El Estado peruano informó hoy del inicio de un proceso para formalizar la actividad de los mineros artesanales que causan severos daños ambientales al arrojar sus desechos químicos a las aguas de varios afluentes en la región norteña de La Libertad.
En el distrito de Pataz, la mayoría de los mineros artesanales son ilegales y contaminan las fuentes de agua y afectan el entorno ecológico, lo que repercute en la salud de la población, reveló un informe de la Sociedad Nacional de Minería (SNM).
La Compañía Minera Poderosa, socia de la SNM, calculó en alrededor de mil 400 personas las que están relacionados a esta actividad laborando en sus concesiones sin autorización en la zona de La Libertad.
Detrás de este hecho, indicó, hay una historia de 450 años de explotación minera informal en el distrito, que no se ha cristalizado en un desarrollo sostenible de la zona, indicó el reporte.
En Perú el crecimiento de la minería artesanal informal es desorganizado, no cumple las leyes laborales ni obedece estándares de seguridad y evade impuestos, según el informe titulado “La formalización de los informales”.
La minería informal emplea entre 1.5 y 2.0 kilogramos de cianuro por tonelada para tratar el material mineral oxidado y de cuatro a cinco kilogramos de cianuro por tonelada de mineral sulfurado.
La recuperación del oro en las plantas de la Compañía Minera Poderosa está sobre 90 por ciento, mientras en las pozas clandestinas de los mineros informales sólo se recupera del 30 al 50 por ciento.
Se estima que en el país los mineros informales obtienen unos mil 200 millones de dólares, pero los daños que ocasionan son cuantiosos y aún no han sido precisados.