Argentina

¿Proyecto Nacional y Popular o Proyecto individual y privado?

11 de Mayo 2011
Los peronistas conocemos bien lo que representa un proyecto nacional y popular y lo que es un proyecto privado. El primero refleja un círculo virtuoso donde la sociedad irradia en todos los actores desarrollo, que no es lo mismo que crecimiento, donde la distribución de la riqueza de un país se reparte entre los sectores casi en forma equitativa, como sucedió en la época del 52 al 55, donde los sectores del trabajo consiguieron de la renta nacional una distribución justa, 50% para los sectores del trabajo y el otro 50%,   para los sectores de la producción.

Para aclarar lo expuesto podemos puntualizar a la Nación como un plano de identidades colectivas que definen un nosotros amparado sobre un arco de solidaridad y al pueblo como una demanda de justicia sustantiva de la que derivan obligaciones del Estado sobre los menos favorecidos (Guillermo O’Donel);  y,  proyecto como la planificación y deseo  de un futuro mejor de toda la sociedad que esta expresado en políticas públicas redistributivas.

Partiendo de estos conceptos nos preguntamos ¿si con los niveles actuales del sistema de regalías sobre la minería (3%) alcanza para establecer valores expresados con anterioridad como los de un nosotros, solidaridad, demanda de justicia y los menos favorecidos?

¿Qué pasará con las mineras que “explotan” el oro cuando se terminen las utilidades extraordinarias?

¿Qué políticas destinadas a remplazar la minería tiene el Estado Provincial cuando estas abandonen nuestro territorio, con los recursos que nos dejan? NADA.

En Argentina tenemos muchos ejemplos de esto, que al no ser rentable una actividad se retiran dejando en consecuencia pueblos fantasmas. La pregunta clave es ¿qué hace el Estado Provincial en este contexto? Quiero aclarar que no estoy en contra de la minería. La naturaleza con la cual convivimos es montañosa y los recursos con los que contamos son éstos.  Exigimos  respeto por el tema ambiental aplicando los controles ambientales que optimicen una calidad de vida para nosotros y las generaciones que nos sucedan, pero queremos que esta actividad productiva sea generadora de desarrollos sociales de la comunidad.

San Juan creció y de esto no hay dudas, pero ¿se desarrolló? La respuesta tajante es NO.

¿La minería colaboró con la construcción del Centro Cívico, los diques, la erradicación de  villas, el Hospital Rawson, el estadio del Bicentenario, las nuevas escuelas y tantas obras más? La respuesta no admite dudas, NO, los fondos provienen de la Nación.

¿Entonces quienes somos para las multinacionales en el concepto de Nación? Somos los otros, no formamos parte de ese arco de solidaridad al que remite el concepto de Nación.

El Estado Provincial ¿qué sistema aplica con respecto a la justicia sustantiva de los menos favorecidos, si todo proviene de los recursos de la Nación? Lo que ofrece, actualmente, la mega minería es un microclima para  las empresas de servicios y sueldos que paga a los empleados,  bajos, si se les compara con los de los países centrales. Está bien, pero evidentemente, no alcanza.

¿De quién es el proyecto?, ¿Quién es el único que garantiza las utilidades extraordinarias de la mega minería?

Nos piden cuatro años más para “consolidarlo”, que también es una mentira, por que se pueden transformar en doce años más, o casualidad es la fecha que tiene el primero de los emprendimientos mineros en terminar su explotación.

Las publicidades son engañosas. No es el proyecto de nosotros, nuestros hijos y nuestras familias sino el de las multinacionales, garantizado por el equipo gobernante,  que como en el siglo XVI, XVII y XVIII nos dejaron nada más que muertos y un sistema similar a la de la esclavitud con la encomienda, la mita y el yanaconazgo.

En vez de pedir por un hombre salvador tendremos que recurrir a Dios, pero no como el opio de los pueblos en la concepción marxista, sino como la vitamina de los débiles (Debray Regis) último refugio del hombre, sin la protección del Estado Provincial que garantice mínimas condiciones de una vida digna, o en el último de los casos a la Nación como sucede en la actualidad para que se apiade de nuestra situación.

Analicemos la situación de las utilidades de la mega minería. Abordemos el secreto mejor guardado de estos tiempos ¿Cuáles SON LAS GANANCIAS DE LA BARRICK en su desarrollo local? La misma empresa responde; en el informe correspondiente al año 2010, de fecha 17 de febrero de 2011, remitido a la Bolsa de Valores de TORONTO (CANADA) y a sus propios accionistas, manifiesta (www.barrick.com), que durante tal año,  extrajeron de Veladero la cantidad de UN MILLON CIENTO SESENTA MIL ONZAS DE ORO, cuyo costo de explotación fue de DOLARES DOSCIENTOS CINCUENTA Y SEIS POR ONZA; todos sabemos que la onza del mineral, cotizó en el mercado internacional, durante ese año, alrededor de Mil Cuatrocientos Dólares por unidad. Una simple operación matemática nos indica el monto de las ganancias (si, de las ganancias) del periodo (un año),  de mas MIL DOSCIENTOS MILLONES DE DOLARES, cantidad superior a la totalidad del PRESUPUESTO  de la Provincia de San Juan, para el mismo año.

