07 de Julio 2011
José Gutiérrez Guillén
Los ambientalistas Ana María Alvarado, Sergio Serrano Soriano, Mario Martínez Ramos y Ernesto Flores Alvarado, de San Luis Pro Ecológico, calificaron de criminal el hecho de que el Gobierno Federal haya otorgado 22 concesiones de manera ilegal a la minera canadiense First Majestic para la explotación de la plata en el municipio de Real de Catorce.
Y lo peor, indicaron, que ponga en peligro la extinción de la sexta etnia más preservada del paleolítico, los Huicholes que han peregrinado por esa región desde hace 20 mil años, cuando que en 1999 Wirikuta fue declarado por la UNESCO como uno de los 14 sitios naturales sagrados del mundo que deben ser protegidos. Sucederá señalaron, lo mismo que aconteció en el municipio de Cerro de San Pedro, en donde la minera San Xavier (MSX) obtuvo concesiones para explorar el oro, plata, cobre, zinc, etc., en donde utilizó cianuro que ha dejado en la región pura contaminación y destrucción.
Advirtieron los ecologistas que los impactos ambientales y culturales serán irreversibles. Afirmaron que más del 60 por ciento de la superficie concesionada a la minera canadiense se encuentra dentro del área natural protegida.
Recordaron que Wirikuta, el desierto, Real de 14 y la sierra son lugares sagrados del pueblo Wixárika (Huichol), la sexta etnia más preservada del paleolítico.
Lamentaron que los Huicholes que han peregrinado por esa región durante miles años desde su natal Nayarit, no es justo que por la voracidad de unos extranjeros y la corrupción de funcionarios federales pretendan desaparecer a esta etnia tan importante para México.
Los ecologistas aseveraron que la destrucción de Wirikuta significa la extinción del pueblo huichol y la extinción de una fuente única e irrepetible de sabiduría para toda la humanidad.
Mencionaron que los canadienses al parecer ya le tienen tomada la medida a las autoridades federales, estatales y municipales para obtener su anuencia en la explotación de minerales como son el oro, la plata, el cobre, zinc, etc. como aconteció en el municipio de Cerro de San Pedro, donde sólo quedó un “pueblo fantasma” a pesar de que cientos de habitantes de esa región y varios grupos ecologistas se opusieron al saqueo de los minerales, porque el trabajar con cianuro en poco años se comprobará el daño irreversible que causar a las personas, animales y plantas, por la voracidad de gente sin escrúpulos que prefieren enriquecerse a costa de la vida de sus semejantes operando con impunidad, ya que nadie los llama a rendir cuentas y eso es muy lamentable.
Conminaron a los potosinos a que conjuntamente todos defendamos el patrimonio de los Huicholes y de los habitantes del municipio de Real de 14, para que esta empresa canadiense no vaya a realizar lo mismo que sucedió en Cerro de San Pedro.
Y concluyeron “no me preocupa la maldad de los malos, sino me asusta la indiferencia de los buenos”.