente adoctrinamiento). Con estas mentiras y muchas más como la supuesta existencia de una tal “minería responsable”, ignorando las voces de los pueblos y comunidades, evitando el diálogo, irrespetando el mandato constitucional minero y la misma Constitución de Montecristi, en enero de 2009 se aprobó la ley y meses más tarde el reglamento minero.
Sorpresivamente, menos de dos años después, los titulares de la prensa nacional recogen las declaraciones de la Subsecretaria de Minas, Carolina Bernal, quien nos informa que la empresa de cobre más grande del mundo, la estatal chilena CODELCO que mediante un convenio con el gobierno ecuatoriano explora una decena de proyectos en manos del Estado, “no ha encontrado ningún yacimiento atractivo para explotar….”
El territorio entregado a CODELCO comprende una gran porción de la Cordillera de los Andes al Sur del país. Se extiende entre las provincias de Loja, El Oro, Azuay, Cañar, Bolívar, Chimborazo y Morona Santiago. Resulta paradójico que en menos de dos años dejáramos de ser la primera reserva mundial de cobre y en un territorio tan grande ni siquiera se encuentre un solo proyecto interesante. El gobierno debe dar explicaciones al pueblo por estas contradicciones. Las empresas mineras, los asesores del gobierno que fueron parte de esta farsa y el mismo Presidente deben responder ante el pueblo por el engaño del que hemos sido objeto y de las intenciones ocultas que están todavía atrás del confuso discurso minero del gobierno nacional.
Empieza a caer la primera gran mentira de la minería en Ecuador… Ojalá no sea muy tarde cuando caigan las siguientes.