La minería en Latinoamérica tiene más de cuatro siglos. Los métodos de extracción cambiaron y el sector minero habla de altos estándares de calidad y seguridad pero los hechos lo desmienten. Transcribimos aquí un artículo muy interesante que señala las continuidades de un proceso de saqueo comparando Potosí, Veladero y Vaca Muerta.
EL AGUA VALE MÁS QUE EL ORO
Existen más continuidades que rupturas entre la explotación minera del pasado y las del presente
“DE LOS ARROYOS NO BEBEN AUNQUE CORRAN POR VENIR EL AGUA INFICIONADA DEL BENEFICIO DE METALES Y AZOGUE”. VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ, ACTUAL BOLIVIA. 1626.
“LA ROTURA DE UNA VÁLVULA EN EL CONDUCTO DE SOLUCIÓN CIANURADA PROVOCÓ QUE 3.800.000 LITROS DE DICHA SUSTANCIA LLEGARAN AL RÍO BLANCO”. VELADERO. SAN JUAN. 2015.
“HAY UN MÍNIMO DE 85.000 METROS CUADRADOS IMPACTADOS DIRECTAMENTE POR EL CRUDO Y ALREDEDOR DE 77 HECTÁREAS CONTAMINADAS A SÓLO 11,5 KM DE LA LOCALIDAD DE AÑELO Y EL RÍO NEUQUÉN”. VACA MUERTA. NEUQUÉN. OCTUBRE 2018.
Con casi 400 años de diferencia en nuestra América Latina se sigue dando la misma situación. Una minería que saquea los bienes de la naturaleza y explota a lxs habitantes. El proceso de extracción cambia con las nuevas técnicas pero hay más continuidades más que rupturas.
Potosí 1626: luego de sacar el mineral de plata del socavón, transportarlo hasta el ingenio y molerlo, empezaba la etapa de la amalgama: la roca hecha polvo era introducida en grandes piletones con capacidad para 2300 kg y regada con agua, sal y mercurio, el famoso azogue que daba nombre a los capitalistas españoles. El producto final era la plata pura. Durante días esa sopa espesa era mezclada a fuerza de pies desnudos de indígenas mitayos. El mercurio se impregnaba en sus piernas y en sus cuerpos. A veces lograban vivir años, a veces solo meses, pero todos en la Villa conocían a los azogados, esos indios que se paseaban por las distintas calles estremeciéndose como quien toca un cable de electricidad mojado. La muerte era casi una recompensa. El agua seguía su curso con su sobrante de mercurio y corría por el río donde era utilizado por toda la población.
Veladero 2015: En la minería moderna a cielo abierto se utiliza para la extracción del oro el proceso de lixiviación. La roca dinamitada se tritura y muele, se junta en pilas y se riega con millones de litros de agua mezclada con varias toneladas de cianuro de sodio. Esta solución se amalgama con el oro en una solución oro-cianuro soluble en agua que se colecta al pie de las pilas. El resultado del proceso de lixiviación es por un lado el oro y por otro una solución viscosa que se destina a una suerte de grandes lagos llamados diques de cola. Estos contienen millones de toneladas de tierra y minerales mezclados con el cianuro.
Vaca Muerta 2018: Miles de litros de agua con arena y productos químicos tóxicos son inyectados a presión para fracturar la roca y liberar gas y petróleo. Las instalaciones que llevan adelante el proceso se ubican en lugares productivos o cerca de poblaciones, dejando solo destrucción a su paso.
Las consecuencias no se hacen esperar. Cada momento de la producción expone a lxs trabajadorxs y habitantes de lugares cercanos y por extensión más temprano que tarde a todxs.
Potosí 1626: los indios que trabajaban en los ingenios se envenenaban despacio con el mercurio. Sufrían picores, se les dormían los brazos y las piernas, les sangraban las encías, veían doble o se quedaban ciegos, tosían, se ahogaban, sufrían temblores y morían. Los llamaban los azogados. Al advertir esos efectos los propietarios de los ingenios cuidaban con especial atención a las mulas, porque a veces bebían las aguas mezcladas con mercurio y morían. Decidieron atarlas más lejos. Una mula resultaba mucho más cara que un indio.
La gran inundación que arrasó con decenas de Ingenios se llevó no sólo el azogue (mercurio) que estaba en los cajones sino cientos de arrobas de dicho mineral que esperaban ser usadas. El agua con mercurio ocupó cientos de hectáreas de la Villa y las rancherías de indios.
Veladero 2015: la intoxicación aguda con cianuro produce irritación de boca y faringe, dolor de cabeza, mareo, confusión, ansiedad, nauseas, taquicardia y en embarazadas puede producir malformaciones en el feto. La intoxicación crónica (exposición a bajas dosis prolongadas en el tiempo) puede producir problemas cardiovasculares, respiratorios, neurológicos, gastrointestinales, dermatológicos, endocrinos y reproductivos.
