El grito de la madre tierra, clamando por por prácticas más armónicas en sintonía con el Buen Vivir, llegaron desde Honduras, Guatemala, El Salvador, Colombia, Bolivia, Brasil, Chile, Ecuador, Argentina y otros puntos del globo. La fraternidad que se genera entre quienes llegan desde puntos tan distantes es en sí misma una de las mayores satisfacciones con que volveremos a nuestras tierras. Con una intensa agenda que comenzó a las 8 de la mañana de Bogotá y finalizó a las 22 hs, completamos el primer día de intenso trabajo del equipo pleno de la Red de Igresias y Minería (I y M).
Como Claretianos nos sentimos fortalecidos y animados en nuestra tarea por la presencia en este espacio de César Espinoza de Centroamérica y Henry Ramírez de la provincia Colombia- Ecuador quienes expresan el carisma Claretiano en la entrega de su vida para otros y en este caso escuchando los clamores de las comunidades victimas de múltiples amenazas que ponen en riesgo permanente la creación, en este aspecto me siento acompañada a tantos kilómetros de mi tierra… me siento como en casa con la misma confianza que me brindan los hermanos de la Patagonia y San José del Sur.
Recorrimos en el comienzo del día la corta pero intensa historia del espacio de I y M, desde el primer encuentro en Lima que fue autoconvocado hasta las múltiples vinculaciones que se han ido entrelazando/tejiendo con diversos organismos de la Iglesia católica e instituciones con las que se comparten objetivos. Entre los hitos a destacar me quedo con el recibimiento que tuvieron víctimas de la depredación minera por parte del Pontificio Consejo de Justicia y Paz en el Vaticano, para relatar lo acontecido durante el mes de Julio de 2015 este año participa del espacio Vidalina Morales de El Salvador. Vidalina es de contextura física pequeña, de manos gastadas por el trabajo pero de una fortaleza inimaginable, habla fuerte y claro, fue al Vaticano a plantear la lucha que llevan hace años contra el extractivismo en su país, los atropellos que deben soportar quienes como ella defienden la creación y en su fortaleza reconozco a miles de mujeres que a pesar de formar parte del «elenco de reparto» en la mayoría de las organizaciones, son quienes sostienen en el territorio la defensa de la Casa Común. Por supuesto que hubo un momento para recordar a Berta Cáceres con la convicción de que sigue viva entre nosotros, dándonos ese aliento necesario para quienes a veces caemos en la tentación de bajar los brazos por la magnitud de lo que enfrentamos.
En otro momento de la jornada, los compañeros que esta semana en los días previos al plenario del equipo viajaron a Valledupar, compartieron las experiencias vividas en ese lugar, allí se lleva a cabo la explotación carbonífera a cielo abierto por parte de las empresas Drummond y Glencore, casi la totalidad de lo extraído se exporta a países como Israel, Turquía, Paises Bajos, España e Islas Malvinas!!! entre otros, en las poblaciones detectaron la desesperanza que reina sobre todo en la población más joven quienes habiendo crecido en una zona de explotación minera, no ven otro futuro posible más que emplearse en las empresas concesionarias y con la mirada puesta en brindar otras posibilidades a sus propios hijos de modo que puedan escapar de una actividad tan nociva para sus vidas. Adjunto una imagen aérea de la zona de explotación para que puedan dimensionar el impacto de la minera.
Luego del almuerzo pudimos escuchar y exponer los detalles de los proyectos de muerte que nos afectan en cada rincón de Latinoamérica, un relato detallado de las acciones que se realizan para contrarrestar el avance de las mineras y las violaciones a los DDHH que estas cometen en su afán desmedido por apropiarse de los bienes de la creación que le pertenecen a la humanidad toda. El grito de la madre tierra, clamando por por prácticas más armónicas en sintonía con el Buen Vivir, llegaron desde Honduras, Guatemala, El Salvador, Colombia, Bolivia, Brasil, Chile, Ecuador, Argentina y otros puntos del globo. La fraternidad que se genera entre quienes llegan desde puntos tan distantes es en sí misma una de las mayores satisfacciones con que volveremos a nuestras tierras.
Por último a para cerrar el largo día, charlamos acerca de la Red Eclesial Panamazónica, qué es, cómo funciona y qué objetivos persigue además de las alianzas que ha generado con otros espacios y con la propia Red de I y M.
Mañana, el día arranca nuevamente a las 8 y nos esperan grandes desafíos y mucho trabajo.
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