El documental “Juba Wajiín, Resistencia en la Montaña de Guerrero” relata la historia de lucha que sostuvo la comunidad del mismo nombre, contra dos concesiones de megaproyectos mineros que se intentaron instalar en su territorio. Actualmente, ha participado en diversos certámenes como el Festival Internacional de Cine del Medio Ambiente (FICMA), con la intención de crear conciencia sobre el impacto de estas empresas.
A 1.574 metros de altura, entre las montañas del Estado de Guerrero en México, se encuentra la localidad de San Miguel el Progreso. Sin embargo, sus habitantes se refieren a ella como Juba Wajiín, frase de la lengua me’phaa, idioma todavía vigente entre la población indígena que habita estos cerros sagrados.
La apacible vida de esta comunidad se ve interrumpida en el año 2011, momento donde el gobierno Federal Mexicano, a través de la Secretaría de Economía otorgara dos grandes concesiones, llamadas Corazón de Tinieblas, a megaproyectos mineros sobre el territorio en el que coexisten, sin haberles garantizado sus derechos y sin previa consulta.
Fue este conflicto de intereses el que llevó a la asamblea de la comunidad a buscar la asesoría de diversas organizaciones, con la intención de detener el avance de estos proyectos y el posterior retiro de éstos. Entre estos grupos aparece Tlachinollan, centro de derechos humanos de la montaña, en conjunto con diversos medios de comunicación libres y comunitarios, quiénes en conjunto idearían una estrategia jurídica y comunicacional que les permitiría obtener un veredicto a su favor.
Esta sentencia marcaría un precedente en lo que respecta a la concesión de suelos indígenas sin previa consulta a megaproyectos mineros, ya que el trabajo de la comunidad en conjunto con las diversas organizaciones permitió el retiro de la Horschild Minning Company, dándole el triunfo a Juba Wajiín.
Todo este proceso sería registrado de forma audiovisual para posteriormente dar paso a un documental, a través del cual los pobladores de Juba Wajiín cuentan su historia, muestran sus tradiciones y dan cuenta de su organización y lucha, todo narrado en su lengua madre y narrado por sus propios protagonistas.
El miembro del Laboratorio Popular de Medios Libres y uno de los realizadores de este documental, Nicolás Tapia, cuenta que este proyecto se gestó a partir de la participación de diversos medios comunitarios en este tipo de actividades.
“En este caminar hemos trabajado también muchas veces con el centro de derechos humanos, Tlachinollan. Ellos nos piden que nos acerquemos para trabajar con la comunidad de Juba Wajiín, ya que estaban llevando una estrategia legal para detener las concesiones que se hicieron sobre su territorio sin una consulta previa”, recuerda Tapia.
De las video cartas al documental
Nicolás Tapia, quien en esta pieza audiovisual ejerció los roles de dirección, fotografía y postproducción, señala que el trabajo inicial que empezaron a hacer en el 2014 distaba mucho de un documental: “Inicialmente el proyecto consistió en hacer una serie de video cartas para ser enviadas desde la comunidad a la Corte Suprema. No para la exposición pública, si no que para dar cuenta a la ministra de la condición real del poblado, ya que estaban extremadamente aislados y alejados de los centros urbanos”.
Fue en este proceso de confección de las video cartas que la comunidad designó una comisión de 11 personas, desde donde surgió la inquietud de hacer un registro más largo para contar la historia de Juba Wajiín y que sirviese a posteridad. “Esta inquietud salió de la misma gente, de no quedarse sólo con las vídeo cartas si no que de hacer una pieza más larga que quedara para las generaciones futuras”, indica.
Con el tiempo se decide no sólo dejar este video para la colectividad, sino que difundirlo más allá. “Para que sirva de ejemplo y para alentar a otras comunidades indígenas en situaciones similares a organizarse y combatir por todos los medios posibles la destrucción de su territorio”, comenta el director.
