Escribe: Martín Llatas P.
El escenario geográfico del debate en torno a la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) se encuentra en la Cuenca Hidrográfica Quilca-Vitor-Chilli, región de Arequipa. Dicha cuenca se inscribe en la Red Hidrográfica del Pacífico. Una de las cosas importantes a considerar es que durante la época seca, en éste ámbito geográfico, el recurso hídrico es mucho más precioso en comparación a la época de lluvias.
Uno de los puntos polémicos gira en torno al caudal que Cerro Verde dispondría para abastecer la producción de sus operaciones mineras en la margen izquierda del río Chili, y por supuesto, el tema del precio, a ser fijado por SEDAPAR (Servicio de Agua Potable y Alcantarillado de Arequipa), sobre el reúso de las aguas residuales tratadas. Una consideración importante a tener en cuenta es que actualmente ese caudal, solicitado por Cerro Verde, está siendo usado aguas abajo.
Según información de la ANA (Autoridad Nacional del Agua), la clasificación del cuerpo natural de agua superficial (Río Chilli) aguas abajo de la captación de agua potable por SEDAPAR pertenece a la categoría 3 (Uso de agua para riego). En ese sentido, es prioritario pensar en esas comunidades de personas, ciudadanos y ciudadanas de Arequipa, que están haciendo uso actualmente de ese caudal, y que en una eventual desviación de éste, a la unidad minera de Cerro Verde, se verían afectados, particularmente durante la época seca, cuando el agua es escasa.
¿Quiénes tienen interés en el agua? ¿Por qué tratarla? Sabemos que el agua genera eventualmente bienes económicos. Para el caso de Cerro Verde, el bien económico serán los cátodos de cobre obtenidos luego del procesamiento del mineral, en donde uno de los principales insumos de producción será la preciosa agua en disputa. ¿Cuál será el destino final de esta agua, luego del procesamiento del mineral? Ya lo sabemos: los relaves. Por otro lado, para el caso de los agricultores, que también hacen uso de esa agua, el bien económico son los alimentos. El destino final del agua, para los hombres y mujeres del campo, será la producción de alimentos.
Como mencionábamos en el párrafo anterior, dependiendo del tipo de uso del agua: minero o agrícola, tendremos un destino final del líquido elemento que serán relaves o alimentos respectivamente. Del mismo modo, los volúmenes de agua (caudales medidos en m3/segundo) utilizados por la Unidad Minera Cerro Verde serán aquellos que se dejarán de usar por las poblaciones aguas abajo. En estos tiempos de crisis ambiental, donde el agua tiene el valor del oro o en ocasiones un valor mucho mayor que éste, el 1m3/s (1 metro cúbico por segundo) a ser usado por Cerro Verde le pertenece a alguien aguas abajo. Sería importante ir contestando la pregunta ¿a quién pertenece ese 1m3? ¿Y qué representa este caudal para la estación seca en región de Arequipa y sus poblaciones?
Aparentemente la propuesta de tratar aguas residuales y descontaminar el río Chilli suena bien, sin embargo se debe tener cuenta que se han presentado serias contradicciones entre el Convenio Marco y los Convenios Específicos. Tales contradicciones tienden a favorecer siempre el éxito y continuidad de las operaciones de la mina, en desmedro de los intereses de las mayorías. Por solo dar un ejemplo, en la Tercera Cláusula del Cuarto Convenio Específico, se habla que a raíz de un caso de emergencia o suceso de fuerza mayor (como puede ser un terremoto), la mina se desentendería del problema de la reconstrucción y más bien sus esfuerzos estarían avocados a sacar agua a como diese lugar directamente del Río Chilli, aunque sea obligando a SEDAPAR a “acompañar” el proceso para obtener los permisos de agua correspondientes.
Finalmente, si bien es una buena idea realizar una planta de tratamiento de las aguas residuales de la ciudad metropolitana de Arequipa; ésta deberá realizarse con la máxima transparencia posible. Como por ejemplo, socializando el contenido del Convenio Marco y sus convenios específicos con la población. Eventualmente se trata, de promover desde la empresa, sociedad civil y gobierno, una participación oportuna, activa e informada de los ciudadanos y ciudadanas que directa o indirectamente se verán afectados por los impactos de esta Planta de Tratamiento de Aguas Residuales.