Las organizaciones de la sociedad civil haitiana se están HGW/Lafontaine Orvildmovilizando contra el proyecto de ley que el gobierno está elaborando para atraer inversiones en el sector minero. Las denuncias señalan que las negociaciones con las empresas se dan a puertas cerradas, lo que preocupa a los ciudadanos por el saqueo sistemático de sus recursos naturales que ha vivido este país. Un tercio del norte de Haití es ya el objeto de investigaciones y de labores de exploración por parte de empresas extranjeras, como los yacimientos de Grand-Bois, donde los trabajadores también están movilizándose (ver la foto).
En julio de este año, unos 200 agricultores de Grand-Bois en el Departamento del Norte, se reunieron para discutir el futuro de las operaciones mineras en su región. “Cuando alguien habla de minería, nuestra historia nos hace pensar en la esclavitud, en la ocupación de nuestras tierras”, dijo Willy Pierre, profesor de ciencias sociales en una escuela cercana. “Podemos perder nuestros campos fértiles. Así, nos expulsaran de nuestra tierra. ¿Porque tendremos que salir?”, cuestionó.
Los yacimientos de Grand Bois son ricos en oro y cobre. La compañía canadiense Eurasian Mierals detenta la concesión de explotación por medio su subsidiaria haitiana, Societé Miniére Citadelle S. A.
La Agencia de minería del gobierno dijo a la organización no gubernamental ‘Haití Grassroots Watch (HGW) que su objetivo es hacer al país más atractivo para los potenciales inversores internacionales. Ludner Remarais, Director de la Agencia para Energía y Minería en Haití, dijo que el país necesita una ley más atractiva, que “seduzca a los inversores”, porque la actual sería obsoleta.
En febrero de este año, una encuesta mostró que 15% del territorio haitiano ya fue licitado, por tal razón, el Senado decidió adoptar una resolución que ordena la suspensión de todas las actividades exploración, para que pueda haber un debate nacional sobre dichos contratos. Ramerais confirma que el Gobierno está respetando la decisión, pero agregó que la resolución no se aplica a los derechos otorgados anteriormente.
Con el aumento en el precio del oro y de otros minerales en el mercado internacional, hace unos cinco años, Haití comenzó a vivir la llamada “la fiebre del oro”. Hay estimaciones que la riqueza mineral del país, principalmente en oro, plata y cobre, alcanza los 20.000 millones de dólares. Cerca de 2.400 km² de sus tierras ya están destinados a compañías haitianas que representan intereses de Compañía de Estados Unidos y Canadá.
Organizaciones campesinas y grupos defensores de los derechos humanos, de la soberanía alimentaria, del medio ambiente denuncian los posibles efectos de la industria minera en la calidad del agua y de la tierra. Estos grupos forman al colectivo contra la Minería.