Para Nicolás Tapia, el objetivo principal del video es doble. Por un lado, tiene la intención de ser un registro histórico, de memoria y de construcción de identidad de la comunidad, a partir de la propia inquietud de ellos. “Luego del triunfo se decide también hacer una difusión de este documental para hacerlo llegar a otras comunidades en situaciones similares, que estén siendo afectados por megaproyectos extractivos, mineros o súper carreteras que pasen por su territorio sin previa consulta”, expresa el realizador.
Guión comunitario
Uno de los elementos más llamativos de este filme es el nivel de participación de la comunidad en su realización. Casi la totalidad del registro está narrado por sus propios protagonistas y la mayor parte está en la lengua me’phaa. Un factor determinante para que se diera esta multiplicidad de voces, es el guión comunitario con el se construyó el documental.
Este guión, “se trabajó con la comunidad y fue la misma la que decidió a quiénes se entrevistó, qué temas se tocaban y en qué orden. Por eso en este documental, se tocan temas no solamente de la minería si no que también se habla mucho de lo espiritual. En la cinta hay varias imágenes de distintas ceremonias. Lo que es el relato está completamente revisado y dirigido por la gente”, asegura Nicolás.
Extractivismo y comunidades indígenas
La inquietud de darle la difusión a este trabajo no es gratuita. En muchos países de Latinoamérica se viven situaciones similares a la de Juba Wajiín, pero muchos no tienen acceso a testimonios audiovisuales como éste, donde queda de manifiesto que sí es posible defender su territorio por medio del sistema judicial. De ahí radica la importancia de este relato.
“Esta no es una historia de derrota, sino que es una de triunfo, de que sí se pueden lograr las cosas, en donde sí hay que defender el territorio, porque es importante y se puede lograr, a pesar de la corrupción del sistema. No olvidemos que aquí en México el sistema judicial no es para nada probo. Está muy corrupto, al igual que el sistema policial y político”, señala el director.
Este triunfo a través del sistema judicial, significa para Tapia que el argumento de las comunidades es potente. Ellos tienen el poder de hacer presión, levantarse, organizarse y no quedarse callados. De la misma manera, destaca la relevancia de este caso a los oídos de los pueblos originarios chilenos.
“Es importante la historia de Juba, para llevarla a otras comunidades que están alejadas, que no tienen mucha información de este tipo de historias y que piensan que es imposible ganarle a una megaempresa. Pero es posible, aquí hay un ejemplo y es importante que se conozca”, sostiene.
Difusión del documental
Actualmente, esta película no se encuentra liberada en internet ya que está participando en diversos festivales de cine. Sin embargo, los realizadores tienen la intención de que el documental llegue a las comunidades indígenas afectadas por megaproyectos extractivistas, como una forma de incentivar su organización y lucha en favor de sus territorios.
El documental ya se ha exhibido en distintas comunidades indígenas como en el Amazonas Peruano, Pampa Hermosa y Río Marañón. Nicolás comenta también que su trabajo fue seleccionado como finalista en el FICMA.
“Ahora justamente acabamos de entrar al FICMA en su versión mexicana y eso nos asegura que el documental se va a ver en 40 ciudades distintas. Por eso, durante este primer año tenemos esta cinta disponible solamente de manera directa y no publicada en internet, ya que es un requisito que nos piden en los festivales, para poder así acceder a la difusión que estos certámenes nos dan”, manifiesta el cineasta.
Nicolás Tapia concluye que lo que se busca con esta obra es informar de esta situación, porque “sí existe una posibilidad de detener de una manera concreta y a través de la justicia, de manera legal las concesiones sin consulta”.
El director invita a que este material sea proyectado en distintas comunidades o localidades afectadas por megaproyectos y que se contacten con el equipo. Ya sea, a través de la página de Tlachinollan o por el correo: lasandiadigital@gmail.com.
Fuente:https://radiojgm.uchile.cl/juba-wajiin-un-ejemplo-de-resistencia-indigena-al-extractivismo-minero/