A sólo días de que la Superintendencia de Medio Ambiente hiciera pública la millonaria multa de US$ 4,5 millones contra el proyecto minero El Refugio de Minera Maricunga, la empresa controlada por Kinross sacó una carta bajo la manga.
La compañía minera presentó un reclamo de ilegalidad que no sólo buscaba suspender el proceso que levantó el regulador en su contra, sino que de paso congelaría la sanción económica en su contra.
¿El resultado? Finalmente el movimiento legal surtió efecto, ya que el Tribunal Ambiental acogió la petición de la empresa, decretando una orden de no innovar. Esto implica que el proceso se encuentra en stand by a la espera de nuevos antecedentes. Según reclama la minera, la Super habría actuado fuera de la ley al calificar fuera de plazo una serie de antecedentes claves en el desarrollo del proceso que desencadenó en la segunda mayor sanción impuesta tras Pascua Lama (US$16,4 mills.)
“La SMA reconoce el derecho de presentar alegaciones en cualquier momento del procedimiento, sin embargo, de manera artificiosa propone una diferenciación que no le está permitida”, afirma la compañía aurífera.
La sanción impuesta a minera Maricunga es la segunda de mayor cuantía aplicada a una empresa por incumplimiento ambiental, luego de que en mayo de 2013 la superintendencia multara al proyecto Pascua Lama (Barrick Gold) con US$ 16,4 millones. Además, a fines de 2013, la SMA multó a Enap con $ 422 millones por problemas detectados en la Refinería Biobío.
Según la fiscalización realizada por el regulador, la compañía habría vulnerado una serie de normativas, formulando cargos en septiembre pasado.
Dentro de las supuestas infracciones- catalogadas como graves y leves- se encuentra la falta de cobertura en la correa transportadora de material; acumulación de residuos y chatarra dentro del patio de salvataje del proyecto; infraestructura deficiente para evitar la dispersión de material particulado en el chancador de material, fallas en el cierre y neutralización de las pilas de lixiviación de material de las fases I y II del proyecto. Pero eso no es todo, según el regulador la compañía habría realizado obras que no estaban contempladas dentro de su RCA.
En octubre, la minera presentó un programa de cumplimiento para solucionar las falencias, el que fue rechazados por la SMA, pues no cumplía con las exigencias legales ni permitía una adecuada fiscalización, dijo el regulador.