Por lo menos tres graves hechos de ruptura de los caños con sustancias cianurada que provocaron contaminación de los ríos de la zona (13 de septiembre de 2015, 8 de septiembre de 2016 y 28 de marzo de 2017) y la destrucción de glaciares son sólo algunas de las graves consecuencias de la minería a cielo abierto en la mina Veladero, denunciada por grupos ambientalistas y vecinos de las localidades y ocultadas sistemáticamente por la empresa con la complicidad del gobierno de San Juan y la justicia provincial.
Vaca Muerta 2018: líquidos tóxicos usados en la fracturación se derraman de las tuberías, válvulas abiertas y vehículos de transporte contaminando las aguas locales. El líquido se filtra por las fisuras y contamina los acuíferos. La mayoría de la sopa de tóxicos permanece en el subsuelo y no es biodegradable. Fluidos tóxicos cancerígenos penetran y contaminan los acuíferos. Los restos de fluidos se vierten en piletones mal construidos a veces sin aislamiento y se filtran a las aguas.
¿Y quiénes son lxs que ganan? Los que se enriquecen son unxs pocos, ahora y hace 400 años. Se llevan el oro, la plata y el petróleo, se llevan las ganancias, dejan tierra arrasada.
Potosi 1626: la plata quedaba en manos de pocos, los azogueros, los comerciantes que los proveían de lujos y la corona que se quedaba con el famoso quinto real, el 20 % de toda la plata producida por ser “dueña” de América, considerada un inmenso feudo del rey que disponía de todo lo que hubiera en él: campos, minas, hombres y mujeres. España, gracias a Potosí, fue dueña durante varias décadas de la mitad de la plata que se producía en el mundo. Se podía, dicen los cronistas, hacer un puente de plata que uniera Potosí con España. Dicen hoy los descendientes de los indios mitayos a aquellxs que quieran escucharlos, que también se podía hacer otro puente con los huesos de los muertos en los socavones. Pero eso eran sólo costos de producción.
Veladero 2015: la mina a cielo abierto de Veladero le reportó a la empresa Barrick Gold importantísimas ganancias. Teniendo en cuenta que la onza de oro se cotiza actualmente entre 1250/1300 dólares la onza y que el costo de producción no supera los 400 dólares por onza la empresa lleva desde 2005 ganancias extraordinarias. En 2007 la producción fue de 500.000 onzas, en 2008, 540.000; en 2009 611.000 onzas; en 2010 1.120.000 onzas y en 2011 960.000 onzas. Los cálculos previos estimaban reservas por 11,4 millones de onzas y 14 años de vida útil de la mina.
Vaca Muerta 2018: explotando solamente 20 km2 de Vaca Muerta (acuerdo inicial sobre los 12450 km2 totales) la empresa Chevron tendría un margen de ganancia del 1735 % sobre lo invertido. En plata esto significa 15.798 millones de dólares. Si se toma el convenio más amplio con YPF que habla de 395 km2, el margen de ganancia alcanzaría 315.091 millones de dólares para Chevron, es decir un rentabilidad del 3868 % de lo invertido.
La ambición de los saqueadores no tiene límites. Como decía Carlos Marx hace más de 150 años: “El capital experimenta horror por la ausencia de ganancia o por una ganancia muy pequeña. Si la ganancia es adecuada el capital se vuelve audaz. Un 10% seguro y se lo podrá emplear dondequiera, 20% y se pondrá impulsivo, 50% y llegará positivamente a la temeridad, por 100% pisoteará todas las leyes humanas, 300% y no hay crimen que lo asuste”.
Nos quieren convencer que la historia es una serie de hechos inconexos. Que no existen las continuidades, que esas constantes solo son pensamientos de mentes paranoicas. Y vienen, una y otra vez desde hace más de 400 años. Vienen y hurgan en la tierra, con socavones, con inmensos pits a cielo abierto. Vienen y se llevan las riquezas de la tierra, de nuestra tierra. Vienen y derraman sustancias tóxicas que producen daños permanentes sobre las aguas que usan los agricultores, que bañan nuestros lagos, que tomamos todxs. Mercurio, cianuro, arsénico, plomo. Que producen muerte. Transforman nuestra América en zona de sacrificio a partir del saqueo sistemático.
Pero sin embargo, cada vez más surgen las voces de las comunidades, de vecinos, de pequeñas asambleas, de colectivos de trabajadorxs, de jóvenes, de mujeres que dicen a voz en cuello: el agua vale más que el oro, la plata y el petróleo. Ayer, hoy y siempre.