Acaso éstas no son utilidades extraordinarias? Sabe cuánto se puede hacer con esa cantidad: el Túnel a Coquimbo por Agua Negra; entre 50 y 60.000 casas para las familias sanjuaninas, tres o cuatro diques, etc., en un año. Sabe ¿cuánto queda para la Provincia, socia virtual y dueña de los minerales extraídos?  Sólo el tres por ciento menos los gastos operativos. Una migaja.

Podrá decirse que se corresponde con la vieja Ley Nacional de Promoción Minera, debiéramos, entonces, haber planteado su evidente inconstitucionalidad (como lo hicimos con la Ley de Protección de Glaciares), podríamos desafectar a San Juan, derogando la ley provincial respectiva, de tal esquema; lo real y cierto que no ha habido ninguna decisión política por modificar el sistema. Podrá decirse que las empresas mineras gozan de “estabilidad fiscal”, pero nos adelantamos a decir que la regalías, respecto de lo cual hay que plantear un mejor reparto, no son impuestos, sino una compensación (social?) por la utilización de recursos provinciales no renovables; es el criterio que sostenemos en el Proyecto de Ley  presentado en el Senado de la Nación en marzo de 2010, planteando la necesidad que las regalías sean móviles conforme, entre otras ítems, el precio del mineral.

Así las cosas, resulta evidente, que es de fundamental importancia para la empresa minera que el actual equipo  gubernativo no cambie, para que no cambien los mecanismos de distribución de la renta minera; que por otro lado, es vital para San Juan, el ingreso de otros recursos propios, genuinos, que nos aseguren una mejor calidad de vida. No tenemos tiempo para nuevas dilaciones; el 8 de mayo, votando por el NO, tenemos la oportunidad del cambio que necesitamos; la disyuntiva es si apoyamos los intereses de San Juan o los de la Barrick.

Todos debemos ser artífices del destino común, pero ninguno instrumento de las ambiciones de nadie (Juan D. Perón). Con lo expuesto queda claro que el Estado Provincial a través de su Gobernador no aplica las políticas progresivas que aplicó el Gobierno Nacional a las utilidades extraordinarias de los commodities de soja,  que tiendan a mejorar y desarrollar una sociedad ascendente. Sin lugar a duda se favorece a los monopolios “explotadores” de la minería y no al pueblo de San Juan. Como si esto fuera poco en nuestras boletas de la luz colaboramos con estos señores para que puedan desarrollar sus actividades ¡¡¡que ingenuos que somos!!!

Transcribiendo a Jünger Habemas en su concepto de solidaridad: el “necesario equilibrio entre la constelación  de intereses y condiciones de vida no pueden en ninguna comunidad política producirse solamente a partir del cálculo interesado de las propias ventajas de cada uno….. Hace falta una conciencia de pertenencia común que haga posible que aquellos asociados y unidos libremente se identifiquen entre ellos como ciudadanos”. Cosa que las mineras trasnacionales NO TIENEN.

Por último le quiero decir que la política es un medio de debate y reflexión, que nos permita construir un cuerpo axiológico que le de sentido trascendente a nuestras instituciones,  y por ende a nuestras vidas. La política no es ni más ni menos que el pensar en los demás y no en usted y en la Barrick.

No hay  para mi criterio desarrollo, sin redistribución. El Estado tiene que ser el encargado de atender las desigualdades que genera el mercado.

¿No es acaso la salud y la educación pública,  como los sistemas de jubilación  instituciones destinadas a mitigar estos desequilibrios? ¿No es acaso la deuda que tiene la sociedad con los de menores ingresos?

Son imposibles las políticas de  redistribución si no nos identificamos como ciudadanos pertenecientes a un conjunto nacional que no implica homogeneidad, sino más bien diversidad. Esto es en suma lo que enriquece a la sociedad unida por un grupo de valores. Toda política pública genera desequilibrios entre los distintos actores sociales, por eso la necesidad de compartir valores que nos identifique como pertenecientes a un determinado conjunto social, cosa que usted no hace.   

Para mejorar esta situación tenemos que redimensionar la política, que sirva como soporte para la consolidación de los derechos sociales con el fin de disminuir la pobreza, la marginalidad y la inequidad. Un profundo cambio en la composición de los impuestos regresivos por progresivos para redistribuirlos a los sectores menos favorecidos, cosa que usted no hace, y que si no fuera por el Gobierno Nacional no hubiese cambiado nada.

Sr. Gobernador reflexione y deje de lado sus ambiciones personales y las presiones de los monopolios mineros. Primero está la Patria.

Dr. César A. Gioja- Senador Nacional